Barrera sitúa como número dos en Cultura a una militante contra el separatismo catalán

En el segundo escalón, el de los secretarios autonómicos, se nombra a Paula Añó (Cultura), Ignacio Grande (Familia), Jerónimo Mora (Innovación) y Cristina Moreno (Turismo).

En cuanto a los directores generales, se incorporan José Antonio Redorat (Administración Local), Inés Sánchez (Abogacía), Sergio Arlandis (Cultura), Pilar Tébar (Patrimonio Cultural), Elena Albalat (Familia), Ramón Meseguer (Discapacidad), Monserrat Alcalá (Infraestructuras Sociosanitarias), Ana Isabel Caballer (Vivienda), Inmaculada Domínguez (Tributos), Jesús Gual (Fondos Europeos), Tony Woodward (Patrimonio), Javier Lorente (Función Pública), Cristina Gil (Justicia), Ignacio Martínez (Ordenación Educativa y Política Lingüística), Marta Armendía (Formación Profesional), Rafael Valcárcel (Infraestructuras Educativas), Francisco Javier Benito (Desarrollo Rural), Joaquín Gómez (Política Agraria), Francisco Juan Espinós (Pesca), Manuel Ríos (Transportes), Juan José Cortés (Innovación), Esther Olivas (Emprendimiento), Isabel Sáez (Comercio) y Esther Labaig (Turismo).

De esta forma, Vox articula sus consellerias en torno a personas como Paula Añó, una valenciana que se hizo popular por un vídeo que se hizo viral en un programa televisivo, así como Arlandis, profesor de la UV y especialista en análisis de poesía. Además, Merino incorpora a su conselleria a Woodward, exdiputado de Ciudadanos y persona que le acompañó en las negociaciones con el tripartito en materia de presupuestos.

Paula Añó, la nueva número dos del vicepresidente Barrera en Cultura, militó del PP en Cataluña y se ha significado por una posición beligerante frente al separatismo catalán. En su última etapa saltó al partido de Manuel Valls, Valents. Gran parte de los fichajes en el apartado de las direcciones generales son, en realidad, ascensos encubiertos de un buen número de altos funcionarios que actualmente o en los gobiernos autonómicos del PP asumieron responsabilidades en la dirección de equipos en la Administración. Jefes de servicio y subdirectores han dado un paso al frente y ocupan buena parte de la dirección política de la Generalitat, así como profesores universitarios, muchos de ellos de la Universidad de Alicante.

«Ellos solos se retratan cuando son capaces de colocar a una agitadora televisiva de ultraderecha», señaló la síndica socialista en Les Corts, Rebeca Torró, en referencia al nombramieto de Añó. Según Torró, «siguen comprando el desguace de Ciudadanos», en referencia al exdiputado de esta formación, Tony Woodward. Esa fue la valoración del PSPV sobre los nombramientos.

Gran parte de los fichajes en el apartado de las direcciones generales son, en realidad, ascensos encubiertos de un buen número de altos funcionarios que actualmente o en los gobiernos autonómicos del PP asumieron responsabilidades en la dirección de equipos en la Administración.

Además de altos funcionarios (Sánchez, Martínez Arrúe, Gil, Dómínguez, Lorente, Armendia o Varcárcel), al nuevo Consell se incorporan profesores universitarios (es el caso de Mora, Ríos Arlándis, Espinós o Cortés) así como profesionales del sector privado y miembros de asociaciones con experiencia en el campo que deben gestionar. Es el caso de Nacho Grande, Sáez, Labaig o Meseguer, quien fue director de Cocemfe en Castellón.

En esta batería de nombramientos, en lo que se refiere al PP, no se ha recurrido a cargos electos (diputados autonómicos o provinciales) ni al amplio catálogo de altos cargos de anteriores gobiernos populares. En cualquier caso, en las consellerias populares sí destaca la incorporación de Ignacio Grande, que en algún momento incluso sonó como posible candidato a la Alcaldía de Valencia y que ha estado durante casi diez años al frente de Cáritas y ahora se sitúa como número dos de la vicepresidenta y consellera de Servicios Sociales, la popular Susana Camarero.

La entrada al Consell de Woodward (ex de Ciudadanos) no es la única con un marcado perfil político. Lo mismo ocurre en el caso de Cristina Moreno, la sustituta del socialista Francesc Colomer en Turismo, o de Elena Albalat, que en su momento, cuando en Castellón se libró un breve pero intenso careo orgánico, se puso de lado de Marta Barrachina y, por tanto, del líder de los populares, Carlos Mazón, y ahora se convierte den directora general de Familia.

Junto a la incorporación de Añó (participante en Barcelona en la Asamblea por una Escuela Bilingüe y miembro de 'S'ha Acabat-Joves per la defensa de la Constitució', además de impulsora del Centro Libre, Arte y Cultura, CLAC), Vox ficha para su Dirección General de Cultura a Arlandis, que además de profesor universitario es responsable de La Nau Menuda/Jove de la UV, además de haber publicado varios poemarios y ejercer de crítico literario. Pilar Tébar, al frente de Patrimonio Cultural, ha ejercido hasta ahora como una de las responsables del Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, dependiente de la Diputación de Alicante que Mazón presidía hasta hace escasos meses.`

Los voxistas incorporan en la conselleria que lidera Elisa Núñez a Cristina Gil, que ha ejercido como letrada de la Administración de Justicia, y todavía debe buscar a alguien para la Dirección General de Atención a las Víctimas y para la Secretaría Autonómica de Emergencias, en la que el socialista José María Ángel (un histórico 'pata negra' del PSPV) sigue ejerciendo de máximo responsable.

En cuanto a Agricultura, el área que lidera José Luis Aguirre suma a tres directores generales. En Desarrollo Rural sitúa a Javier Benito (fue director de la Casa de España en la ciudad china de Guangzhou), y a Gómez Bau en Política Agraria (veterinario con experiencia la inspección alimentaria en la Conselleria de Sanidad y vinculado a los servicios técnicos de AVA desde hace 20 años), mientras que en Pesca estará al frente Espinós, que ha sido director del Centro de Investigación de Acuicultura y Medio Ambiente adscrito a la Universitat Politècnica de València. De esta manera, el Consell de PP y Vox cubre cerca de la mitad de las plazas de altos cargos para la nueva Generalitat.

Al nuevo Gobierno de Carlos Mazón se siguen incorporando antiguos miembros de Ciudadanos, partido sin representación parlamentaria en la actual legislatura. La portavoz del Consell, Ruth Merino, también con pasado naranja, fichó a Tony Woodward, ex diputado en Les Corts de Ciudadanos, como director general de Patrimonio en la consellería de Hacienda. Woodward es licenciado en Ciencias Empresariales por la Universidad de Valencia y tiene experiencia en dirección financiera en el sector privado.

El nombramiento de excomponentes de Ciudadanos se normalizó cuando Mazón puso a Merino al frente de Hacienda, una de las áreas más fuertes del Gobierno valenciano, y le confió la portavocía del Ejecutivo. Desde entonces, la consellera ha hecho hueco en la cartera que dirige a sus antiguos compañeros de partido. Entre ellos destaca Carlos Gracia, quien fue diputado en el parlamento valenciano y jefe de gabinete de Merino cuando ésta asumió la portavocía del grupo parlamentario tras la abrupta salida de Toni Cantó. Ahora, ocupará un alto cargo en el Consell como subsecretario de Hacienda. Gracia es doctor en Ingeniera de Organización Industrial y ha sido director de instituto hasta que hace dos meses se reincorporó como profesor a la Universidad Politécnica de Valencia.

El cuarto exmiembro de Ciudadanos que tendrá cabida en el Gobierno es Emilio Argüeso. Formará equipo en la vicepresidencia de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda dirigida por Susana Camarero como secretario autonómico del Sistema Sociosanitario. Argüeso fue diputado Les Corts hasta que dio el saltó al Senado donde ocupó un escaño durante la pasada legislatura.