

Secciones
Servicios
Destacamos
Jaume Hurtado, un ingeniero especializado en transporte subterráneo, podría tener en sus manos el futuro del valencianismo. Adelanta que puede hacer la entrevista en cuatro idiomas: valenciano, castellano, francés e inglés. Precisamente, el dominar las dos lenguas oficiales en la Comunitat dice que le permitió aprender francés «en un curso 30 días». Ahí es nada.
-Pues... Es muy complicado (ríe). Todo el mundo presume de serlo. Puig, el PP, Compromís, Cs, pero luego... El valencianismo consiste en reclamar poder valenciano. Y esto es muy amplio, un poder político, sí. Pero necesitamos también un poder económico, con menos impuestos y más dinero para ciudadanos y empresas, y recuperar un sistema bancario propio, que se ha perdido.
-Yo pienso que sí está resurgiendo. Voy a Canals, Burriana o Nàquera y me reconocen...Pero hay otra pata de la política, que es la prensa. Y ahora mismo, el único medio que ha defendido siempre los intereses de los valencianos es LAS PROVINCIAS. El PP, que acaparó todo el centro derecha, va a desaparecer por falta de liderazgo. Para liderar una formación tienes que tener una experiencia en el sector privado. Compromís tampoco ha sido capaz de pactar con el Gobierno de España y el PSPV no ha obtenido beneficios.
-Debe existir una televisión valenciana plural y abierta para informar de la actualidad y difundir su cultura y su lengua. El problema es que À Punt no hace eso. No es la televisión de todos. Debería de utilizar formas propias y la fonética valenciana y, en cambio, abundan los presentadores castellanoparlantes de origen que se esfuerzan en decir: gairebé, aleshores, nosaltres, aquests, quelcom, vacances y palabras catalanas que no existen en valenciano. Yo haría una Á Punt valenciana, con gente como Julio Insa y los humoristas Raúl Antón y Rubén García...Sería líder de audiencia.
LAS CLAVES
-No todos. Nuestro voto es el que tuvo Compromís en 2015 de gente que no sabía qué era Compromís, que estaba el Bloc detrás. Se trata de lograr los apoyos de los hijos de anteriores votantes de Unió Valenciana. Nuestro votante saldrá de este grupo y del PP.
-Aquí necesitamos el 5% para tener representación en Les Corts. Esto nos castiga mucho porque son 115.000 votos. No ha habido voluntad por reducir esa barrera. Montaremos lista en 150 municipios. Si tuviéramos una barrera del 3% provincial, entraríamos. Eso son 40.000 votos.
-El valencianismo es algo difícil de definir. Poble es valencianista, más de izquierdas, pero está cerca de nosotros en muchos asuntos. Pero Avant tiene una ideología diferente a la nuestra...
-Somos más abiertos. Aquí hay gente de izquierda, de centro, de derechas. Nosotros no somos un partido de derechas. En realidad, ya no hay una clara diferenciación entre la derecha y la izquierda. Defendemos, fundamentalmente, que Valencia tenga más poder.
-Creer que los valencianos vamos a tener más poder o estaremos mejor en un escenario de vuelta al franquismo, sin autonomías, es de ser muy ingenuo o tonto. Lo que hace falta es comprender que los valencianos somos capaces de un autogobierno dentro de la Constitución, España y Europa. ¿Cuándo hemos sido más importantes? Cuando éramos un Reino.
-No esperaba mucho. Nunca ha sido un valencianista ni un referente. Su línea no ha sido defender ni la lengua ni el poder valenciano.
-No. La burguesía valenciana no existe. Esta diferenciación no se da en Valencia. Somos una sociedad más abierta y con contacto entre las diferentes capas.
-Compartimos cosas, sí. Pero para mí es my importante el tema de la lengua. No entiendo qué beneficio tiene querer que el valenciano sea un dialecto del catalán. Esa subordinación política, económica, trasladada al tema de identidad... Es lo mismo. Ellos están cómodos ahí. Pero yo tampoco comparto que se prime el castellano sobre el valenciano. No entiendo qué ventaja tiene que los padres le hablen castellano a sus hijos y que se pierda su propio idioma.
-Me fui al cine. Yo fui a la procesión cívica, la que recuperó lo Rat Penat y el Ayuntamiento se apuntó cuando vio el éxito que tiene. Lo de la tarde se empezó a hacer por los que no creían en el Reino de Valencia, pero eso es ridículo e innecesario. Por la mañana ni se insulta ni se escupe.
-No lo sé. Nuestras raíces están en el Blasquismo, también. Pensar que un movimiento valencianista es de extrema derecha es ser malintencionado. Luis Vives o Lizondo también son nuestros referentes, humanistas, europeístas y gente universal. Lo opuesto a la extrema derecha.
-Se empezó subvencionando entidades pro països catalans desde Banca Catalana, en los años 60 y 70, con Jordi Pujol al frente. Así se creó Compromís. Adoctrinando profesores universitarios primero, luego estudiantes, y funcionarios. Ahora la formación devuelve favores, y por ejemplo, con la aplicación del 155 en Cataluña, quien ponía publicidad en medios catalanes independentistas era Marzà y algunas consellerias. Pero el sistema está mal en origen. Los políticos de turno subvencionan la cultura que les gusta a ellos.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Destacados
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.