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El tiempo de descuento, con las elecciones a menos de dos meses, ha derivado en un pleno de Les Corts donde cada palo aguanta su vela y el tripartito acude disperso hasta el extremo de alcanzar una división que se escenificará en varias votaciones con posiciones enfrentadas. Hasta el punto de que los socialistas han acusado este miércoles a sus socios en el Consell, Compromís y Podemos, de ejecutar una pinza con la derecha con la única intención de desgastar al PSPV. La sesión plenaria en el parlamento valenciano será maratoniana. Se aprueban leyes que se dejaron para el último momento, y se votan asuntos muy controvertidos para la izquierda, que acaba la legislatura junta pero muy revuelta, sin que la mezcla ligue.
Ante las medidas legislativas que los socialistas pretendían implementar para sancionar la prostitución, Compromís y Podemos votaron en contra al igual que Vox o Ciudadanos, mientras que el PP votó a favor. Pero el PSPV no contaba con suficiente apoyo. Sus socios alegaron su rechazo a las iniciativas socialistas sobre la prostitución porque se presentan por lectura única; es decir, sin tramitación, para aprobarse ya. Nacionalistas, podemistas y socialistas se acusaron mutuamente de falta de diálogo, de voluntad, y hasta de exceso de ego. Tanto Ciudadanos como Vox o el PP reprocharon la «hipocresía» socialista por anunciar su deseo de abolir la prostitución a pesar de escándalos vinculados con la prostitución, ERE's de Andalucía, el caso Roldán o, más recientemente, el del Tito Berni. La popular Maria Gayo los acusó de «abolicionistas de día y puteros de noche».
El consenso en la petición de un modelo de financiación también acabó roto, porque los populares ven absurdo votar una propuesta de Compromís que rectifica los postulados de los últimos años, lo que provoca que los socialistas la apoyen sin convencimiento y con la boca pequeña. Y en el caso de Azud, la situación alcanza su punto álgido: la comisión propuesta por el PP recibirá el voto a favor de los populares y Podemos, incluso el de Compromís si finalmente se cierra la negociación sobre el objetivo de la investigación, mientras que el PSPV votará en contra.
«A lo mejor no hay acuerdo, pero la historia quedará aquí bien escrita y esta será la primera ocasión en que se planteará acabar con estas prácticas, y será a propuesta del PSPV, que acierta, y el resto se equivoca. El tiempo así lo dirá y nos dará la razón», ha señalado José Muñoz, secretario de Organización del PSPV, que ha rechazado apoyar una comisión de investigación sobre Azud «porque ya votamos y aprobamos su creación cuando se levante el secreto de sumario, que no se ha dado en todas las piezas. Hay que esperar».
Así las cosas, el PSPV ha visto cómo sus intenciones de última hora, planteadas en el tramo final de la legislatura en el parlamento valenciano, acaban en la cuneta. El partido de Ximo Puig y el resto del tripartito buscó el apoyo de Ciudadanos para modificar la ley electoral y rebajar el listón de la representación: fracaso por falta de apoyos. Los socialistas intentaron negociar hasta el último minuto la renovación de los consejeros de las instituciones estatutarias: sin éxito. Finalmente, el PSPV ha presentado dos cambios legislativos para endurecer las sanciones contra la prostitución: sin apoyos suficientes. Malos augurios que sus propios diputados lamentan este miércoles en Les Corts, que la semana próxima verá finalizada su actividad.
Muñoz ha asumido «que el PP presente este tipo de iniciativas, eso no me preocupa, pero sí el posicionamiento de otros partidos políticos, Compromís y Unides Podem. Tenemos la sensación de que sólo el PSPV defiende la voluntad de la mayoría social, y también que hay intereses en desgastarnos, una alianza». El dirigente socialista ha anunciado que su partido apoyará la iniciativa de Compromís sobre la financiación «porque estamos a favor del interés de los valencianos en la Comunitat, que estos años registra mayor empleo, recibe inversiones internacionales y aprueba medidas para paliar los efectos de la inflación. Otros deberían pensar si contribuyen a todo eso o alcanzan acuerdos peligrosos con el PP. Me sorprende la posición de Compromís y Podemos respecto a Azud».
Muñoz ha asegurado que espera que en la próxima legislatura Ximo Puig tenga una «amplia mayoría» para gobernar, mientras que la síndica de Compromís, Papi Robles, ha expresado su deseo de tener la mayor presencia posible en Corts ya que son los «garantes» de las políticas del Botànic, y la portavoz de Unides Podem, Pilar Lima, apuesta por cambiar la «correlación de fuerzas» de esta legislatura. Por su parte, por si acaso alguien dudaba de las discrepancias hasta el último momento, el vicepresidente segundo, el podemista Héctor Illueca, también ha aportado su grano de arena.
Illueca ha instado a incluir más ayudas al alquiler para las personas jóvenes en el decreto del Bono de la Cesta de la Compra para darle apoyo y que salga adelante. El vicepresidente segundo y candidato de Podemos a la Generalitat ha advertido de que ha visto «buena predisposición» en sus socios para incluir este punto en el decreto, que en este momento, «no tiene el apoyo de la mayoría parlamentaria». Sin embargo, espera que en las próximas horas lleguen a una «síntesis».
La síndica del PP en Les Corts, María José Catalá, ha tachado de «desesperada» la propuesta de Compromís y UP para reformar el sistema de financiación autonómica. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha reconocido desde Madrid que no se producirá en lo que queda de legislatura la reforma del sistema de financiación, volviéndolo a achacar en gran medida a la pandemia del coronavirus o la guerra de Ucrania. Así se lo ha dicho Montero al diputado de Compromís, Joan Baldoví, candidato a la Generalitat de la coalición, que ha escogido su última pregunta en el Congreso para exigir de nuevo al Gobierno central la reforma del sistema de financiación. En Les Corts, los socialistas votarán a favor a sabiendas de que es un brindis al sol.
Ni como declaración de intenciones saldrá adelante las medidas que los socialistas han pretendido impulsar en el parlamento valenciano sobre la prostitución. La lectura única que finalmente ha propuesto el PSPV, ha sido la excusa para que los socios de los socialistas se posicionen en contra alegando falta de participación de colectivos conocedores de la problemática vinculada con la prostitución. Ciudadanos, por boca de su portavoz, Mamen Peris, recordó su posición a favor de la legalización, mientras que Vox ha justificado su rechazo a que la propuesta llega «sin abordar un asunto complejo, a través de la frivolidad de la lectura única».
¿Y por qué el voto exprés, la lectura única que ha empleado el PSPV? Pues porque en el seno del Consell no había acuerdo respecto a una iniciativa que abanderaba Bravo y que se encontraba de frente y de pleno el rechazo de Oltra, primero, y de Aitana Mas, después. Así pues, los socialistas, después de un debate interno muy tenso por el temor a la derrota que finalmente se ha producido, llevaron la iniciativa a Les Corts para aprobarse por lectura única. El PSPV forzó la maquina y el motor del Botánico gripó. Los socialistas acusaron a sus socios de utilizar «excusas», mientras que los nacionalistas apuntaron hacia la Conselleria de Justicia de Bravo y su «falta de capacidad» para lograr el diálogo. El PP, a pesar de apoyar las medidas contra la prostitución, reprochó a la socialista Peris de ser «la muleta de la señora Bravo para que presuma de ser la abanderada del abolicionismo en España».
De este modo, las costuras del tripartito asomaron en el tiempo de descuento de la legislatura, que acaba sin un consenso entre los socios de Gobierno y también sin la capacidad para negociar con la oposición para renovar la presidencia de À Punt. La primera votación con Miquel Francés como candidato para presidir la televisión valenciana obtuvo 60 votos a favor, media docena de los necesarios para que saliera adelante. Hará falta convocar un nuevo pleno que se celebrará este jueves. Y ya se verá si finalmente no hará falta un tercero.
La comisión de investigación propuesta por el PP para el caso Azud fue defendida por el diputado popular Miguel Barrachina, que centró su petición en la pieza cuyo secreto de sumario se levantó a finales de diciembre y que señala directamente al PSPV, desde su dirigentes en 2003 hasta rozar a los actuales. Barrachina pidió aprobar la comisión a sabiendas de que la legislatura acaba la semana próxima, pero reclamando un «gesto» contra la corrupción. Los recelos de todos, tanto para apoyar como para rechazar la iniciativa, provocó que nadie quisiera defender una posición en contra. Eso no suponía que todos estuvieran a favor.
En el turno para fijar la posición de los grupos, la síndica podemista Pilar Lima, puso el foco de su intervención en su rechazo a la corrupción, señalando especialmente al PP... pero también al PSPV. «Se debe investigar cualquier problema de corrupción generado por el bipartidismo», indicó Lima, que en cualquier caso señaló a los populares como los principales protagonistas: «Que no intenten lavar su imagen con el argumento de 'y tú más'». Lima arremetió contra Catalá especialmente por considerar «una vergüenza» la iniciativa del PP, a los que tildó de «mafiosos», si bien previamente había asegurado estar a favor de «investigar» Azud y de mantener una «tolerancia cero» contra la corrupción: «Vamos a apoyar cualquier cosa que tenga que ver con la corrupción».
Barrachina reprochó a la izquierda que no se haya aprobado la investigación de Azud y que deban limitarse a intentar sacar adelante una comisión que no podrá desarrollarse. Y frente al reclamo de podemistas y Compromís de investigar «a todos», Barrachina señaló que «sí, vale, pero en este asunto el protagonista es Puig y su PSPV».
Vox apoyó la propuesta del PP no sin ahorrarse reproches a los populares por la pieza de Azud vinculada a los populares y otros «casos de corrupción, que ustedes tienen más que los socialistas, pero ellos, estando en la oposición también son capaces de corromperlo todo», según el diputado David García. Fernando Llopis, por parte de Ciudadanos, también señaló apoyo a la comisión, si bien mostró su sorpresa por la iniciativa popular al considerar que Azud es un caso de corrupción del bipartidismo.
Papi Robles, síndica de Compromís, era la que tenía la papeleta más comprometida. La portavoz nacionalista aseguró estar «siempre a favor de investigar la corrupción», si bien consideró que la propuesta del PP es «papel mojado» y un modo de «buscar protagonismo intentado abanderar la lucha contra la corrupción a pesar de que es el colmo, porque Azud va sobre el tiempo en que ustedes gobernaban». Robles ha dado su apoyo pero con muchos reproches: «El bipartidismo extendió la corrupción pero en esta tierra el abanderado era el PP». La síndica de Compromís aseguró que «estaremos en lucha contra la corrupción sea de quien sea», y afeó al PP los votos en contra de investigar a Blasco, Ciegsa, la visita del Papa... «y así, así 132, por lo que tengo muy claro que comisión de investigación sí, pero con todo el mundo dentro» de la investigación.
El PSPV lamentó que los apoyos de la izquierda «dan alas» al PP. «¿Este partido de corruptos nos va a dar lecciones? ¿En qué nos hemos convertido?», se ha preguntado el diputado José Muñoz, quien ha recordado condenas de Gürtel al PP: «A ellos los doy por perdidos, condenados en sentencia firme, pero por favor, el resto de grupos, reflexionen».
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