La secretaria de Camps: «El Bigotes no entró al Palau y nunca vi al presidente hablar con él»

La testigo es funcionaria de carrera. Camps como presidente de la Generalitat, lógicamente, tenía numerosos compromisos. «Había varias agendas, una oficial pública y otra privada de la administración, una del partido y la personal». En realidad eran anotaciones de distinta naturaleza en un mismo dietario. El juicio se ha reiniciado este martes tras el parón veraniego.

La mujer, a preguntas del letrado de Camps que es la parte que la propuso, ha relatado el proceso de entrada al Palau. «Cualquier persona debía acceder por la calle Caballeros, allí la Policía Autonómica controlaba accesos. No podía entrar nadie que no estuviera en la agenda».

Tras las primeras noticias en prensa -«yo no conocía a Álvaro Pérez, el Bigotes»- consultó todos los escritos y anotaciones «y no tenía nada». En mi agenda sí tenía su teléfono«, ha admitido. »Entiendo que lo tenía por la agenda del partido«, ha precisado. También ha asegurado que en los registros de entrada de ambas puertas no consta el nombre del Bigotes.

La testigo ha señalado las medidas de seguridad excepcionales para visitar al presidente Camps y a cualquier otro máximo dirigente del Palau. «Se daban instrucciones para que los invitados esperaran en determinadas estancias. Entonces, el ujier avisaba a Secretaría de que había llegado y yo, al presidente». Esto salvo si había prensa, que entonces intervenía el área de Protocolo. En ese momento, era él el que esperaba a los invitados. «Todos seguían el mismo protocolo», ha manifestado.

La testigo ha negado haber recibido nunca ningún regalo de Orange Market en Navidad. Tampoco tuvo noticia de que lo hicieran otros responsables de Presidencia. «No pasé nunca llamadas del Bigotes ni le he oído hablar con él por teléfono».

Fitur era un acto más en la agenda del presidente. La escolta que tenía asignada también disponía de la agenda de la semana, con los actos del Palau y los de fuera. Se coordinaban las horas de entrada y salida. «Le mandaba un mensaje la noche de antes para informarle de los actos», ha indicado. Se ha mostrado contundente respecto a la relación de Camps con el Bigotes. «No recuerdo haber visto nunca a Alvaro Pérez con el presidente nunca».

La testigo ha señalado que los imprevistos en el día a día eran difíciles, «no podíamos permitirnos muchos cambios de agenda». La actividad era frenética. «Se cerraba el día de antes y era inamovible. Un horario muy condensado».

Fue preguntada respecto a Ricardo Costa, colaborador de la Fiscalía Anticorrupción, y sus entradas y visitas al Palau. «Entiendo que acudiera a actos oficiales en el Palau como portavoz...Fuera de eso no tengo constancia de reuniones. Como secretario general del partido, no. Eran dos cosas separadas, el partido y el Gobierno».

No es posible que en el salón dorado se comieran unos sandwiches, ha rebatido la testigo respecto a la afirmación del exsecretario general. «Ese tipo de reuniones debían ser en el despacho del presidente. Pero, para entrar ahí, tenían que pasar por delante de mi despacho». También ha negado conocer instrucciones de Camps a Dora Ibars, máxima responsable de Promoción Institucional del Consell.

El tribunal ha impedido que la testigo consultara la agenda oficial del presidente porque ese documento no está aportado a la causa. Así, ha tenido que responder únicamente de lo que recuerda -en algún caso evidentemente no ha podido debido al tiempo transcurrido- de aquellas anotaciones. Respecto a la boda de Alvaro Pérez ha indicado que aquel día, un viernes, tenía Pleno, de ahí se fue a Alzira, luego tenía un bloqueo de agenda con Ricardo Costa y reunión de la Copa América y luego visita a determinadas fallas con la alcaldesa.

La Fiscalía ha tratado de restar valor a este testigo propuesto por la defensa de Camps. El ministerio público le ha interrogado acerca de que no pudo conocer el contenido de muchas reuniones que se celebraron en el edificio oficial con su equipo más estrecho tras estallar el caso Gürtel. «Eran continuas, pero no sé si eran para tratar este tema o no».

Tras esto, la acusación pública ha querido poner de manifiesto las numerosas conversaciones que constan en la causa entre el Bigotes y Camps y que son fruto de la intervención telefónica a la trama. Estos audios nadie los ha puesto en duda. «Se lo digo porque como ha dicho que nunca le ha oído hablar...» «¿En qué circunstancias dice que no lo ha escuchado?», ha repreguntado la fiscal. «Desde mi mesa devolvía las llamadas, por eso digo que no me consta que haya hablado con Pérez»

La testigo, por otra parte, no ha sabido explicar cómo se unificaba toda la imagen de la Generalitat y quién daba el visto bueno respecto a determinadas invitaciones a Fitur. «A mi me entraba como un acto mas de agenda, no era más importante que la inauguración de un colegio», ha matizado.