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La Interparlamentaria del PP ha arrancado con cierto retraso, circunstancia habitual en este tipo de actos. Todo era buenas caras en esta cumbre del Partido Popular, que se celebra junto a la playa, en un conocido restaurante del paseo de Alboraia. Se reúnen los cargos populares del Congreso, Senado y Europa. El presidente de la gestora, Rubén Moreno, ha abierto el cónclave. El dirigente ha presumido de los éxitos económicos y ha ensalzado la labor de Rafael Hernando por sus respuestas contundentes en el Congreso. «Pido gente dispuesta a trabajar por los ciudadanos y que busquen el interés general por encima del suyo propio», ha indicado. Del presidente Mariano Rajoy ha comentado: «Es un hombre bueno, que jamás os defraudará».
A continuación, ha tomado el relevo la secretaria general del PP, Eva Ortiz. La dirigente se ha mostrado especialmente dura con el Ejecutivo de Ximo Puig. «Sufrimos el gobierno de un partido socialista desnortado y que va de la mano de los radicales de Compromis». La responsable popular ha criticado las promesas incumplidas de los gobernantes. «No venían a rescatar personas, desahucios, colegios y que no pagarían la deuda. Todo era falso. Solo querían tirar al PP y controlar instituciones para controlar enchufados y expandir sus ideas radicales». Ha comentado los intentos de adoctrinar a través de la educación, un intento que sólo ha sido frenado por la labor del PP y del TSJ, «que le ha parado los pies». El cargo popular ha insistido en que la Comunitat disfruta de financiación gracias a la labor de Rajoy, con el dinero del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y las diferentes inversiones en carreteras y otras infraestructuras. Precisamente esta semana el presidente de la Generalitat ha solicitado por tercera vez una reunión con Rajoy para hablar de la reforma del sistema de financiación. No ha habido respuesta.
Fernando Martínez Maíllo, coordinador general del PP, ha abordado el problema del referéndum catalán. El Gobierno tiene «instituciones fuertes con capacidad de dar respuesta». Maíllo ha pronosticado que el «desafío fracasará». De igual modo, ha recordado que los independentistas incumplen la Ley y lo demuestra el hecho de que nadie se atreve a firmar, sólo siguen con la provocación dialéctica.
Pero el PP «da la cara por España y los españoles». Ha recordado a las víctimas de los recientes atentados y ha insistido en que los únicos culpables son los terroristas. Pero también pidió prudencia y responsabilidad a los dirigentes catalanes. En clave autonómica, ha lamentado el caos educativo de la Comunitat, con un modelo pseudonacionalista que coarta la libertad. «No tienen que decidir la educación de nuestros hijos, eso es de los padres».
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