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El rebrote destapa la extrema precariedad de los temporeros

El rebrote destapa la extrema precariedad de los temporeros

Muchos duermen al raso o hacinados bajo techos sin las mínimas medidas de seguridad y distancia, factores que no favorecen el control del virus

Cristian Reino

Barcelona

Sábado, 4 de julio 2020

La región sanitaria de Lleida mantenía hoy activos nueve brotes de coronavirus. El hecho de que la mayoría de ellos estén relacionados con empresas agroalimentarias u hortofrutícolas, ahora en plena campaña de recogida, y que la mayoría de los ingresos hospitalarios sean trabajadores temporeros de origen foráneo ha dejado al descubierto las duras condiciones en las que viven. Muchos duermen al raso o hacinados bajo techos sin las mínimas medidas de seguridad y distancia, factores que no favorecen el control del virus.

La vida de estas personas depende de su trabajo diario, por lo que es complicado que mantengan las cuarentenas y es difícil identificar sus contactos. Al respecto se pronunció también hace unos días Fernando Simon, quien instó a poner el acento en el problema social del colectivo de temporeros, no en su origen o profesión, ya que el conflicto estriba en sus condiciones de vida y de trabajo, que no propician el control de la transmisión, sino todo lo contrario.

Actualmente, uno de los Pabellones de la Feria de Lleida da cobijo por la noche a 300 personas, la mitad de las cuales están en situación irregular.

Recientemente, el futbolista de élite de origen senegalés Keita Baldé, conmovido por el drama de los temporeros de Lleida, puso el foco en las pésimas condiciones de vida de este colectivo y pagó las estancias en hoteles de 80 temporeros, no sin tener que solventar dificultades previas, ya que varios establecimientos se negaron a aceptarlos como clientes.

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