La Sindicatura exige pruebas a Les Corts de que controla más el gasto de los partidos

valencia. Nuevo capítulo en la tensa relación entre la Sindicatura de Comptes y Les Corts. El pasado viernes se dio cuenta en el Registro de Entrada de la Cámara de dos peticiones del organismo auditor que dirige Vicent Cucarella. En primer lugar la Sindicatura demanda, para fiscalizar la Cuenta General del parlamento valenciano del año 2017, una docena de elementos (expedientes, balances, tablas contables, inventarios, acuerdos, reparos, pagos, actas de arqueo, contratos y documentación), que ya le reclamó con motivo de la fiscalización de su actividad de 2016. Nada nuevo. Sin embargo, precisamente, respecto a esa última auditoría, la de 2016, la Sindicatura se dirige al presidente de Les Corts, Enric Morera, para recordarle que en su último informe formalizó «las recomendaciones» que propiciarían «una mejora de la gestión». En este sentido, y fuentes de la Cámara reconocen que es un mensaje con mucha intención, Cucarella solicita que se comunique a la Sindicatura cuáles son las medidas adoptadas o las que se adoptarán «para mejorar el control interno y la gestión». Y recuerda que «para considerar suficientes las medidas adoptadas habrán de justificarse adecuadamente de manera que el auditor compruebe su evidencia». Es decir, que exige medidas y que sean eficaces, evaluables, pruebas.

La Sindicatura realizó un informe de 2016 donde en términos generales reconoce que en Les Corts se cumple la legalidad. No obstante, echó en falta más celo en algunos aspectos, principalmente a la hora de comprobar que el gasto público es el que se declara en el caso de la asignación de los grupos parlamentarios, que supera los 3,6 millones y que apenas se fiscaliza.

En el apartado de las subvenciones a los grupos parlamentarios, la Sindicatura recuerda que el montante que manejan los partidos fue de 3.614.805 euros en 2016, y si bien esas ayudas no precisan de una fiscalización previa, es decir de una justificación de para qué se va a recibir el dinero, sí destaca que en el Reglamento de Les Corts «únicamente» se establece que los grupos parlamentarios lleven una contabilidad de las subvenciones. Sin embargo, para Cucarella, presentar esos asientos contables no es suficiente. Por eso, ahora reclama a Les Corts la solución concreta que ha adoptado frente a esa falta de control del dinero público que se asigna a los partidos detectada en su informe de las cuentas de 2016.

«Debería acompañarse de la documentación acreditativa que permita verificar los importes recogidos en los estados contables y su necesidad o vinculación con la actividad subvencionada», señala el informe de la Sindicatura, que recomendaba verificar si los grupos parlamentarios han gastado las subvenciones en lo que aseguraron haberlas gastado y si, además, ese dinero se invirtió legalmente. La Sindicatura, igualmente, insta a la Cámara a revisar su normativa para aumentar el rigor a la hora de concretar en qué se puede gastar el dinero público, cómo debe justificarse y controlarse. Además, respecto a las contrataciones que realiza Les Corts, que cuenta con un presupuesto de una treintena de millones de euros anuales, la Sindicatura advirtió de que los contratos no pasan por una unidad que los compruebe adecuadamente, lo que dificulta la «la integridad y fiabilidad» de los datos que posteriormente se tienen que auditar. Ahora, cinco meses después de que su informe fuese oficial, el ente auditor exige saber si se le ha hecho caso y cómo.