Sánchez defiende en Alicante la inversión en desaladoras y pasa de largo del Tajo-Segura

Pedro Sánchez estuvo este viernes en Alicante, la provincia a la que situó a la cola en inversiones del PGE de toda España, la misma provincia que sigue sin resolver los problemas que genera la falta de agua, la misma que como el resto de la Comunitat, arrastra las consecuencias de una financiación autonómica insuficiente. La misma provincia que se quedó sin la Agencia para la Inteligencia Artificial y sin la Agencia Espacial, pese a haber peleado por ellas, por decisión del mismo Gobierno de Sánchez. Bien alejado de la cita electoral –a más de tres semanas del 28-M- el líder del PSOE se refirió a las inversiones de su Gobierno en materia hídrica, con «542 millones presupuestados de 2022 a 2027 solo en la provincia de Alicante para aumentar la producción de agua desalada», y otros 42 «para que los regantes de alicante sean más eficiente en la administración del agua» y puedan hacer frente a «la emergencia climática».

¿Y el Tajo-Segura? Fue Ximo Puig el que durante su intervención previa a la de Sánchez había proclamado la defensa del trasvase por parte de su Gobierno. «Es irrenunciable», proclamó, para añadir que con Rajoy han llegado 800 hectómetros en cuatro años y con Sánchez ya son 1.300. «que no vendan motos·, dijo. Sánchez, en cambio, no hizo mención alguna al Tajo-Segura.

En cambio, como hitos de su gestión vinculados a Alicante, el líder del PSOE sí destacó la inauguración del AVE a Elche y el «acelerón», dijo, al corredor mediterráneo. Sánchez, que alertó contra «telepredicadores, curanderos y falsos milagros», se mostró convencido de la victoria socialista en Alicante, en la Comunitat y en toda España y proclamó que Puig es «un referente del socialismo español».

El líder del PSPV, por su parte, se refirió en dos ocasiones a la Comunidad de Madrid. Primero, para poner en cuestión que la respuesta a la pandemia fuera «salir a tomar cañas» - en aparente alusión a la gestión de Ayuso frente al Covid. Y después para proclamar que Madrid «es un modelo neoliberal, del desplome fiscal que significa acabar con el estado del bienestar, y que nosotros vamos a combatir». «Cada vez que hablan de menos impuestos, hablan de más recortes», dijo.

Puig se ha mostrado convencido de que si vuelve el PP volverá la corrupción ya rechazado la etiqueta de antialicantino. «Lo son los que presidieron la Generalitat 20 años y no hicieron nada», zanjó