El síndic de Vox, José María Llanos. Iván Arlandis

Los voxistas defienden su paso por el Consell y exhiben su sintonía con Mazón

Llanos reivindica la labor de Vox mientras que el presidente de la Generalitat deja de lado la ruptura y apuesta por «mirar hacia delante y seguir esforzándonos por ser útiles y construyamos mucho más»

Burguera

Miércoles, 18 de septiembre 2024, 21:28

El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, despachó un discurso inicial de 190 minutos en el debate de política general. Hizo un extenso análisis de su gestión pero no empleó ni un minuto entero en hablar sobre algo que no había pasado nunca en un ... Consell de coalición, como fue su voladura el pasado mes de julio, cuando Vox se salió de buenas a primeras del Gobierno valenciano. Este miércoles, Barrachina estaba sentado en el sillón que ocupó José Luis Aguirre hasta julio, y Camarero en el que ocupó Vicente Barrera, y otro tanto con Salomé Pradas en el sitio de Elisa Núñez. Mazón tuvo que modificar la estructura del grupo parlamentario de su partido y tambien del Consell por un suceso sobre el que ayer pasó de puntillas. Quizá porque sea el revés más inesperado de la legislatura. Quizá por eso tampoco ha querido entrar al choque directo con Vox. Quizá alguien que no fuera ni el PP ni Vox se tenía que haber dado cuenta de en el hemiciclo del parlamento valenciano había este miércoles un enorme elefante del que Mazón no tenía demasiadas ganas de hablar, del trastorno que supone para el presidente de la Generalitat la ruptura de un acuerdo de gobierno y la pérdida de un apoyo parlamentario que, en el mejor de los casos, le instala en una evidente incertidumbre a la hora de aprobar cualquier cosa en Les Corts y que, en el peor, le podría obligar a adelantar las elecciones. Sin embargo, por ahora, parece que Mazón no tiene nada que temer, porque los voxistas realizaron un discurso suave y dulce

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José María Llanos, síndic de Vox, en cualquier caso, no ha tenido inconveniente en explicar que «nos importa antes la igualdad de todos que los autogobiernos, el bienestar de todos antes que las instituciones». El portavoz voxista hizo hincapié en la «coherencia» de su decisión y en la importancia del asunto por el cual el partido de Abascal dejó el Consell, que es la política migratoria. «Hay cosas sujetas a negociación y otras no», advirtió Llanos, quien ironizó que había «echado de menos que haga mención de que, de las 60 semanas de su gobierno, durante 52 nosotros hayamos sido copartícipes». Por ello, el síndic de Vox se ha erigido en «pieza fundamental» del primer año de la gestión del Consell.

«Hemos sacado adelante juntos la ley educativa. Vox quería ir más allá en el respeto a la libertad de las familias, pero es una buena ley y la inmensa mayoría de los valencianos nos lo agradece», ha recordado Llanos, quien asume que «a pesar de críticas y manipulaciones, seguiremos haciendo lo que creemos que es bueno para las familias». El síndic de Vox ha hecho hincapié en ese corpus legislativo que ellos y los populares impulsaron a finales del año pasado en relación a la transparencia, la memoria histórica o la educación. Llanos instó a Mazón en profundizar en la renovación de À Punt, y arremetió contra la AVL y reclamó su cierre.

Llanos consideró que «es de bien nacido ser agradecido» y ha reivindicado la actuación de Vox en el Consell. «Ahora no estamos en el Gobierno sino en la oposición. En el Botánico nos piden que ataquemos, pero Vox no va a hacerle el juego a la izquierda. No vamos a adoptar posturas teatreras en público para negociar luego en privado», ha advertido el síndic voxista, si bien ha asegurado que «tendrá a Vox como aliado si es para desterrar el sectarismo de las instituciones». Un constante sí pero no, y luego un no pero sí. Un complicado equilibrio.

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«Es su responsabilidad y la nuestra exigir un plan hidrológico que pase, además, por el rechazo de la Agenda 2030 que condena a nuestro sector primario», ha indicado Llanos mientras Mazón le sonreía. El síndic de Vox ha reclamado «austeridad» en el gasto de promoción institucional, y ha animado al jefe del Consell a impulsar una serie de medidas «que no son fruto de la ideología sino del pensamiento y de la razón».

El portavoz voxista ha reflexionado sobre la política en general para acabar preguntando a Mazón si practicará el continuismo del primer año del Consell o si se desviará hacia la izquierda.

El jefe del Consell, pues agradecido «por el tono y por el contenido», si bien ha considerado «lógico» que «discrepemos de algunas cosas», si bien se ha felicitado de hablar de «alta política» y de «principios».

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«Es cierto, hemos gobernado durante un año y hemos conseguido muchas cosas. Hemos tomado no pocas decisiones conjuntas y en mi primera intervención les he dado varias veces las gracias», ha aclarado Mazón, quien considera que no es «sospechoso» de no «agradecer la labor de Barrera, Aguirre, Núñez y sus equipos, con los que hemos trabajado muy bien y hemos discrepado con lealtad». Así pues, el presidente de la Generalitat ha multiplicado sus agradecimientos y ha admitido tener «esperanza» en poder pactar los presupuestos. Batalla politica sustituida por una batalla de flores, porque, de hecho, Mazón ha admitido que le dio «pena» la salida de Vox del Consell, además de asegurar «estar muy orgulloso» de haber «puesto freno a la expansión pancatalanista en la Comunitat» junto a los voxistas.

«Nos separan cosas pero la palabra »constructiva« es la que quiero utilizar para definir nuesta relación a partir de ahora», ha propuesto Mazón, toda una declaración de intenciones. Dio la sensación de que, aunque Vox diga que en todos los sitios dice lo mismo, no lo dice siempre igual, y que los voxistas madrileños y los voxistas valencianos no presentan los mismos grados de empatía respecto al Consell de Mazón, muy de acuerdo con la idea de los voxistas de defender la vigencia de la central nuclear de Cofrentes.

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Mazón ha ofrecido «dejar de lado» la ruptura y ser «útiles» y «seguir construyendo mucho más», toda una declaración de intenciones. Llanos ha admitido que «compartimos grandes temas por los intereses de los valencianos». El voxista ha realizado «pequeñas correciones», más bien matizaciones en un debate de guante blanco y muchas ganas de negociar, si bien Llanos ha reclamado «llamas las cosas por su nombre», sobre todo en materia de inmigración, caballo de batalla del partido de Abascal para marcar distancias respecto al PP. De hecho, Llanos ha comentado: «No nos vamos a poner de acuerdo en todo, yo no me voy a pasar al PP, pero podemos llegar a acuerdos. Lo que Vox va a hacer siempre es una oposición constructiva. Le animos a que sigamos, usted en su vagón y yo en mío, pero al servicio de los ciudadanos», algo que Mazón ha puesto «por encima de las siglas».

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