Rajoy apela a la experiencia de Camps ante los juicios paralelos

El expresidente del Gobierno Mariano Rajoy basó este lunes su comparecencia en la comisión 'Kitchen' en negar toda credibilidad a los argumentos vertidos por el excomisario José Villarejo y el extesorero de su partido Luis Bárcenas.

El primero llegó a asegurar en mayo que mantuvo «contacto directo con Rajoy» a través de SMS. «Si les creen a ellos y a mí no, tienen un problema», zanjó. En su intervención respondió a todas las preguntas que le formularon, aunque siempre para negarlo todo: no conocía al policía jubilado, ni la existencia de la trama que se investiga o de una 'caja b' en el PP.

Sin embargo, durante la declaración fue protagonista indirecto el expresidente de la Generalitat Valenciana Francisco Camps. Rajoy, ante las preguntas del diputado Josep Pagès i Massó sobre varias portadas de periódicos, saltó como un resorte para mostrar su disconformidad ante los juicios paralelos. «Camps tuvo 120 portadas de un diario durante tres años y luego salió absuelto de todas las acusaciones que se le hicieron», indicó.

Pero no acabó ahí la cosa. Visiblemente cabreado, explicó lo que, a su entender, es el estado de Derecho. «Una cosa es el informe policial o el del fiscal, pero lo importante es la resolución judicial final; eso es el estado de derecho, porque si no estamos tratando injustamente a gente que no se lo merece», concluyó.

La declaración del expresidente del Gobierno cerraba ayer la lista de políticos, mandos policiales y agentes que han desfilado desde marzo por la comisión que investiga en el Congreso el supuesto uso de fondos del Ministerio de Interior para espiar al extesorero del partido durante la época de Jorge Fernández Díaz al frente del departamento.

La dirección del partido quiso arroparlo y acudió a la comisión con el séquito más nutrido de todos los intervinientes. Ni Fernández Díaz, imputado en la causa que instruye paralelamente en la Audiencia Nacional el juez Manuel García-Castellón, ni la ex secretaria general del PP María Dolores de Cospedal, a la que la Fiscalía pide ahora que se vuelva a imputar, tuvieron esos honores. A Rajoy le acompañaron la portavoz Cuca Gamarra, la exministra Ana Pastor y el responsable de Participación, Jaime de Olano, además de otros parlamentarios de la formación. Gamarra fue incluso la encargada de formularle las preguntas, un hecho inédito ya que hasta ahora esa había sido la labor del diputado Luis Santamaría.

El expresidente dijo mantener una «magnífica opinión» de Fernández Díaz y del exsecretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez. También aseguró que no les cree «capaces de montar ninguna operación» como la que les imputa el juez. «Ellos afirman su inocencia y no tengo por qué dudar de ella», añadió.

El exlíder de los populares sí admitió que «efectivamente» Bárcenas fue «condenado», pero insistió en que ningún tribunal ha «acreditado» la existencia de una 'caja b' sino solo que «el tesorero, en un determinado momento, pagó con 'dinero b' unas cantidades para una obra» y que el PP únicamente ha sido condenado como partícipe a título lucrativo, una figura que, subrayó, «exige que el condenado desconozca absolutamente ese hecho».

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