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Zona quemda de El Saler en el incendio del pasado mes de febrero. Jsús Signes

El sospechoso de los fuegos del Saler, sin pulsera de control al no estar prevista para ese supuesto

La cárcel responde que sus dispositivos son para penados, mientras la Conselleria de Justicia sostiene que sus controles son para violencia de género

A. Rallo

Valencia

Sábado, 13 de abril 2024, 00:34

El parque natural del Saler suma semanas de tranquilidad sin la tensión de los meses anteriores cuando los incendios forestales -intencionados- multiplicaron su frecuencia. La investigación judicial, de momento, apunta a un único autor. Se trata de un abogado con aparentes problemas personales -una de ... las diligencias que se plantean en un breve plazo consiste en una pericial psicológica- y que, además, residía en la zona cercana a los siniestros. El sospechoso sigue sin llevar una pulsera de control pese a que así se acordó como una de las medidas alternativas a un eventual ingreso en prisión.

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El investigado pasó cerca de dos meses en prisión provisional. El juez acordó su libertad porque de las diligencias practicadas tampoco se acumulaban indicios suficientes para atribuirle la autoría de todos los incendios. El Ayuntamiento de Valencia reaccionó y pidió una orden de alejamiento del vecino respecto del paraje protegido. El juez la aceptó, pero el imputado pudo seguir residiendo en su domicilio, la urbanización Aparejadores.

Pero, de nuevo -casualidad o causalidad- se registraron más incendios. Las sospechas se acrecentaron y se reclamó al juzgado reforzar las medidas cautelares. Al margen de ampliar su alejamiento de la zona protegida, el juez planteó la posibilidad de instalar una pulsera de control para mantener en todo momento vigilado al imputado. Esta iniciativa sólo se puede colocar con la autorización del propio investigado.

Sin embargo, más de un mes después, el sospechoso no cuenta con este dispositivo de vigilancia. Este tipo de pulseras están destinadas a otros supuestos, no al del control del perímetro de una zona de alto valor medioambiental. De hecho, los investigadores no han sido capaces de conseguir una pulsera para este objetivo.

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Así, desde la cárcel de Picassent respondieron que sus dispositivos están destinados a personas condenadas. Son aparatos que se gestionan desde el Centro de Inserción Social para personas que obtienen el tercer grado y se debe comprobar que se encuentran en su domicilio a una hora determinada. También se contactó con la Conselleria de Justicia, pero tampoco obtuvieron respaldo. En este caso, las pulseras -sí se pueden colocar como medida cautelar- están destinadas a los hombres investigados por violencia de género. Al parecer, la propuesta del magistrado de Instrucción 7 de Valencia no encuentra amparo en el sistema actual de protección.

La investigación continúa. El juez encargó en su momento los datos de ubicación y las llamadas entrantes y salientes del teléfono del presunto pirómano los días 11 y 12 de febrero, cuando se declararon sendos incendios cerca de las torres de apartamentos Aparwaks. El magistrado solicitó a la compañía telefónica del sospechos el detalle de las llamadas entre las 9 y las 16.59 horas de ambas jornadas. Los incendios se dieron en torno a las 14.30 o 15 horas, que coincide con la hora en que el investigado vuelve a casa (aunque él dice que nunca va por esa zona). El imputado, en sus comparecencias judiciales, siempre ha negado ser el autor de los fuegos.

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La intención es conocer dónde se encontraba físicamente el único acusado por los incendios mientras los fuegos, intencionados, arrasaban más de 14 hectáreas en ambas jornadas. En este sentido, cabe recordar que después de esos siniestros un testigo declaró haber visto a esta persona en un coche pequeño cerca de la zona, aunque él se defendió y argumentó que no dispone de ningún vehículo de esas características.

También se investiga la existencia de una estufa de parafina en el domicilio del imputado. Tras algunos de los últimos fuegos, los vecinos de la zona le habían visto con una garrafa de parafina. El investigado indicó que ese líquido era para una estufa que tiene en casa. Los agentes del Seprona acudieron a su domicilio para comprobar si estaba allí el aparato y la fecha de adquisición.

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