![La exconsellera de Turismo Milagrosa Martínez niega que recibiera órdenes para favorecer a la trama Gürtel](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2023/06/20/image5-RItHml5ykuTzinVnik9WwhK-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
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Ricardo Costa ha reaparecido hoy en el juicio del caso Gürtel. Su testifical era una de las más esperadas desde que se convirtió en enemigo íntimo de Francisco Camps. Ambos fueron absueltos del mediático juicio de los trajes. Pero tras esa experiencia sus caminos ... se separaron paulatinamente.
Posteriormente, la confesión del que fuera secretario general del PP es la que ha terminado sentando en el banquillo al expresidente. Fue el primer dirigente popular que confesó la corrupción en la organización popular y el pago de actos electorales por parte de empresarios con intereses en la adjudicación pública. De ahí el interés de su testimonio. «Durante años, desde mi declaración en instrucción y en la Audiencia, reflexioné con mi mujer si decir o no la verdad», ha comenzado para dar contexto a su comparecencia.
Costa ha explicado cómo conoció a Álvaro Pérez, el Bigotes, que organizaba actos del PP en toda España. En 2002, organizó el evento de Camps como candidato a la Generalitat. «Un año más tarde, en una cena, me dijo que iba a trabajar en Valencia porque se lo había pedido Camps. No me pareció extraño».
Costa llegó a la secretaría general del PP y es entonces cuando se establece entre ambos «una relación de amistad». «Hizo todos los actos del PP porque lo decidía el presidente y trabajaba también con la Generalitat Valenciana». El exdirigente ha subrayado que Pérez y otras personas le comentaron en su momento que trabajaba «con el partido y con el gobierno porque el presidente lo había decidido».
El arrepentido ha aclarado que no conocía el proceso administrativo de adjudicación, no sabe de qué forma obtenía el empresario los contratos públicos, pero la «realidad es que lo que me decía se correspondía con la realidad».
Costa tenía una gran relación con el entonces vicepresidente Víctor Campos, según ha comentado. «Yo le planteé hacer eventos con otra empresa y me dijo que las instrucciones que tenía era que lo hiciera Álvaro Pérez». El testigo ha dicho que la relación entre ambos «era de confianza y amistad» y que ha tenido conocimiento de comidas fuera del ámbito laboral. «De hecho, yo he ido con el Bigotes a la farmacia de la mujer de Camps para saludarla».
Costa ha recordado encuentros personales con Pérez y Camps. En algunos actos de partido, durante la organización, sí intercambiaban opiniones sobre el desarrollo de otros actos, como el Open de Tenis o la Volvo Ocean Race. «No me pareció nada extraño. Era una persona de confianza para el partido». Además, ha precisado que tenía contactos con vicepresidentes y algún conseller.
El asunto de los regalos ha vuelto a aparecer en escena. «A mi me dieron un reloj y se lo devolví». El interrogatorio se ha tensado cuando Anticorrupción ha preguntado acerca de la financiación ilegal del PP y la defensa de Camps ha protestado por introducir asuntos que han sido juzgados. «En 2005, me trasladan que el PP tiene una vía de financiación a través de aportaciones en efectivo de una serie de empresarios», ha detallado.
«Acepté encargarme de eso. Me llamaban cuando había dinero y yo pagaba deuda». Entonces, se introduce otra vía, la de pagar también con adjudicaciones. «Me voy a Madrid a comunicarlo y me dicen que lo traslade a Camps». Al final de 2007, se debía un millón de euros. En ese momento, Vicente Rambla, siempre según Costa, asume el control de la caja B tras la salida de Víctor Campos. «Le dije a Camps que yo no iba a participar en la emisión de facturas por actos inexistentes para pagar la deuda». De esta forma, la Fiscalía pretendía conocer el grado de dominio que tenía el entonces presidente de estas irregulares actuaciones.
Se le ha preguntado el papel de Dora Ibars, responsable de Promoción Institucional, en el marco de estas polémicas adjudicaciones de Fitur. «No me cabe ninguna duda de que hacía lo que le decían sus jefes». Una vez más se han reproducido los audios pinchados al Bigotes. En una conversación con Costa, Álvaro Pérez, justo después de saltar la operación policial, le pide que hable con «el jefe y esté tranquilo». El testigo ha desvelado que el jefe era Camps y lo que le importaba era la «financiación ilegal».
La defensa de Camps ha tratado de poner en aprietos la versión de este testigo, desfavorable para sus intereses. Para ello se ha reproducido una de las conversaciones entre el Bigotes y Costa. «Entre mañana y el viernes vas a tenerlo todo, vale», se refiere. «Es un jeta, es un jeta», repite el Bigotes sobre el presidente. «Yo daré instrucciones hoy de donde tiene que salir el dinero», le transmitió.
El exdirigente ha aclarado que en aquel momento, tras una reforma, el grupo parlamentario podía disponer de determinados fondos. Y al Bigotes se le pagó toda la deuda de los populares. También se ha reproducido otro audio en la sala en el que el Bigotes le comunica a Costa que irá a cenar a casa de Camps. «No sé si se produjo». «Tenían mucha cercanía. De hecho, le pedí a Pérez que le hablara bien de mi a Camps para que me hiciera conseller».
El abogado del expresidente ha insistido en que el dirigente concretara fechas y lugares, algo que no ha podido debido, según ha explicado, al paso del tiempo. «No me consta de forma directa que Camps diera órdenes para la contratación».
Milagrosa Martínez, exconsellera de Turismo condenada por el caso Fitur a nueve años de prisión, también ha reaparecido este martes como testigo en el juicio del caso Gürtel. Su condena, una de las primeras por corrupción en la Comunitat, le llevó años a la cárcel lo que minó enormemente su moral. Con un hilo de voz y muy debilitada ha hecho un enorme esfuerzo por comparecer.
La dirigente, que fue alcaldesa de Novelda, ha recordado que su misión en el Gobierno fue impulsar el desarrollo del turismo en la región. Martínez ha negado conocer a Álvaro Pérez, el Bigotes, artífice de la trama. «Iba a los actos del partido, como los demás cargos, pero no sabía quién los organizaba». En el traspaso de carteras a Angélica Such no le dio indicaciones sobre contratación. «No recibí órdenes ni di indicaciones de ningún tipo. La mesa de contratación elegía la más conveniente».
Anticorrupción le ha recordado que en su momento, como acusada, recibió indicaciones de Francisco Camps. Hoy, a preguntas de la Fiscalía, ha subrayado que se refería a órdenes políticas sobre el papel del Turismo en la Comunitat. «Nunca hubiera consentido una acción que perjudicar el patrimonio de la Comunitat».
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