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Nueva jornada de testigos en el juicio del caso Alquería. Álvaro Esquiu estaba a las órdenes de dos de los directivos ahora cuestionados y ha confirmado a preguntas de las defensas que sí trabajaban.
El interrogatorio del fiscal no ha sido tan plácido. El fiscal ... le ha preguntado acerca de un correo electrónico que recibió este hombre de Carlos Martínez, trabajador de Divalterra, y que hablaba del enchufismo en las empresas. «No me acuerdo», ha indicado respecto de la recepción. «Imelsa se creó para homogeneizar las brigadas que eran de origen municipal. Yo creo que se refería a eso».
La siguiente comparecencia fue la de Cano, de la Universidad Politécnica. Se creó una cátedra de empresa con la universidad y Divalterra para hacer una colaboración. Desde entonces, junio de 2016, empezó a trabajar con la empresa pública. Su interlocutor era Miguel Ángel Ferri. No se renovó la colaboración a raíz de toda la operación policial, según ha relatado.
Fidel García ha sido el último testigo de la jornada del viernes. Era el jefe de desarrollo rural de la Diputación. Comenzó su trabajo en diciembre de 2016. Trabajaba con Ferri y ha señalado que colaboraba con dos de los directivos investigados en esta causa. «Los directivos impulsaban los proyectos, definían las líneas y representaban a la empresa», ha explicado.
Carlos Fernández Bielsa, alcalde de Mislata, era uno de testigos previstos para la sesión, pero finalmente han renunciado a su comparecencia.
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