El tripartito da mejor nota de la que recibe

Como cada dos años, LAS PROVINCIAS ha pedido a media docena de diputados del Botánico que valoren a toda la bancada de la oposición; igualmente, otra media docena de parlamentarios de la derecha califica la labor de todos los escaños de la izquierda. Los dos mejores valorados por sus rivales son Aitana Mas (Compromís) y Rubén Ibáñez (PP), precisamente dos de los principales negociadores en la sombra de asuntos como los pactos para la reconstrucción tras la pandemia o los presupuestos de la Generalitat. La capacidad de empatizar con los rivales, de modificar el planteamiento inicial y ceder, los tonos empleados pesan en las votaciones, donde todos los '0' se han sacado de la ecuación para evitar que las fobias computen. En este sentido, los diputados de Vox y Podemos son los que registran más ceros. También hay muchas casillas en blanco. Sin calificar. Los más invisibles para sus compañeros se ubican entre las filas del PSPV y Ciudadanos. Lo que más se penaliza es el «sectarismo», las posiciones partidistas inamovibles y las cargadas de prejuicios sobre el rival.

La bancada de la izquierda tiene mejor consideración de sus rivales. Los diputados del Botánico valoran más la actividad de la oposición, lo cual no deja de ser en parte lógico teniendo en cuenta que la labor de los grupos parlamentarios que fiscalizan al Consell siempre tiene mayor repercusión que el apoyo que reciben el Ejecutivo de los grupos parlamentarios que emanan del pacto de gobierno. El tripartito en Les Corts suele mantener hilo directo con sus compañeros en las consellerias. Su capacidad de maniobra está más limitada. La bancada de la oposición, en su conjunto, recibe un 4,2 por parte del tripartito, mientras que el Botánico es calificado con un 3,5. Unos a otros se suspenden.

De Vox sólo aprueba José María Llanos y José Luis Aguirre. En ambos casos acumulan ceros que no son computados, pero son respetados por su conocimiento de los temas que debaten. En Ciudadanos se suman muchos diputados de perfil muy bajo. De los 17 calificados (otro más, Arquillos, está en la Mesa de Les Corts y no entra en el 'examen'), de cuatro o cinco no se tienen apenas referencias. La bancada popular, sin embargo, es la más valorada de Les Corts (un 4,8, casi aprobado colectivo, por encima del 4,5 de Ciudadanos y del 3,3 de Vox) por sus rivales, y también la más conocida.

Populares, ciudadanos y voxistas consideran a los podemistas «desnortados» y que «cada uno va a su bola». Los 'examinadores' creen que la bancada podemista «ha bajado mucho» respecto al grupo de la anterior legislatura. Es una tendencia bajista que contrasta con la nota que reciben en Ciudadanos, donde hay perfectos desconocidos pero también cuentan con más diputados «que dan el pego» que durante el periodo entre 2015 y 2019. En el caso del PSPV, la derecha considera que «hacen su trabajo», sostener al Consell, pero ese papel suele ser gris. Respecto a Compromís, su peor nota respecto a los socialistas tiene que ver con que la posición de algunos de sus parlamentarios es más extrema (el ejemplo más utilizado es Josep Nadal) o con una presencia demasiado discreta incluso para parlamentarios que sostienen al Consell, es el caso de Cristina Rodríguez o Juan Ponce, ambos de Els Verds.

El grupo con más diputados aprobados es el PP, el que consigue también que más parlamentarios se salven del suspenso, más de la mitad de sus escaños, 10 de los 19. También son los populares los que obtienen mejor puntuación media como grupo, un 4,8. El peor calificado es Podemos, que es el único grupo en el que no aprueba nadie.

Hay diputados que generan muy buena y muy mala opinión a partes iguales, y de ahí que luego su nota se sitúe en zonas intermedias a pesar de jugar un papel destacado en el día a día de Les Corts. Es el caso de Toni Cantó o Fernando Llopis (Ciudadanos), Isabel Bonig, Eva Ortiz y Alfredo Castelló (PP) Manolo Mata (PSPV) o Jesús Pla (Compromís).