Rubén Martínez Dalmau: el 'vice' verde que no tiene espacio en el Consell

A Rubén Martínez Dalmau (Teulada, 17 de noviembre de 1970) le dieron la bienvenida al Botánico II a gritos. Los que le brindó Mónica Oltra en el Palau de la Generalitat de buena mañana para cerrar un pacto de futuro incierto allá por junio de 2019. Tal vez una señal de los múltiples desencuentros que vendrían luego. Una vez abrochado el acuerdo, el entonces líder de Unidas Podemos bajó a la calle y se autodenominó como el nuevo «vicepresidente verde». Entre esperanza y marcianada. Las palabras de Dalmau recordaron a González Pons cuando anunció su llegada a Medio Ambiente como «conseller sandía».

Los tres tenores arreglaron en un café lo que sus respectivas cuadrillas fueron incapaces de hilar tras horas y horas de reunión. Puig y Oltra en perfecta sintonía con Dalmau de postizo y fuera de línea en la foto oficial, una tónica a lo largo de la legislatura del Botànic II que ahora el dirigente morado abandona.

Este fan de 'La Guerra de las Galaxias' -que defiende que es una guerra de estrellas en la misma galaxia- es profesor titular de Derecho Constitucional y fundador del Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS), que durante los últimos años ha asistido a gobiernos latinoamericanos y en su consejo ejecutivo han estado dirigentes de Podemos como Pablo Iglesias. El profesor Dalmau se las prometía como uno de los grandes teóricos del Botánico II, pero tal vez las circunstancias no se lo han permitido.

Dalmau es especialista en legitimidad democrática, ha participado en los procesos constituyentes de Venezuela, Bolivia y Ecuador. Defensor de la Venezuela de Chávez y detractor de la deriva de Maduro.

Aunque en 2019 pasó a primera línea política, Dalmau ejerció como diputado nacional de Podemos por Alicante entre 2015-2016. Además, fue candidato al Consell Jurídic Consultiu de Les Corts antes de que todo el órgano se renovara.

Activista de los derechos humanos, cuenta con experiencia en el trabajo con organizaciones que los defienden como por ejemplo Amnistía Internacional, donde fue miembro del Comité Ejecutivo.

Los que conocen a Dalmau aseguran que es una persona metódica, brillante y dialogante. Una especie de androide C3PO en el Universo. Un perfil extraño en un Consell en el que ha tenido que vérselas con dos animales políticos: Ximo Puig, por trayectoria, y Mónica Oltra por impulsos.

Dalmau tenía el reto de hacer que la marca de Podemos sobreviviese y por eso era fundamental una vicepresidencia para tener espacio en las fotos. Para ello tenía que haber aprendido de los errores internos que ha cometido su partido en la pasada legislatura.

Los dos grandes objetivos que se marcaba al acceder al Consell eran el feminismo y el ecologismo. Entre las medidas que quería implantar destacaban su intención de impulsar un Pacto Social Valenciano contra la corrupción y una reforma del Estatut. Tal vez en otra galaxia porque esta vez la suerte no le ha acompañado.