Vox evita trasladar a Les Corts la línea dura que marca Abascal contra el PP

Para muestra, botones. Durante la mañana de ayer se celebraron dos comisiones parlamentarias en Les Corts donde populares y voxistas votaron al unísono todos y cada uno de los puntos que se abordaron. Dio lo mismo Sanidad que medio Ambiente, que eran los temas de las dos reuniones en la Cámara. Sin fisuras, contrapusieron su mayoría frente a las propuestas de la izquierda, que tumbaron sistemáticamente. Sin fisuras impusieron sus votos para aprobar sus iniciativas, cada uno las suyas a pesar de las discrepancias de los socialistas y los nacionalistas.

A Vox le costó literalmente cinco días, desde el jueves pasado hasta el martes, demostrar su rechazo contra la modificación de los sueldos del Consell y asegurar que harán todo lo posible para que ese decreto ley no sea ratificado en Les Corts. Han evitado anunciar su posición respecto a una iniciativa de Compromís para reclamar la dimisión de Mazón, y ayer sumaron sus votos a los del PP para reclamar más medidas contra la DANA al Gobierno, así como para exigir obras en el barranco del Poyo y rechazar iniciativas del PSPV y Compromís como las relacionadas con la Albufera o con la puesta en marcha de refugios climáticos. Si bien el PP no niega el cambio climático que para Vox es «falso», los dos partidos votaron ayer en el mismo sentido en la comisión de Medio Ambiente, donde también sacaron adelante, precisamente el día de la DANA, el plan Simplifica que posteriormente fue aprobado en Les Corts.

Los populares lo tienen claro. Los más hábiles guardan un prudente silencio para no remover el avispero. Otros, como la diputada Nieves Martínez, lo explica a las claras cuando ayer rechazó «extrapolar en estos momentos al territorio valenciano una idea lanzada por Vox a nivel nacional», por considerar que la Comunitat está «en circunstancias muy excepcionales», por lo que emplazó a los voxistas a «servir a los ciudadanos que necesitan más que nunca el servicio público a través de la política».

Bellver se remitió a las palabras del secretario general de su partido, Ignacio Garriga. «No tenemos nada más que añadir ni modificar», indicó la diputada de Vox, para seguidamente recordar que su formación tiene «una jerarquía nacional», por lo que depende «de lo que nos diga nuestro secretario general». Lo que es cierto es que esa posición, a nivel nacional, va matizándose en función de múltiples factores. «Así es muy difícil trabajar, no saben a qué carta quedarse», comenta un diputado del PP.

Fuentes del grupo parlamentario voxista aseguran que a José María Llanos, síndic del partido en Les Corts, «le han dicho, por activa y por pasiva, que tiene que ser más duro». El portavoz voxista va dando de cal y de arena al Consell, si bien las votaciones trascendentales siempre encuentran a los diputados de los dos partidos votando al alimón. Todo este tira y afloja es contemplado sin emoción por la izquierda. El síndic de Compromís en Les Corts, Joan Baldoví, auguró ayer que Vox no tendrá «ningún problema» en aprobar los presupuestos de 2025 de la Generalitat. Por su parte, La secretaria general del PSPV, Diana Morant, no entró a valorar la relación entre PP y Vox, aunque aseguró que, por lo que respecta a su partido, no le influye esa supuesta relación tormentosa en términos verbales y mucho más plácida a la hora de votar.