Los socios de Puig, PP, Cs y los empresarios cargan contra el nuevo aplazamiento

El 'donde dije digo digo Diego' de Pedro Sánchez sobre la financiación autonómica ha sido un torpedo en la línea de flotación de los socialistas valencianos. Tanto el presidente del Gobierno como el jefe del Consell recibieron tantas críticas como número de partidos tiene la política valenciana, a excepción del PSPV, que trató de dulcificar el fiasco al afirmar su portavoz Manolo Mata que Sánchez ha sido sincero y la Comunitat será «la más beneficiada en la mejora de la financiación».

El jefe del Consell, Ximo Puig, indicó que existen «medidas» que se pueden adoptar «en el corto plazo» para mejorar la financiación y afirmó que para el Consell es «absolutamente irrenunciable un cambio del modelo», porque «hay tiempo y hay que abrir ese debate».

Fue un planteamiento que no convenció al presidente de la Confederación Empresarial Valenciana, Salvador Navarro: «Cambia el Gobierno y nos encontramos con la misma falta de sensibilidad que con anteriores ejecutivos». Navarro destacó que las soluciones «están en manos del Ministerio de Hacienda y ya han sido ampliamente debatidas en el Consejo de Política Fiscal y Financiera».

Navarro afirmó que el sector empresarial de la Comunitat se mantendrá «firme en la exigencia de reformar el caduco, injusto y arbitrario sistema de financiación».

La principal socia de Puig, Mónica Oltra, líder de Compromís, contestó a Sánchez que «hay tiempo de sobra» en esta legislatura para cambiar el modelo de financiación y que «lo que falta es voluntad política». Además, avisó a Ximo Puig que el Consell pedirá al Gobierno «lo mismo» que reclamaba al de Mariano Rajoy: un nuevo sistema «ya» porque la situación de los valencianos es «insostenible».

«No puede hacer un Montoro a los valencianos», le dijo Joan Baldoví al presidente del Gobierno en el Congreso y advirtió de que no votó a favor en la censura para que hiciera «lo mismo que el PP».

Ferran Martínez, senador de Podemos solicitó la comparecencia de la ministra Montero para que explique la decisión de no reformar el sistema de financiación

.

Y el que hoy por hoy es el partido más votado en tierras valencianas, el PP, reclamó, por medio de su presidenta, Isabel Bonig, «coherencia» al jefe del Consell, Puig, a quien acusó de mantener «un silencio cómplice».

Bonig le pidió que convoque la comisión autonómica para el cambio de modelo de financiación y señaló que «no se puede tirar por la borda el trabajo que durante estos ultimos dos años se ha llevado a cabo en el Consejo de Política Fiscal y Financiera». Además, alertó de posibles pactos ocultos de Sánchez «para beneficiar a unas comunidades y traicionar de nuevo al pueblo valenciano como hizo Zapatero» en la reforma de la financiación que caducó en 2014.

De traiciones también habló Ciudadanos. Tony Woodward aseguró que «la renuncia del PSOE a reformar el sistema de financiación autonómica es una traición a los valencianos». El diputado calificó la medida de «jarro de agua fría y bofetada».

Som Valencians, partido extraparlamentario, anunció que responderá en las calles de Valencia al presidente del Gobierno. Jaume Hurtado acusó a Compromís de dar sus votos a Pedro Sánchez, sin defender los intereses valencianos.