La Sindicatura tratará de evitar que la Intervención de Les Corts audite sus cuentas

La Sindicatura de Cuentas por fin ha dado el paso para ser fiscalizada por una intervención pública, pero sólo lo permitirá en determinadas condiciones. El órgano que vigila las cuentas de la Generalitat y del sector público también será fiscalizada por primera vez de la misma manera y, por fin, dará respuesta a la normativa a la que se debe. El problema es que la Sindicatura de Cuentas, que es un órgano que depende de Les Corts de la misma manera que la Sindicatura de Greuges y la Agencia Antifraude, lo que pretende es que se cree la figura de un interventor específico que dependa de la Presidencia de la Cámara para desarrollar esta tarea. Hasta el momento, la Sindicatura estaba auditada por empresas externas que ganaban un concurso y la fiscalizaban, pero sin una valoración sobre la legalidad de sus actos.

Ahora, el paso dado persigue una fiscalización desde un órgano público pero con matices importantes. El objetivo de esta pretensión es que no sea la Intervención del Parlamento valenciano la que ponga la lupa sobre las cuentas de la Sindicatura, que ahora mismo es el único organismo público que no tiene fiscalizadas sus cuentas como el resto de la Generalitat y el sector público. Tanto Greuges como Antifraude tienen su gestión auditada y con los resultados colgados en la web de Les Corts. Estos dos organismos parece que no tienen ningún problema en someterse al órgano de control económico de Les Corts, algo que parece que no comparte Sindicatura, que trata también de sumar a los otros dos organismos a su petición.

El artículo 66.4 del Reglamento de la Sindicatura establece que se podrá crear un puesto de trabajo que, sin perjuicio de adscripción a los equipos de auditoría, acumule las funciones de intervención. A esta figura todavía no se le ha dado forma y ahora es cuando parece que el organismo la quiere poner en marcha. La Sindicatura suele recomendar al resto de departamentos que implementen un órgano de intervención cuando no ha puesto en marcha el suyo.

Desde 2016, la Sindicatura audita las cuentas de Les Corts y ha puesto de manifiesto irregularidades como el cobro doble del kilometraje o el uso de los peajes de autopista por parte de los diputados. Ahora habrá que determinar si el Parlamento acepta crear un órgano de intervención especifico para controlar a la Sindicatura de Comptes o considera que es una labor que debe desarrollar la propia intervención de la Cámara regional.