Societat Civil advierte de la impunidad de los independentistas tras la quema de la imagen de Mazón

Por un lado, sus propios compañeros de partido. Pero también de entidades y organizaciones de la sociedad civil valenciana. La última en pronunciarse ha sido Societat Civil que ha ofrecido su completo apoyo a Mazón y le ha felicitado por el trabajo que realiza en defensa de la Comunitat y el Estatuto: «Los països catalans ni existen ni existirán… En la Comunitat no nos arrodillamos».

La entidad considera que la quema constituye «un acto movido por el odio y la impotencia de unos exaltados que son punta de lanza y arma arrojadiza del soberanismo catalán». Sus actuaciones, según el comunicado, recuerdan a las de la kale borroka, el fenómeno del País Vasco. Creen, además, que el actual marco político con los acuerdos del PSOE y los independentistas les otorga «un marco de impunidad».

Desde Societat Civil Valenciana lamentan «el silencio cómplice del socialismo valenciano y de Compromís» porque no han tenido el «valor» de defender a las instituciones valencianas democráticas. La respuesta óptima, según SC, habría sido «formar un frente cohesionado que vaya más allá de las diferencias políticas razonables». «Quemar la fotografía de una persona es un gesto poco civilizado y lo es aún más cuando se trata de la imagen del máximo responsable de la Comunitat», añaden.

La organización califica de «exaltados e intolerantes» a los partidarios del «secesionismo catalán» y adelantaron que la Comunitat nunca formará parte «del contubernio soberanista que llaman països catalans»

El acto de Gràcia - la quema de la bandera se produjo en las tradicionales fiestas del conocido barrio- es una ofensa «a nuestra forma de ser, un acto de violencia, de carácter simbólico. El hecho de quemar al adversario siempre fue considerado como »una práctica inquisitorial propia de un sistema de control implacable del poder«.

La entidad propone estar siempre «vigilante» ante la existencia de un estado «totalitario capaz de pisotearnos». Societat Civil apuesta por controlar «la mentira de la tiranía, del soberanismo y la destrucción del Estado de Derecho».