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Nueva campaña, la enésima, y viejas promesas. Similares a las de hace exactamente seis meses. Y dos años. El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, hizo este miércoles parada en Valencia, ante más de 600 personas, dentro de la gira de un acto al día hasta el próximo día 10 de noviembre. El azar ha querido que el también secretario general de los socialistas aterrice en la Comunitat la misma semana en la que el Gobierno valenciano ha puesto cifra a los recortes que ha tenido que ofrecer al Gobierno de España, del que Sánchez es titular, para poder desbloquear uno de los préstamos que dejan respirar cada estación al Consell. El viaje bien podría ser una suerte de intercambio de cheques en los que el que el Botánico ha tenido que poner 355 millones a nombre del Ministerio de Hacienda y éstos, 250 a nombre del Gobierno de Ximo Puig. De cheques, y de promesas, porque Sánchez aseguró ayer que las entregas a cuenta que no se han podido enviar a las comunidades con un gobierno en funciones sí llegarán ahora, justo antes del día de las elecciones.
La última visita de Sánchez a Valencia se produjo hace dos meses, cuando la repetición electoral era todavía una quimera. Precisamente el líder del PSOE quiso tener un gesto con Compromís, los principales socios de Gobierno del PSPV en el Consell. A ellos les confió que el sistema de financiación estaría reformado en el primer año de una nueva legislatura. Una promesa a la que este miércoles, los plazos se le alargaron un poco más. Los nacionalistas, desde aquella reunión, han pasado por varios estadios. Desde liderar la crítica al Gobierno de Sánchez por la falta de reforma de la financiación y por la retención de las entregas a cuenta a la Comunitat, a acabar firmando un acuerdo electoral con el partido de Íñigo Errejón, que ya se ha mostrado dispuesto a una mayor colaboración con el PSOE en España.
Y en ese escenario aterrizó ayer el presidente del Gobierno en funciones. Sánchez reconoció que el problema de la financiación es «un clamor» que el próximo Gobierno de España tendrá que resolver. «Me comprometo a que en los próximos cuatro años podamos ponerle remedio», dijo. De ser inmediato, a toda la legislatura. La financiación es más que un problema entre territorios, aseguró el líder del PSOE, que señaló que si bien resolver ese sudoku es importante, «más lo es aún definir qué modelo de estado de bienestar» se quiere. Y una vez se tenga claro, hay que dotar al sistema de recursos. Y para eso, habrá que hablar de cómo contribuye cada ciudadano y buscar una mayor contribución fiscal de quienes más tienen.
Además, Sánchez, explicó que las entregas a cuenta (la parte de ingresos que las comunidades generan de sus impuestos y que el Estado debe reembolsarles) llegará antes del 10 de noviembre. Justo la fecha de las nuevas elecciones. «Si no tuviéramos un gobierno en funciones no habría habido ese problema. La derecha votó en contra de los presupuestos, de los objetivos de déficit, de que la Comunitat recibiera un 10% de las inversiones. Aún así y con todo, este gobierno en funciones cumplirá antes del 10 de noviembre», prometió.
En su turno, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, aseguró que Valencia «está con convicción para que en noviembre Sánchez sea sí o sí presidente del Gobierno». «Hace 40 años pudimos votar por primera vez y siempre las elecciones han sido decisivas, pero éstas son las más decisivas que tendrá España», advirtió el también secretario general de los socialistas valencianos. El presidente acusó a la unión de la derecha y los independentistas de haber « parado el país y los mejores presupuestos de la historia para la Comunitat Valenciana». Y de esa unión, aseguró Puig que han nacido ahora los recortes que hará la Generalitat hasta final de año. «Como no hay presupuestos, tenemos que hacer ajustes. Es una mala broma que quienes han hecho que no tengamos los recursos nos pidan explicaciones. Y las van a tener. Aquí no se recortan derechos sociales», dijo el líder socialista. Ni una crítica al Gobierno central, que ha exigido novedades en el plan de ajuste para poder desbloquear el Fondo de Liquidez Autonómica. Más bien todo lo contrario. Puig se mostró comprensivo, casi justificando la tragedia. «La ministra de Hacienda -María Jesús Montero- dijo que nos garantizaba la liquidez para poder hacer frente a los pagos de la Generalitat. Que aún no se puede cambiar el modelo de financiación. Lo harán, pero de momento gracias a la buena disposición del Gobierno central y la coordinación no vamos a tener que dejar de pagar y arruinar a miles de empresas y negocios como hizo el PP». dijo. «Gracias al Gobierno de España, vamos a poder». Sánchez, por su parte, se comprometió a ponerle solución a la financiación, pero en los próximos cuatro años.
El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, vio interrumpido el inicio de su intervención por las protestas de una docena de personas contra la ampliación de la V-21. Una de ellas, se coló en el interior del acto al grito de «Volem l'horta viva», pero los servicios de seguridad la sacaron con rapidez del recinto. El también número dos del PSOE lanzó varios dardos a Podemos, a quienes acusó de sabotear los gobiernos progresistas. «Dicen que quieren que gobierne la izquierda, pero siempre acaba gobernando la derecha. Ha pasado cuatro veces. Eso no es casualidad, es costumbre», dijo. «No hay más proyecto para España que el del PSOE», aseguró. «Tuvimos una victoria importante y no nos la han respetado. Allá donde han podido sumar, no nos han respetado la victoria. Tenían cómo, con la ultraderecha. Donde no han podido sumar, han bloqueado. O suma o bloqueo», explicó Ábalos, por lo que pidió que los ciudadanos se tomen las elecciones «como algo personal».
Por su parte, la secretaria general del PSPV de Valencia y vicealcaldesa de la ciudad, Sandra Gómez, reivindicó la vía valenciana como ejemplo de territorio en el que los partidos sí se han puesto de acuerdo para formar un gobierno de progreso en el que los socialistas, que no fueron primera fuerza, sí negociaron con Compromís para retener la alcaldía. «Cuando tuvimos la responsabilidad de formar un gobierno lo hicimos». Gómez hizo una llamada a la movilización del voto socialista porque según aseguró, «habrá varias papeletas, pero sólo hay dos opciones: votar al PSOE o votar bloqueo».
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