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El síndic saliente, Fran Ferri, junto a Aitana Mas, Juan Ponce y Mònica Àlvaro. EFE

El relevo en la portavocía de Compromís evidencia una división interna total

La ejecutiva del antiguo Bloc cierra filas en torno a Papi Robles tras el paso atrás del conseller Marzà mientras Aitana Mas todavía se ofrece como síndica

Burguera .

Valencia

Martes, 11 de enero 2022, 00:54

Como en las matrioshkas rusas, dentro de cada pieza de Compromís (se supone que tres) hay alguna más que pugna por salir. La marcha de Fran Ferri ... de la portavocía de la coalición en Les Corts ha evidenciado una división palmaria entre los partidos y corrientes dentro de Compromís.

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«¿Si aprovechan la mínima para montarse estas broncas entre ellos, cómo no las van a tener con nosotros en cuanto nos descuidamos?», se pregunta un destacado socialista en el Consell al hilo de las tensiones evidenciadas entre sus socios en el Botánico. Lo cierto es que los diputados y asesores de la formación reconocen la escasa habilidad que han demostrado todos a la hora de dar el relevo a Ferri.

La sustitución se ha gestionado de tal manera que Vicent Marzà ha evidenciado tanto su escaso interés por permanecer en el Consell (es el responsable del departamento de Educación) como su poca capacidad para lograr su voluntad, que era convertirse en síndic. Igualmente, el antiguo Bloc, ahora denominado Més, ha demostrado su fractura tras una toma de decisiones que ha propiciado que una corriente interna, Bloc i Pais, haya reclamado «dimisiones» en la cúpula de la formación nacionalista, partido que aporta la mayoría de la militancia en Compromís, donde siempre han promovido que la Comunitat no se divida en provincias, sino en comarcas, aunque ahora hacen valer la necesidad del equilibrio entre provincias para justificar la apuesta por Papi Robles, algo que era evidente que ocurriría si finalmente Marzà no optaba a la portavocía. Robles es una persona de la total confianza de la dirección de Més, algo que no ocurre con la portavoz adjunta Mònica Àlvaro, también del partido, pero de la corriente Bloc i País.

A la hora de tomar decisiones en la coalición todo parece una partida de póker: amagan con faroles y arriesgadas apuestas, esconden las cartas hasta el final, desconfían unos de otros y lamentan que el rival siempre intenta jugar con las cartas marcadas. En ocasiones, este juego no se sabe si derivará en una lotería o en una ruleta rusa.

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Ferri, como la propia Robles o Marzà, son próximos a la secretaria general del partido, Àgueda Micó, que clama contra el «traidor» que filtró que no sería el conseller de Educación la persona que la Ejecutiva de la formación nacionalista propondrá para ser portavoz. La decisión se tomó el viernes por parte de los miembros de la ejecutiva permanente (los más altos responsables orgánicos, media docena de personas), antes de la ratificarlo ayer, en una ejecutiva general (más de cuarenta miembros) en la que se confirmó que apostarán por Robles sin que nadie levantase la voz ni propusiese ninguna alternativa. No estaba el horno para bollos después de tanta filtración, traición y dimisión. Sólo faltaban los topos en la variada fauna de la coalición. En cualquier caso, cierre de filas y a esperar que hoy no se añada leña al fuego en la reunión del grupo parlamentario, que es a las 13 horas. Deberían vender entradas y palomitas, porque es lo único que faltará al modo en que Compromís ha espectacularizado sus tensiones internas.

La mayoría de Més en el grupo parlamentario (11 de los 17 diputados son nacionalistas) garantiza prácticamente que será Papi Robles la nueva síndica. Bloc i País critica que la dirección del partido no haya contemplado la posibilidad de que el relevo corra a cargo de la portavoz adjunta Mònica Àlvaro, si bien desde su entorno se asegura que no se plantea postularse para el puesto de síndica. La que sí va a mantener sus opciones será Aitana Mas, actual número dos del grupo parlamentario, pero militante de Iniciativa, el partido de Oltra, que sólo cuenta con cuatro diputados para apoyar su candidatura. Fuentes de la formación ecosocialista señalan que no sería conveniente llegar a una votación que, además, todo apunta que perderían, si bien Mas no quiere mantenerse al margen del relevo porque en su partido entienden que ella es el «recambio natural». En cualquier caso, la posición de Iniciativa no es de confrontación máxima ni busca forzar una votación para perderla. Los únicos que hasta ahora no han demostrado ganas de importunar a sus compañeros de coalición son Els Verds, en su tónica general, pero nada es descartable en el imprevisible Mundo Compromís.

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Los delicados equilibrios en la coalición econacionalista, las cuotas a la hora de repartirse los cargos electos y públicos, permiten entender como lógico que la portavocía parlamentaria vuelva a recaer en alguien próximo a la dirección de Més, como lo era el propio Ferri y lo es Robles. Pero cualquier movimiento de piezas en la coalición implica una convulsión. Nunca falta alguien que levante la mano y pregunte «qué hay de lo mío». La salida de Marzà del Consell suponía un recambio en el Gobierno valenciano que ni el PSPV ni Iniciativa veían con buenos ojos. La consellera Mireia Mollà, del partido de Oltra, consideró «absurda» esa posibilidad. Pero el caso es que ha faltado el canto de un euro para que sí ocurriese. La persona que se apuntaba como posible relevo de Marzà, la actual vicepresidenta de la Diputación, Maria Josep Amigó (muy próxima a Micó), no encaja en los acuerdos internos de la formación para ser consellera de Educación.

El jefe del Consell y líder del PSPV, Ximo Puig, aseguró sentirse satisfecho de no tener que abordar una remodelación de su gabinete. «Como presidente y como gobierno, es una buena noticia», indicó ayer Puig, «desde el máximo respeto a Compromís y personalmente a Vicent Marzà. Hemos hecho un trabajo de cohesión y estabilidad y es positivo para la recuperación de la Comunitat» que se quede, según el líder socialista. Fuentes del PSPV, en cualquier caso, daban por amortizado a Marzà cuando todo apuntaba (y él nunca lo negó) que se iría del Ejecutivo valenciano. Preguntado la semana pasada por todo este tira y afloja interno en Compromís, el diputado nacional Joan Baldoví intentó contemporizar y señaló que esperaba que muchas de las dudas se fueran despejando una vez se fuesen resolviendo asuntos orgánicos, tales como el congreso de Iniciativa, previsto para este sábado, pero que, por si faltaba algo, finalmente se retrasará varias semanas porque la oleada de contagios obliga a actuar con prudencia. Será la única prudencia de la que hará gala Compromís a lo largo del frenético mes que ha pasado desde que Ferri dijese que se iba. Va ser cierto aquello que decían en el PP de que la fiesta no se acaba nunca.

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