El vicepresidente Dalmau se salta el pleno del Consell para ir a la lectura de una tesis

El pleno del Consell es la reunión más importante del Ejecutivo valenciano, viernes tras viernes. En él, los doce consellers del Gobierno de la Generalitat toman, a puerta cerrada y dentro de una ceremonia reglada, las decisiones que regulan el día a día de la Comunitat. Sin embargo, la semana pasada, el equivalente al consejo de ministros valenciano contó con una destacada ausencia, la del vicepresidente segundo de la Generalitat y conseller de Vivienda y Arquitectura Bioclimática, Rubén Martínez Dalmau. Aunque las ausencias de los consellers suelen ser comunes por viajes institucionales, reuniones en otras comunidades o indisposiciones, la del vicepresidente está relacionada con su anterior empleo, como profesor titular de la Facultad de Derecho de la Universitat de Valencia.

En concreto, Martínez Dalmau asistió el pasado viernes a la lectura de la tesis «Límites en la aplicación y concreción de los conceptos jurídicos indeterminados utilizados en la actividad administrativa», a cargo de un doctorando de quien ha sido tutor y director de su proyecto. Así consta en la web de la propia facultad.

La ley de incompatibilidades de la Generalitat es muy ambigua en este caso, ya impide a los altos cargos en activo realizar cualquier tipo de actividad profesional al margen de su trabajo en la Administración, pero deja excepciones relacionadas con el mundo académico. De hecho, desde la Oficina de Control de Conflicto de Intereses aseguraron ayer que no han recibido ninguna petición de compatibilidad ni se les ha hecho ninguna comunicación sobre las direcciones de tesis en la universidad porque, según aseguran, «es compatible como actividad de producción científica».

Fuentes universitarias consultadas por este diario explicaron ayer que la lectura de una tesis, como proceso final del doctorado de un alumno, se fija con semanas de antelación y se suele hacer por consenso para facilitar la asistencia de todas las partes y puede cambiarse si existe necesidad. El cargo de director de tesis no está remunerado económicamente, pero sí conlleva beneficios académicos, ya que supone méritos en futuros procesos de concurso y beneficios a la hora de reducir las horas de docencia. Además, la presencia del director de tesis no es obligatoria en la lectura de la misma, por lo que Martínez Dalmau podría haberse ausentado para cumplir con su obligación actual, como vicepresidente segundo del Consell. «La presencia del director de tesis es habitual, pero no obligatoria. Dejaría en un lugar extraño al doctorando, pero tratándose de un vicepresidente de la Generalitat, el tribunal habría entendido su ausencia», aseguraron ayer fuentes académicas. Del mismo modo, otras fuentes de Derecho reconocieron la extraña situación en que queda el número tres del Consell. «Hay que valorar si estás en un sitio o en otro, porque en los dos queda extraño».

Desde la Vicepresidencia segunda aseguraron ayer que Martínez Dalmau tenía adquirido de antes el compromiso con el alumno que, además, venía de fuera. En concreto, se trata de un profesor de la Universidad Simón Bolívar de Barranquilla (Colombia). El también conseller de Vivienda se lo comunicó, además, al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y cerró la hora de la lectura de la tesis a media mañana para poder compatibilizarlo con su asistencia al pleno y a la universidad. Sin embargo, las mismas fuentes aseguraron ayer que el lugar del pleno se cambió de Valencia a Alicante para que los miembros del Consell pudieran acudir a la fiesta de un medio de comunicación. Así que el cambio de planes dejó a Dalmau sin posibilidad de compatibilizar ambas actividades.

La asistencia a la lectura de la tesis no ha sido el único momento en el que los asuntos privados se han mezclado con los públicos en la vicepresidencia. El pasado verano, la cuenta de Twitter de la conselleria anunció que el vicepresidente asistiría a la distinción como huésped ilustre de Arequipa (Perú) con la que la ciudad lo iba a premiar. Pero la Conselleria tuvo que aclarar que el viaje era a título personal, no por su cargo de vicepresidente y borró el tuit.