En el sumario del caso Erial uno de los momentos álgidos es cuando Joaquín Barceló, alias 'Pachano', presunto testaferro de Eduardo Zaplana en varias de las empresas investigadas entra en pánica por la investigación en Andorra de empresas que hayan podido blanquear dinero negro. A finales de 2016, los miembros de la trama investigada realizan varios movimientos con el fin de proteger el dinero y el expresidente de la Generalitat está siempre al tanto de cada paso que dan sus colaboradores.
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En el sumario figura una conversación a través de whatsapp entre Joaquín Barceló, Juan Francisco García –que fue jefe de gabinete de Zaplana y uno de los administradores de una de las empresas investigadas– y un intermediario que los pone en contacto con un empleado de una importante consultora para analizar la situación del dinero en Andorra. Las conversaciones entre Juan Francisco García y Joaquín Barceló comenzaron el 15 de diciembre de 2016 y el primero cree que es bueno que asista a la reunión Francisco Grau, que es el ingeniero de toda la trama financiera.
El 30 de diciembre hay una nueva conversación a través de mensajes y llamadas de whatsapp. Pachano empieza a mostrar su nerviosismo por la situación del dinero en Andorra: «...que os lo cuente a vosotros, yo estoy bloqueado...». A partir de ahí se suceden una serie de intercambio de mensajes entre Juan Francisco García y el intermediario. Mensajes que ponen de manifiesto que hay problemas con el dinero: «Pasaron el informe al banco y este decidió que como no estaba clara la documentación de los movimientos lo escalaba arriba al regulador». El intermediario le cuenta al exjefe de gabinete de Zaplana que no quiere contarle nada a Pachano para que no se preocupe: «No le he llamado para no amargarle las vacaciones!! Ya que pueden que deciden (sic) que hay indicios de blanqueo de capitales lo publiquen y luego Hacienda en España les busque las vueltas. Lo último es lo que me han dicho que en el peor de los casos puede pasar. Pero igual no es así!!».
Toda la conversación, casualmente, la remite Saturnino Suanzes, uno de los asesores de confianza de Zaplana, a su hermana Elvira Suanzes, exdiputada autonómica del PP y estilete del zaplanismo en Les Corts Valencianes. A Saturnino, que era uno de los encargados de gestionar el dinero que se había llevado a Andorra, la conversación se la remite desde su móvil Juan Francisco García.
La investigación policial ha podido concluir que en el momento en el que se producen las conversaciones ente García y Joaquín Barceló, el expresidente de la Generalitat está en compañía del que era su jefe de gabinete. Las agendas del exministro de Trabajo se han convertido en la mejor pista para seguir el relato de la trama y las reuniones para mover presuntamente el dinero. Entre las 12 y las 13 horas del 15 de diciembre de 2016, Zaplana tiene fijado en su agenda «un paseo» con Juan Francisco García, que también tenía cerrada la cita a la misma hora en su móvil.
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«De todo lo anterior parece desprenderse en hecho que de Juan Francisco García se encontraba con Eduardo Zaplana en el momento en el que comienzan las conversaciones en relación a lo concerniente a Andorra. De las menciones efectuadas en tercera persona parece desprenderse que el mismo podría haber tenido algún papel activo en relación a esta», señala la investigación. El día de antes, el 14 de diciembre, Zaplana se reunió con Pachano y García por separado.
El 21 de diciembre, cuando se producen nuevos mensajes y citas por el dinero en Andorra, el exministro se reúne también con Juan Francisco García. Durante los días posteriores hay nuevas reuniones entre los tres. La investigación concluye que el exjefe de gabinete de Zaplana tenía intereses en ese dinero y que el exministro estaba al tanto.
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Por otro lado, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, cargó ayer contra el Plan Eólico aprobado en 2001 y que apenas tiene instalada la mitad de la potencia prevista, con seis de las quince áreas en las que se dividió la Comunitat pendientes de desarrollo. «El plan eólico se hizo para robar, para hacer un negocio privado y fraudulento», declaró ayer el jefe del Consell durante su intervención en una jornada sobre energías renovables. La referencia de Puig fue directa al caso Erial, que investiga las adjudicaciones.
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