En la mesa del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se acumulan pilas de documentos económicos, flanqueados por libros de ensayo que el jefe ... del Consell intercala con novelas cuando su agenda se lo permite. Pero, entre todos esos papeles, un pequeño unicornio morado de peluche, que le regaló una niña ucraniana, se mantiene en lo alto de una torre de documentos para recordarle que las cosas pueden cambiar en un instante.
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-Estos días se habla mucho de fiscalidad. ¿A usted la renta le sale a pagar o a devolver?
-A pagar. Este año a pagar.
-¿Qué es la clase media, ahora que se habla tanto de ella y todos la quieren seducir?
-No es un concepto nuevo, pero viene a definir ese espacio central en el que las rentas son ni muy altas ni muy bajas. Es fundamental para un país tener clases medias potentes y reconocidas.
-¿Avisó a Pedro Sánchez o a alguien de su equipo de que iba a bajar los impuestos en la Comunitat? Pareció que se sumaban a una acción coordinada entre comunidades...
-No hubo ninguna coordinación. Cada uno evalúa la situación en su territorio y toma las decisiones oportunas. Nosotros ya las adoptamos en 2017, con una reforma fiscal más trascendente. Cambiamos la anomalía de que las rentas más altas fueran las que menos pagaran de España. Ahora hemos profundizado en esa reforma y la gran dificultad la tienen las rentas medias y bajas, que necesitan medidas paliativas donde nuestro espacio fiscal nos permite.
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-¿Pero avisaron a La Moncloa?
-La ministra de Hacienda y el conseller hablaron y en función de nuestras competencias decidimos.
-¿Cómo se lo tomaron?
-Hubo unas diferencias, pero no fueron sustanciales viendo cómo ha evolucionado la propia acción gubernamental.
-¿Alguien de La Moncloa trató de disuadirlos?
-No. Nunca se pidió como tal porque, desde luego, el Gobierno es consciente de la responsabilidad institucional de cada uno.
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-Se ha escuchado estos días a la vicepresidenta Nadia Calviño equiparar su reforma fiscal con la de Ayuso y decir que no es responsable...
-No sabía que lo había dicho, pero miren, no estoy aquí para polemizar ni con el Gobierno de España ni con otro. Estoy para ejercer las competencias de la Generalitat en un momento de enorme dificultad y para ayudar a los valencianos en la medida de nuestras posibilidades, que no son las que nos gustaría.
-¿Distingue entre su bajada y la de la Comunidad de Madrid?
-Por supuesto. No tiene nada que ver. El Consell desarrolla una política que favorece a las rentas bajas y medias. Otros gobiernos benefician a las grandes fortunas, con parámetros diferentes que en nada se parecen a los nuestros. Como dijo Olof Palme, «no estamos aquí para acabar con los ricos, sino para acabar con los pobres».
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-¿Ha hablado alguna vez con la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso?
-He hablado poco. Pero tengo respeto por todas las personas en general y muy especialmente por los que representan a los ciudadanos.
-Sorprende que no haya relación fluida entre una comunidad poderosa económicamente y otra que es su puerto de salida natural.
-Queremos que haya mayor relación y la tenemos desde el punto de vista empresarial y cultural. La Comunitat y Madrid tienen muchos intereses comunes. No somos 'anti' nada. Ni anticatalanistas ni antimadrileños. Somos provalencianos.
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-¿Por qué el límite para bajar impuestos se ha puesto en 60.000 euros y no en rentas más necesitadas?
-Porque los expertos dicen que es lo razonable y que encaja constitucionalmente. Como saben, yo a principio de septiembre lo anuncié, se ha trabajado y se han visto las distintas posibilidades que tenemos para hacer política social. La acción de la Generalitat en absoluto pone en cuestión ningún servicio público.
-Podría pensarse que trata usted de llegar al mayor número posible de contribuyentes pensando en clave electoral… El resto de autonomías han puesto el listón más bajo.
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-Nosotros pensamos que las rentas medias también están sufriendo la inflación y alguien que cobra más de 20.000 euros y hasta 60.000 no es un rico.
-¿Nos puede explicar cómo se pasa en cuatro días de pedir implícitamente un castigo a las autonomías que bajen impuestos a bajarlos usted mismo? ¿Se explicó mal?
-Hay un error de partida, porque en ese debate nunca dije que hay que penalizar. Lo que dije es que hay que tener en cuenta el efecto fiscal para la financiación. Los impuestos que propician deslocalización no son razonables.
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-No se le debió entender entonces, porque incluso compañeros del PSOE como el presidente de Extremadura le dijeron que le esperaban con una sonrisa cuando haya que reclamar la financiación...
-No sé si se refería a nuestra fórmula o a quienes han quitado Patrimonio. No estoy aquí para confrontar ni con otros presidentes ni con el Gobierno de España. Pero sí hay que tener clara una cuestión. El dinero público que se recauda de los ciudadanos no es de ninguna institución en concreto. Yo no voy a pedir nada. Exijo aquello que corresponde a los valencianos. Es de los ciudadanos que lo depositan en las administraciones. A partir de ahí, lo que se tiene que determinar es cómo se reparte esa tarta de impuestos. Yo no pido, yo exijo que todos los españoles seamos iguales también en la financiación.
-¿Cuando conoceremos las tarifas del IRPF?
-El conseller de Hacienda está acabando de formalizar la documentación.
-Entendemos que teniendo que añadir la ristra de peticiones que están haciendo Compromís y Unidas Podemos, que desean cambiar de manera sustancial la reforma que usted anunció en Les Corts porque quieren pedir subir los impuestos a las rentas altas.
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-Tenemos que dialogar con los grupos, claro. Pero en ese espacio de diálogo la línea argumental fundamental es la que yo planteé.
-Si ya se subieron los impuestos a las rentas altas y ahora el Gobierno las sigue gravando, ¿no cree que es mala idea la propuesta de sus socios de volver a hacerlo?
-Es una cuestión que el conseller va a hablar, pero las rentas altas aquí ya pagan por encima de la media nacional. Hay que tener en cuenta todas las realidades. Hay que intentar hacer el menor populismo fiscal posible. Nuestra actuación en este caso ha sido sensata y rigurosa.
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-Si la recaudación fiscal de la Generalitat crece 1.800 millones en lo que va de año, una rebaja de impuestos de 150 millones no es demasiado rácana?
-Esa parametrización no es exacta porque la Generalitat ha visto aumentado el coste de la inflación en sus servicios. Todas las instituciones están afectadas en sus servicios, obra pública. Esa ecuación no es razonable.
-En Les Corts usted reconoció que ya estamos recibiendo el dinero que correspondería con un nuevo modelo de financiación. ¿No supone regalar el discurso a las autonomías que defienden otro modelo?
-No, porque lo que nosotros recibimos no lo recibimos en el concepto que es esencial en un sistema de financiación. Pero no queremos FLA ni ayudas coyunturales, queremos un sistema que nos permita evaluar un presupuesto de ingresos y gastos ajustado.
-¿Qué ha sido del fondo de nivelación que usted pidió al Gobierno? No lo mencionó en el último debate de Les Corts...
-Lo seguimos pidiendo, por supuesto. Soy consciente de la dificultad de llegar a acuerdos en la financiación y lo soy porque no vivo en Marte.
-Dijo la ministra de Justicia que a veces cogía el metro y la gente hablaba del CGPJ. ¿De qué habla la gente en los círculos en los que usted se mueve?
-De la carestía de la vida, del trabajo, de los problemas económicos.
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-Escuchará también que ha subido la compra, la gasolina…, y que la inflación, dicen, hace caer gobiernos. ¿Le asusta que algo ajeno a su gestión pueda acabar suponiendo un castigo en las urnas?
-Me asusta que no haya certidumbre para que la economía recupere su posición. Que haya despidos. Me preocupa que no pare el proceso inflacionario. En esta legislatura he recorrido un itinerario de tantas situaciones y momentos tan difíciles que no sabemos lo que puede pasar en los próximos meses. Pero le digo de corazón que no es mi preocupación fundamental nada que tenga que ver con las elecciones. Lo serán dentro de unos meses, pero no ahora.
-¿Ha decidido ya cuándo serán las autonómicas?
-Si continúa habiendo estabilidad, cuando toquen.
-¿Eso es abril, o en mayo con las municipales?
-Es probable que de la mano de las municipales. Dependerá de ese momento. Deseo que los ciudadanos sepan qué deciden en cada momento.
-¿Le han empezado ya a llegar las peticiones para ir en las listas?
-Aún no ha empezado. Creo que generar un clima preelectoral en este momento es distanciarse de las preocupaciones de los ciudadanos.
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-Pero algo tendrá en mente… Consellers en lista, ¿sí o no? Altos cargos, ¿sí o no?
-No lo he pensado. Me puedo referir a lo que hicimos en las anteriores elecciones.
-¿Y usted volverá a ser cabeza de lista por Castellón?
-Todo esto no está en mis prioridades ahora. Lo decidiré cuando toque y falta mucho. Cada día, si ustedes lo ven, es como una semana de antes o un mes de antes. Los tiempos han cambiado y es distorsionante que se hable de elecciones ahora.
-Una encuesta hecha por su partido vaticinó la salida de Unidas Podemos de Les Corts. ¿Les salen las cuentas sin uno de los socios y con el otro en crisis por la dimisión de su principal figura?
-Las encuestas a tantos meses de elecciones debemos tomarlas con una distancia enorme. En estos momentos hay tantas incógnitas por desvelar que es un ejercicio bastante estéril. Aconsejo a mi partido que se gaste poco dinero en encuestas.
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-En elecciones no estará usted, pero por ejemplo en Compromís Joan Baldoví ya anunció la semana pasada que quiere presentarse a unas primarias que son en febrero.
-Respeto a todos los partidos y tengo la mejor opinión de un socio de gobierno. Ya me gustaría como periodista hacer esos comentarios, pero aquí no lo soy.
-¿Qué le pareció el anuncio de Baldoví desde Madrid, en plena jornada del Debate de Política General, viniendo de un partido nacionalista?
-(Silencio) No me corresponde. Los ciudadanos deben tomar sus decisiones. Los ciudadanos son muy listos.
-¿Se entiende mejor con Aitana Mas que con Oltra?
-He tenido más tiempo de estar con la vicepresidenta Oltra que con la presidenta Mas. Pero ha aportado un nuevo impulso al gobierno valenciano.
-Dijo que le gustaría que desimputaran a Mónica Oltra? ¿Lo mantiene?
-Personalmente, claro.
-Y si la desimputan, ¿le ofrecerá volver a la vicepresidencia del Consell?
-No me corresponde a mí.
-Usted nombra a su gobierno...
-Sabe que no es una cuestión que me corresponda a mí. Es de su partido.
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-¿Ha hablado con Oltra estos meses?
-Hasta este momento, no.
-¿No se han cruzado ni mensajes?
-Es una cuestión que ya forma parte del plano humano y, por tanto, me permitirán que la deje en ese plano.
-¿Tiene algún heredero favorito para sucederle?
-Estoy aún vivo. Yo entiendo que siempre hay run run.
-¿El Ximo Puig periodista se lo preguntaría al Ximo Puig presidente?
-Claro. Yo estaré mientras crea que puedo ser útil. Cuando piense que no lo soy, nadie me tendrá que decir nada. A Ribó nadie le pregunta por su sucesor.
-¿Pero sabe que se mirará con lupa la lista para saber si deja heredero?
-Esto no es una monarquía. Aquí no hay herederos.
-¿Se ve con fuerzas para seguir otros cuatro años?
-Tengo ganas, ambición y mayor madurez para entender cómo ser útil a la Comunitat. Por más que se empeñen, yo no estoy cansado. Yo estoy bien. Me remito a mi agenda si alguien tiene dudas respecto al cansancio. Alguno puede venir incluso a acompañarme una semana.
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-Si el PSPV logra la mayoría en la Diputación de Valencia, ¿usted sería partidario de que Toni Gaspar siguiera de presidente de la corporación?
-Si me pregunta si Toni Gaspar está haciendo un buen trabajo como presidente, sí. Y si me pregunta si goza de mi confianza, le digo que sí. A partir de ahí, las confecciones electorales tienen su calendario y no es el de ahora mismo.
-¿Tenía buena relación con Feijóo cuando era presidente gallego?
-Una relación que ha ido mejorando. Fue mejorando porque en un inicio mostraba una actitud hostil frente a las pretensiones de la Comunitat con la financiación, que luego moduló. Tenía un cierto sentido potente de apoyo al Estado de las autonomías, lo cual en algunos temas como la lengua desembocaba en una actitud bastante diferente a la tradición del PP en la Comunitat. Tengo una relación de respeto con él y muy razonable, como debe ocurrir entre seres humanos. A la política hay que quitarle la ira.
-Con la vuelta de Lay Hoon al Valencia CF, con quien usted tenía muy buena relación, ¿cree que habrá más predisposición para acabar el estadio?
-Es una persona seria y a la que le tengo confianza. Creo que puede desatascar esta situación, pero en ocasiones parece que hay culturas alejadas, como su manera de entender el espacio institucional. Es a veces difícil que puedan comprender que tienen que asumir su responsabilidad. Es exigible al propietario que den una respuesta a un compromiso suyo. Y ahora tienen financiación. Deben tomar la decisión correcta.
-¿Vio el avance del documental de La Moncloa?
-No.
-¿Le gustaría tener uno suyo?
-No, no. A mí me gusta hacer fotos para recordar cosas que han pasado. Y me gustan muchos las series. Verlas.
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