El vaquero guarda el revólver

Marí deja la primera línea política. Y con él se pone punto y final a una trayectoria brillante, marcada no sólo por una enorme capacidad para el diálogo, sino también para mantener siempre el contacto con sus vecinos. Convertido en estrella mediática –de hecho, en 'político extraordinario' gracias a aquel anuncio de Aquarius, la marca de bebidas de la multinacional Coca Cola-, denunciante del caso Emarsa, uno de los más chuscos y graves que ha dejado la corrupción política valenciana de los últimos años, exsecretario comarcal de los socialistas de l'Horta Sud, leal a sus amigos y a una manera de entender la actividad política, esta semana ha renunciado a su acta de concejal. «Es el momento de colgar las botas, de hacer siestas largas, de viajar y de demostrarle a mi familia que los quiero», dijo.

Así que toca dejar la primera línea. Lo hace uno de esos alcaldes que siempre ha obtenido en las elecciones municipales un buen puñado de votos más que la lista de su partido en las autonómicas en el mismo municipio. Tres mayorías absolutas consecutivas y siete citas electorales consecutivas siendo la lista más votada avalan el tirón de este alcalde responsable de la transformación de Albal con más zonas verdes, la creación de parques infantiles, la mejora de la accesibilidad en las calles más antiguas, la restauración de la ermita de Santa Ana y la renovación del Plan General de Ordenación Urbana para modernizar la localidad. También de la reforma del polideportivo de Santa Ana, la creación de vías verdes y, como último logro, la estación de Cercanías de Renfe, impulsada desde el ministerio de Transportes durante la etapa de José Luis Ábalos. Marí «le ha dado la vuelta al pueblo», reconoce cualquier vecino de esa localidad -17.000 habitantes- de l'Horta Sud.

«Ha sigut una bona persona entregada al seu poble al llarg d anys! La seua vida era eixe ajuntament», reconoce uno de los grandes referentes del socialismo valenciano. Llegó a la alcaldía en 2003, y cuando la dejó en 2023 –a pesar de ganar las elecciones- la localidad ya era mucho más humana y habitable que cuando llegó. Fue diputado provincial entre 2011 y 2015, y gracias a él vio la luz el escándalo de la depuradora de Emarsa, ese saqueo de 24 millones de euros en el que se acabaron demostrando todos los principales delitos de la corrupción política: blanqueo de capitales, malversación de caudales públicos, cohecho, prevaricación y falsedad. «Un merder», nunca mejor dicho, que puso la primera piedra para demostrar que los chanchullos se pueden y se deben denunciar. Un caso vergonzante, traductoras rumanas incluidas, con el exdiputado provincial y exalcalde de Manises Enrique Crespo como principal condenado –y así hasta 24- con una pena de diez años de prisión.

Marí se jubila. Y el PSPV de la provincia de Valencia se queda si uno de sus referentes de honestidad y trabajo bien hecho. El vaquero guarda el revólver, el político extraordinario cuelga los guantes. Ha sido todo lo que ha querido, aunque los que le conocen saben que debería de haber sido mucho más. Por valía, por rigor, por capacidad de trabajo, y sobre todo, por buena persona.