El socio de Francis Puig admite que tiene siete expedientes abiertos de reintegro de subvenciones y el hermano del presidente, ninguno

El empresario, dueño de las sociedades que supuestamente se aliaron con Francis Puig, tenía en el momento de los hechos al menos dos mercantiles Canal Maestrat y Kriol Producciones con las que recibía cuantiosas subvenciones. Esta misma semana se ha conocido que la primera de las sociedades acaba de entrar en concurso de acreedores tras registrar dos ejercicios muy negativos, con fuertes pérdidas.

Adell Bover ha coincidido en la misma línea que Francis Puig en esquivar cualquier tipo de responsabilidad acerca de la presentación de las mismas facturas para obtener subvenciones de los Gobiernos de Cataluña y Valencia. De hecho, en cierta medida ha responsabilizado a la Administración en el sentido de que cuando dan una subvención desconocen qué importe de todos los solicitados son realmente los que se están sufragando. De esa forma, justificó Francis Puig que presentaran las mismas facturas en ambos territorios.

El imputado, durante su declaración, ha reconocido que se le han abierto siete procedimientos de reintegro de subvenciones por parte de la Generalitat, mientras que Francis Puig, hermano del presidente, no tiene ningún expediente de esta naturaleza. Seis de esos procesos corresponden a Canal Maestrat, la firma que ha entrado en concurso hace apenas unas semanas.

De igual modo, fuentes judiciales han señalado la extrañeza de que Bover haya admitido, a preguntas de la fiscal Anticorrupción, que presentaba las solicitudes para obtener las ayudas en Valencia en vez de hacerlo en Castellón o otras dependencias en la misma provincia. No le importaba desplazarse a la capital del Turia. Esto responde, en teoría, al mejor trato o atención que podía recibir en Valencia si iba acompañado por el hermano del presidente, según fuentes judiciales.

Otra de las cuestiones conflictivas ha sido la sede de Kriol, una de las productoras satélites de los socios de Francis Puig. La mercantil compartía la sede de Mas Mut en Teruel, otra de las circunstancias que invitan a pensar que actuaban como un entramado único en vez de empresas independientes.