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Después de ver este musical, cuesta creer que los segundos pasen igual de rápido en todos los relojes. 'Priscilla reina del desierto' es un show ... que te levanta de la silla por muchos motivos: su elenco, su guión, su maravillosa banda sonora… pero es el vestuario y la caracterización de este número lo que realmente consigue dejarte sin aliento. Más de 500 trajes diferentes pasan por el escenario en dos horas y media, con todo lo que ello implica en una producción teatral: cambios de maquillaje, tocados, pelucas, accesorios, zapatos… «Me encantaría que la gente pudiera ver el musical desde dentro, porque es otro espectáculo en sí mismo», cuenta Efrén Latorre, jefe de vestuario del musical. Son cinco personas las que forman parte del equipo de sastrería y otras tres del de caracterización, y realizan cada uno de los pases entre bambalinas, cambiando a los actores en cuestión de segundos, para que puedan salir a escena como si hubieran pasado horas sentados en el tocador. «Cada cambio está totalmente coreografiado también para nosotros, forma parte de la obra, aunque no se vea. Ensayamos junto a los bailarines», comparte Efrén.
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En el año 1995 la película 'Las aventuras de Priscilla, reina del desierto' recibía un Oscar a mejor vestuario, diseñado por los australianos Tim Chappel y Lizzy Gardiner. El film marcó un antes y un después en el mundo drag y trans, pues visibilizaba por primera vez al colectivo desde una perspectiva cercana y utilizando el humor. Dos drag queens y una mujer trans en un viaje a través del desierto australiano a bordo de un autobús llamado Priscilla, ¿qué puede salir mal? Se convirtió en un éxito mundial, gracias también en gran parte a su espectacular vestuario, y así fue reconocido por la Academia de Hollywood. En 2006 se estrenó el musical en Sydney, con el mismo vestuario ganador que giró por todo el mundo, pasando también en su día por Valencia. Ahora, dieciocho años después, vuelve a la ciudad, al Teatro Olympia, y estará aquí hasta el domingo que viene.
«Valencia está siendo una ciudad muy agradecida, la respuesta del público después de cada pase es espectacular», dice Raquel Santos, jefa de caracterización. A cada traje le corresponde un maquillaje y un accesorio en la cabeza, ya sea una peluca, un tocado o cualquier otro elemento. «Los tiempos para los cambios son muy ajustados, tenemos uno que dura tan sólo 13 segundos», confiesa Raquel. Se refiere al cambio para colocar los 'Gumbys', los voluminosos y extravagantes cascos redondeados adornados con flores, que acompañan a los disfraces de piernas anchas, convertidos en un emblema de 'Priscilla, Reina del Desierto'. «Lo tuvimos que ensayar varias veces porque no salía. Lo intentábamos de distintas formas y no funcionaba. Tenemos que cuadrar muy bien quién aguanta el zapato, quién sube la cremallera, quién pone la máscara, que todo esté a tiempo y al compás de la música para salir de nuevo a escena». Para los cambios en maquillaje utilizan unas máscaras adaptadas a la forma de la cara y el tono de piel de cada actor. «En teatro, la caracterización no tiene nada que ver con el cine, los acabados no son tan definidos porque desde lejos se tiene que apreciar bien», continua Raquel, quien ha pasado por muchos musicales, pero reconoce que este es sin duda el más grande en cuanto a cantidad. Unos 200 tocados, más de 100 pelucas y alrededor de 130 máscaras de maquillaje distintas. «En este musical utilizamos todos los materiales: purpurina, látex, fieltros, espuma, plumas, aerógrafos, burlete… Para uno de los tocados tuvimos que comprar un barco de Lego, pintarlo y colocarlo».
Efrén, a su vez, añade: «Por cada traje o cada par de zapatos, tenemos que tener otro recambio, por si pasa algo». Para transportarlo todo utilizan 28 baúles de 2x2x1. Viajan con dos trailers de ciudad en ciudad y cuentan con apoyo local que les ayuda a hacer arreglos, servicio de lavandería y tintorería. También viajan con lavadoras, secadoras, planchas, hilos, botones, corchetes…. «Una vez empieza la función, todo es una cadena, si alguien falla, cae todo. Para este trabajo hay que estar preparada mentalmente, tienes que ser rápida y disfrutar de la adrenalina», cuenta con orgullo sobre su profesión. Efrén concluye: «Estamos muy contentos en Valencia, el teatro se llena a diario, la gente sale encantada. Es un subidón total. No hay que olvidar el mensaje de aceptar la diversidad, la diferencia y de que todos tenemos un hueco en este mundo».
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