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El armario de Laura Gallego

Laura Gallego entiende la elegancia como una cualidad unida estrechamente a la sencillez, en la que sobra lo puramente ornamental y que nunca agrede. «La persona elegante lo es por su conversación, por cómo se expresa, cómo se mueve y hasta por su tono de voz, también por su indumentaria, pero sobre todo por su forma de comportarse, su cultura y su humildad». Su fondo de armario responde exactamente a esta forma de concebir la elegancia: no hay estridencias y abundan las prendas intemporales de color beige y negro. «Tengo ropa de hace tiempo que sigo utilizando. Con los años sigo poco las tendencias, me divierte ver cómo la industria de la moda nos maneja para que cada temporada cambiemos la pernera del vaquero. Yo selecciono lo que me favorece y va con mi estilo, aunque debo decir que detesto verme rancia». Laura Gallego trabajó como ejecutiva financiera durante quince años. Quizá de ahí le viene su predilección por las chaquetas blazer. «Me gusta transmitir una imagen de mujer luchadora. Estoy convencida de que la ropa comunica, sobre todo la ilusión o la falta de ella».

Miércoles, 24 de abril 2019, 01:08

Modo oscuro

Laura Gallego entiende la elegancia como una cualidad unida estrechamente a la sencillez, en la que sobra lo puramente ornamental y que nunca agrede. «La persona elegante lo es por su conversación, por cómo se expresa, cómo se mueve y hasta por su tono de voz, también por su indumentaria, pero sobre todo por su forma de comportarse, su cultura y su humildad». Su fondo de armario responde exactamente a esta forma de concebir la elegancia: no hay estridencias y abundan las prendas intemporales de color beige y negro. «Tengo ropa de hace tiempo que sigo utilizando. Con los años sigo poco las tendencias, me divierte ver cómo la industria de la moda nos maneja para que cada temporada cambiemos la pernera del vaquero. Yo selecciono lo que me favorece y va con mi estilo, aunque debo decir que detesto verme rancia». Laura Gallego trabajó como ejecutiva financiera durante quince años. Quizá de ahí le viene su predilección por las chaquetas blazer. «Me gusta transmitir una imagen de mujer luchadora. Estoy convencida de que la ropa comunica, sobre todo la ilusión o la falta de ella».

Jesús Signes
Laura Gallego entiende la elegancia como una cualidad unida estrechamente a la sencillez, en la que sobra lo puramente ornamental y que nunca agrede. «La persona elegante lo es por su conversación, por cómo se expresa, cómo se mueve y hasta por su tono de voz, también por su indumentaria, pero sobre todo por su forma de comportarse, su cultura y su humildad». Su fondo de armario responde exactamente a esta forma de concebir la elegancia: no hay estridencias y abundan las prendas intemporales de color beige y negro. «Tengo ropa de hace tiempo que sigo utilizando. Con los años sigo poco las tendencias, me divierte ver cómo la industria de la moda nos maneja para que cada temporada cambiemos la pernera del vaquero. Yo selecciono lo que me favorece y va con mi estilo, aunque debo decir que detesto verme rancia». Laura Gallego trabajó como ejecutiva financiera durante quince años. Quizá de ahí le viene su predilección por las chaquetas blazer. «Me gusta transmitir una imagen de mujer luchadora. Estoy convencida de que la ropa comunica, sobre todo la ilusión o la falta de ella».
Laura Gallego entiende la elegancia como una cualidad unida estrechamente a la sencillez, en la que sobra lo puramente ornamental y que nunca agrede. «La persona elegante lo es por su conversación, por cómo se expresa, cómo se mueve y hasta por su tono de voz, también por su indumentaria, pero sobre todo por su forma de comportarse, su cultura y su humildad». Su fondo de armario responde exactamente a esta forma de concebir la elegancia: no hay estridencias y abundan las prendas intemporales de color beige y negro. «Tengo ropa de hace tiempo que sigo utilizando. Con los años sigo poco las tendencias, me divierte ver cómo la industria de la moda nos maneja para que cada temporada cambiemos la pernera del vaquero. Yo selecciono lo que me favorece y va con mi estilo, aunque debo decir que detesto verme rancia». Laura Gallego trabajó como ejecutiva financiera durante quince años. Quizá de ahí le viene su predilección por las chaquetas blazer. «Me gusta transmitir una imagen de mujer luchadora. Estoy convencida de que la ropa comunica, sobre todo la ilusión o la falta de ella».

Laura Gallego entiende la elegancia como una cualidad unida estrechamente a la sencillez, en la que sobra lo puramente ornamental y que nunca agrede. «La persona elegante lo es por su conversación, por cómo se expresa, cómo se mueve y hasta por su tono de voz, también por su indumentaria, pero sobre todo por su forma de comportarse, su cultura y su humildad». Su fondo de armario responde exactamente a esta forma de concebir la elegancia: no hay estridencias y abundan las prendas intemporales de color beige y negro. «Tengo ropa de hace tiempo que sigo utilizando. Con los años sigo poco las tendencias, me divierte ver cómo la industria de la moda nos maneja para que cada temporada cambiemos la pernera del vaquero. Yo selecciono lo que me favorece y va con mi estilo, aunque debo decir que detesto verme rancia». Laura Gallego trabajó como ejecutiva financiera durante quince años. Quizá de ahí le viene su predilección por las chaquetas blazer. «Me gusta transmitir una imagen de mujer luchadora. Estoy convencida de que la ropa comunica, sobre todo la ilusión o la falta de ella».

Jesús Signes
Laura Gallego entiende la elegancia como una cualidad unida estrechamente a la sencillez, en la que sobra lo puramente ornamental y que nunca agrede. «La persona elegante lo es por su conversación, por cómo se expresa, cómo se mueve y hasta por su tono de voz, también por su indumentaria, pero sobre todo por su forma de comportarse, su cultura y su humildad». Su fondo de armario responde exactamente a esta forma de concebir la elegancia: no hay estridencias y abundan las prendas intemporales de color beige y negro. «Tengo ropa de hace tiempo que sigo utilizando. Con los años sigo poco las tendencias, me divierte ver cómo la industria de la moda nos maneja para que cada temporada cambiemos la pernera del vaquero. Yo selecciono lo que me favorece y va con mi estilo, aunque debo decir que detesto verme rancia». Laura Gallego trabajó como ejecutiva financiera durante quince años. Quizá de ahí le viene su predilección por las chaquetas blazer. «Me gusta transmitir una imagen de mujer luchadora. Estoy convencida de que la ropa comunica, sobre todo la ilusión o la falta de ella».
Laura Gallego entiende la elegancia como una cualidad unida estrechamente a la sencillez, en la que sobra lo puramente ornamental y que nunca agrede. «La persona elegante lo es por su conversación, por cómo se expresa, cómo se mueve y hasta por su tono de voz, también por su indumentaria, pero sobre todo por su forma de comportarse, su cultura y su humildad». Su fondo de armario responde exactamente a esta forma de concebir la elegancia: no hay estridencias y abundan las prendas intemporales de color beige y negro. «Tengo ropa de hace tiempo que sigo utilizando. Con los años sigo poco las tendencias, me divierte ver cómo la industria de la moda nos maneja para que cada temporada cambiemos la pernera del vaquero. Yo selecciono lo que me favorece y va con mi estilo, aunque debo decir que detesto verme rancia». Laura Gallego trabajó como ejecutiva financiera durante quince años. Quizá de ahí le viene su predilección por las chaquetas blazer. «Me gusta transmitir una imagen de mujer luchadora. Estoy convencida de que la ropa comunica, sobre todo la ilusión o la falta de ella».

Laura Gallego entiende la elegancia como una cualidad unida estrechamente a la sencillez, en la que sobra lo puramente ornamental y que nunca agrede. «La persona elegante lo es por su conversación, por cómo se expresa, cómo se mueve y hasta por su tono de voz, también por su indumentaria, pero sobre todo por su forma de comportarse, su cultura y su humildad». Su fondo de armario responde exactamente a esta forma de concebir la elegancia: no hay estridencias y abundan las prendas intemporales de color beige y negro. «Tengo ropa de hace tiempo que sigo utilizando. Con los años sigo poco las tendencias, me divierte ver cómo la industria de la moda nos maneja para que cada temporada cambiemos la pernera del vaquero. Yo selecciono lo que me favorece y va con mi estilo, aunque debo decir que detesto verme rancia». Laura Gallego trabajó como ejecutiva financiera durante quince años. Quizá de ahí le viene su predilección por las chaquetas blazer. «Me gusta transmitir una imagen de mujer luchadora. Estoy convencida de que la ropa comunica, sobre todo la ilusión o la falta de ella».

Jesús Signes
Laura Gallego entiende la elegancia como una cualidad unida estrechamente a la sencillez, en la que sobra lo puramente ornamental y que nunca agrede. «La persona elegante lo es por su conversación, por cómo se expresa, cómo se mueve y hasta por su tono de voz, también por su indumentaria, pero sobre todo por su forma de comportarse, su cultura y su humildad». Su fondo de armario responde exactamente a esta forma de concebir la elegancia: no hay estridencias y abundan las prendas intemporales de color beige y negro. «Tengo ropa de hace tiempo que sigo utilizando. Con los años sigo poco las tendencias, me divierte ver cómo la industria de la moda nos maneja para que cada temporada cambiemos la pernera del vaquero. Yo selecciono lo que me favorece y va con mi estilo, aunque debo decir que detesto verme rancia». Laura Gallego trabajó como ejecutiva financiera durante quince años. Quizá de ahí le viene su predilección por las chaquetas blazer. «Me gusta transmitir una imagen de mujer luchadora. Estoy convencida de que la ropa comunica, sobre todo la ilusión o la falta de ella».
Laura Gallego entiende la elegancia como una cualidad unida estrechamente a la sencillez, en la que sobra lo puramente ornamental y que nunca agrede. «La persona elegante lo es por su conversación, por cómo se expresa, cómo se mueve y hasta por su tono de voz, también por su indumentaria, pero sobre todo por su forma de comportarse, su cultura y su humildad». Su fondo de armario responde exactamente a esta forma de concebir la elegancia: no hay estridencias y abundan las prendas intemporales de color beige y negro. «Tengo ropa de hace tiempo que sigo utilizando. Con los años sigo poco las tendencias, me divierte ver cómo la industria de la moda nos maneja para que cada temporada cambiemos la pernera del vaquero. Yo selecciono lo que me favorece y va con mi estilo, aunque debo decir que detesto verme rancia». Laura Gallego trabajó como ejecutiva financiera durante quince años. Quizá de ahí le viene su predilección por las chaquetas blazer. «Me gusta transmitir una imagen de mujer luchadora. Estoy convencida de que la ropa comunica, sobre todo la ilusión o la falta de ella».

Laura Gallego entiende la elegancia como una cualidad unida estrechamente a la sencillez, en la que sobra lo puramente ornamental y que nunca agrede. «La persona elegante lo es por su conversación, por cómo se expresa, cómo se mueve y hasta por su tono de voz, también por su indumentaria, pero sobre todo por su forma de comportarse, su cultura y su humildad». Su fondo de armario responde exactamente a esta forma de concebir la elegancia: no hay estridencias y abundan las prendas intemporales de color beige y negro. «Tengo ropa de hace tiempo que sigo utilizando. Con los años sigo poco las tendencias, me divierte ver cómo la industria de la moda nos maneja para que cada temporada cambiemos la pernera del vaquero. Yo selecciono lo que me favorece y va con mi estilo, aunque debo decir que detesto verme rancia». Laura Gallego trabajó como ejecutiva financiera durante quince años. Quizá de ahí le viene su predilección por las chaquetas blazer. «Me gusta transmitir una imagen de mujer luchadora. Estoy convencida de que la ropa comunica, sobre todo la ilusión o la falta de ella».

Jesús Signes
Laura Gallego entiende la elegancia como una cualidad unida estrechamente a la sencillez, en la que sobra lo puramente ornamental y que nunca agrede. «La persona elegante lo es por su conversación, por cómo se expresa, cómo se mueve y hasta por su tono de voz, también por su indumentaria, pero sobre todo por su forma de comportarse, su cultura y su humildad». Su fondo de armario responde exactamente a esta forma de concebir la elegancia: no hay estridencias y abundan las prendas intemporales de color beige y negro. «Tengo ropa de hace tiempo que sigo utilizando. Con los años sigo poco las tendencias, me divierte ver cómo la industria de la moda nos maneja para que cada temporada cambiemos la pernera del vaquero. Yo selecciono lo que me favorece y va con mi estilo, aunque debo decir que detesto verme rancia». Laura Gallego trabajó como ejecutiva financiera durante quince años. Quizá de ahí le viene su predilección por las chaquetas blazer. «Me gusta transmitir una imagen de mujer luchadora. Estoy convencida de que la ropa comunica, sobre todo la ilusión o la falta de ella».
Laura Gallego entiende la elegancia como una cualidad unida estrechamente a la sencillez, en la que sobra lo puramente ornamental y que nunca agrede. «La persona elegante lo es por su conversación, por cómo se expresa, cómo se mueve y hasta por su tono de voz, también por su indumentaria, pero sobre todo por su forma de comportarse, su cultura y su humildad». Su fondo de armario responde exactamente a esta forma de concebir la elegancia: no hay estridencias y abundan las prendas intemporales de color beige y negro. «Tengo ropa de hace tiempo que sigo utilizando. Con los años sigo poco las tendencias, me divierte ver cómo la industria de la moda nos maneja para que cada temporada cambiemos la pernera del vaquero. Yo selecciono lo que me favorece y va con mi estilo, aunque debo decir que detesto verme rancia». Laura Gallego trabajó como ejecutiva financiera durante quince años. Quizá de ahí le viene su predilección por las chaquetas blazer. «Me gusta transmitir una imagen de mujer luchadora. Estoy convencida de que la ropa comunica, sobre todo la ilusión o la falta de ella».

Laura Gallego entiende la elegancia como una cualidad unida estrechamente a la sencillez, en la que sobra lo puramente ornamental y que nunca agrede. «La persona elegante lo es por su conversación, por cómo se expresa, cómo se mueve y hasta por su tono de voz, también por su indumentaria, pero sobre todo por su forma de comportarse, su cultura y su humildad». Su fondo de armario responde exactamente a esta forma de concebir la elegancia: no hay estridencias y abundan las prendas intemporales de color beige y negro. «Tengo ropa de hace tiempo que sigo utilizando. Con los años sigo poco las tendencias, me divierte ver cómo la industria de la moda nos maneja para que cada temporada cambiemos la pernera del vaquero. Yo selecciono lo que me favorece y va con mi estilo, aunque debo decir que detesto verme rancia». Laura Gallego trabajó como ejecutiva financiera durante quince años. Quizá de ahí le viene su predilección por las chaquetas blazer. «Me gusta transmitir una imagen de mujer luchadora. Estoy convencida de que la ropa comunica, sobre todo la ilusión o la falta de ella».

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Laura Gallego entiende la elegancia como una cualidad unida estrechamente a la sencillez, en la que sobra lo puramente ornamental y que nunca agrede. «La persona elegante lo es por su conversación, por cómo se expresa, cómo se mueve y hasta por su tono de voz, también por su indumentaria, pero sobre todo por su forma de comportarse, su cultura y su humildad». Su fondo de armario responde exactamente a esta forma de concebir la elegancia: no hay estridencias y abundan las prendas intemporales de color beige y negro. «Tengo ropa de hace tiempo que sigo utilizando. Con los años sigo poco las tendencias, me divierte ver cómo la industria de la moda nos maneja para que cada temporada cambiemos la pernera del vaquero. Yo selecciono lo que me favorece y va con mi estilo, aunque debo decir que detesto verme rancia». Laura Gallego trabajó como ejecutiva financiera durante quince años. Quizá de ahí le viene su predilección por las chaquetas blazer. «Me gusta transmitir una imagen de mujer luchadora. Estoy convencida de que la ropa comunica, sobre todo la ilusión o la falta de ella».
Laura Gallego entiende la elegancia como una cualidad unida estrechamente a la sencillez, en la que sobra lo puramente ornamental y que nunca agrede. «La persona elegante lo es por su conversación, por cómo se expresa, cómo se mueve y hasta por su tono de voz, también por su indumentaria, pero sobre todo por su forma de comportarse, su cultura y su humildad». Su fondo de armario responde exactamente a esta forma de concebir la elegancia: no hay estridencias y abundan las prendas intemporales de color beige y negro. «Tengo ropa de hace tiempo que sigo utilizando. Con los años sigo poco las tendencias, me divierte ver cómo la industria de la moda nos maneja para que cada temporada cambiemos la pernera del vaquero. Yo selecciono lo que me favorece y va con mi estilo, aunque debo decir que detesto verme rancia». Laura Gallego trabajó como ejecutiva financiera durante quince años. Quizá de ahí le viene su predilección por las chaquetas blazer. «Me gusta transmitir una imagen de mujer luchadora. Estoy convencida de que la ropa comunica, sobre todo la ilusión o la falta de ella».

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Laura Gallego entiende la elegancia como una cualidad unida estrechamente a la sencillez, en la que sobra lo puramente ornamental y que nunca agrede. «La persona elegante lo es por su conversación, por cómo se expresa, cómo se mueve y hasta por su tono de voz, también por su indumentaria, pero sobre todo por su forma de comportarse, su cultura y su humildad». Su fondo de armario responde exactamente a esta forma de concebir la elegancia: no hay estridencias y abundan las prendas intemporales de color beige y negro. «Tengo ropa de hace tiempo que sigo utilizando. Con los años sigo poco las tendencias, me divierte ver cómo la industria de la moda nos maneja para que cada temporada cambiemos la pernera del vaquero. Yo selecciono lo que me favorece y va con mi estilo, aunque debo decir que detesto verme rancia». Laura Gallego trabajó como ejecutiva financiera durante quince años. Quizá de ahí le viene su predilección por las chaquetas blazer. «Me gusta transmitir una imagen de mujer luchadora. Estoy convencida de que la ropa comunica, sobre todo la ilusión o la falta de ella».

Laura Gallego entiende la elegancia como una cualidad unida estrechamente a la sencillez, en la que sobra lo puramente ornamental y que nunca agrede. «La persona elegante lo es por su conversación, por cómo se expresa, cómo se mueve y hasta por su tono de voz, también por su indumentaria, pero sobre todo por su forma de comportarse, su cultura y su humildad». Su fondo de armario responde exactamente a esta forma de concebir la elegancia: no hay estridencias y abundan las prendas intemporales de color beige y negro. «Tengo ropa de hace tiempo que sigo utilizando. Con los años sigo poco las tendencias, me divierte ver cómo la industria de la moda nos maneja para que cada temporada cambiemos la pernera del vaquero. Yo selecciono lo que me favorece y va con mi estilo, aunque debo decir que detesto verme rancia». Laura Gallego trabajó como ejecutiva financiera durante quince años. Quizá de ahí le viene su predilección por las chaquetas blazer. «Me gusta transmitir una imagen de mujer luchadora. Estoy convencida de que la ropa comunica, sobre todo la ilusión o la falta de ella».

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Laura Gallego entiende la elegancia como una cualidad unida estrechamente a la sencillez, en la que sobra lo puramente ornamental y que nunca agrede. «La persona elegante lo es por su conversación, por cómo se expresa, cómo se mueve y hasta por su tono de voz, también por su indumentaria, pero sobre todo por su forma de comportarse, su cultura y su humildad». Su fondo de armario responde exactamente a esta forma de concebir la elegancia: no hay estridencias y abundan las prendas intemporales de color beige y negro. «Tengo ropa de hace tiempo que sigo utilizando. Con los años sigo poco las tendencias, me divierte ver cómo la industria de la moda nos maneja para que cada temporada cambiemos la pernera del vaquero. Yo selecciono lo que me favorece y va con mi estilo, aunque debo decir que detesto verme rancia». Laura Gallego trabajó como ejecutiva financiera durante quince años. Quizá de ahí le viene su predilección por las chaquetas blazer. «Me gusta transmitir una imagen de mujer luchadora. Estoy convencida de que la ropa comunica, sobre todo la ilusión o la falta de ella».
Laura Gallego entiende la elegancia como una cualidad unida estrechamente a la sencillez, en la que sobra lo puramente ornamental y que nunca agrede. «La persona elegante lo es por su conversación, por cómo se expresa, cómo se mueve y hasta por su tono de voz, también por su indumentaria, pero sobre todo por su forma de comportarse, su cultura y su humildad». Su fondo de armario responde exactamente a esta forma de concebir la elegancia: no hay estridencias y abundan las prendas intemporales de color beige y negro. «Tengo ropa de hace tiempo que sigo utilizando. Con los años sigo poco las tendencias, me divierte ver cómo la industria de la moda nos maneja para que cada temporada cambiemos la pernera del vaquero. Yo selecciono lo que me favorece y va con mi estilo, aunque debo decir que detesto verme rancia». Laura Gallego trabajó como ejecutiva financiera durante quince años. Quizá de ahí le viene su predilección por las chaquetas blazer. «Me gusta transmitir una imagen de mujer luchadora. Estoy convencida de que la ropa comunica, sobre todo la ilusión o la falta de ella».

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Laura Gallego entiende la elegancia como una cualidad unida estrechamente a la sencillez, en la que sobra lo puramente ornamental y que nunca agrede. «La persona elegante lo es por su conversación, por cómo se expresa, cómo se mueve y hasta por su tono de voz, también por su indumentaria, pero sobre todo por su forma de comportarse, su cultura y su humildad». Su fondo de armario responde exactamente a esta forma de concebir la elegancia: no hay estridencias y abundan las prendas intemporales de color beige y negro. «Tengo ropa de hace tiempo que sigo utilizando. Con los años sigo poco las tendencias, me divierte ver cómo la industria de la moda nos maneja para que cada temporada cambiemos la pernera del vaquero. Yo selecciono lo que me favorece y va con mi estilo, aunque debo decir que detesto verme rancia». Laura Gallego trabajó como ejecutiva financiera durante quince años. Quizá de ahí le viene su predilección por las chaquetas blazer. «Me gusta transmitir una imagen de mujer luchadora. Estoy convencida de que la ropa comunica, sobre todo la ilusión o la falta de ella».
Laura Gallego entiende la elegancia como una cualidad unida estrechamente a la sencillez, en la que sobra lo puramente ornamental y que nunca agrede. «La persona elegante lo es por su conversación, por cómo se expresa, cómo se mueve y hasta por su tono de voz, también por su indumentaria, pero sobre todo por su forma de comportarse, su cultura y su humildad». Su fondo de armario responde exactamente a esta forma de concebir la elegancia: no hay estridencias y abundan las prendas intemporales de color beige y negro. «Tengo ropa de hace tiempo que sigo utilizando. Con los años sigo poco las tendencias, me divierte ver cómo la industria de la moda nos maneja para que cada temporada cambiemos la pernera del vaquero. Yo selecciono lo que me favorece y va con mi estilo, aunque debo decir que detesto verme rancia». Laura Gallego trabajó como ejecutiva financiera durante quince años. Quizá de ahí le viene su predilección por las chaquetas blazer. «Me gusta transmitir una imagen de mujer luchadora. Estoy convencida de que la ropa comunica, sobre todo la ilusión o la falta de ella».

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Laura Gallego entiende la elegancia como una cualidad unida estrechamente a la sencillez, en la que sobra lo puramente ornamental y que nunca agrede. «La persona elegante lo es por su conversación, por cómo se expresa, cómo se mueve y hasta por su tono de voz, también por su indumentaria, pero sobre todo por su forma de comportarse, su cultura y su humildad». Su fondo de armario responde exactamente a esta forma de concebir la elegancia: no hay estridencias y abundan las prendas intemporales de color beige y negro. «Tengo ropa de hace tiempo que sigo utilizando. Con los años sigo poco las tendencias, me divierte ver cómo la industria de la moda nos maneja para que cada temporada cambiemos la pernera del vaquero. Yo selecciono lo que me favorece y va con mi estilo, aunque debo decir que detesto verme rancia». Laura Gallego trabajó como ejecutiva financiera durante quince años. Quizá de ahí le viene su predilección por las chaquetas blazer. «Me gusta transmitir una imagen de mujer luchadora. Estoy convencida de que la ropa comunica, sobre todo la ilusión o la falta de ella».
Laura Gallego entiende la elegancia como una cualidad unida estrechamente a la sencillez, en la que sobra lo puramente ornamental y que nunca agrede. «La persona elegante lo es por su conversación, por cómo se expresa, cómo se mueve y hasta por su tono de voz, también por su indumentaria, pero sobre todo por su forma de comportarse, su cultura y su humildad». Su fondo de armario responde exactamente a esta forma de concebir la elegancia: no hay estridencias y abundan las prendas intemporales de color beige y negro. «Tengo ropa de hace tiempo que sigo utilizando. Con los años sigo poco las tendencias, me divierte ver cómo la industria de la moda nos maneja para que cada temporada cambiemos la pernera del vaquero. Yo selecciono lo que me favorece y va con mi estilo, aunque debo decir que detesto verme rancia». Laura Gallego trabajó como ejecutiva financiera durante quince años. Quizá de ahí le viene su predilección por las chaquetas blazer. «Me gusta transmitir una imagen de mujer luchadora. Estoy convencida de que la ropa comunica, sobre todo la ilusión o la falta de ella».

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Jesús Signes
Laura Gallego entiende la elegancia como una cualidad unida estrechamente a la sencillez, en la que sobra lo puramente ornamental y que nunca agrede. «La persona elegante lo es por su conversación, por cómo se expresa, cómo se mueve y hasta por su tono de voz, también por su indumentaria, pero sobre todo por su forma de comportarse, su cultura y su humildad». Su fondo de armario responde exactamente a esta forma de concebir la elegancia: no hay estridencias y abundan las prendas intemporales de color beige y negro. «Tengo ropa de hace tiempo que sigo utilizando. Con los años sigo poco las tendencias, me divierte ver cómo la industria de la moda nos maneja para que cada temporada cambiemos la pernera del vaquero. Yo selecciono lo que me favorece y va con mi estilo, aunque debo decir que detesto verme rancia». Laura Gallego trabajó como ejecutiva financiera durante quince años. Quizá de ahí le viene su predilección por las chaquetas blazer. «Me gusta transmitir una imagen de mujer luchadora. Estoy convencida de que la ropa comunica, sobre todo la ilusión o la falta de ella».
Laura Gallego entiende la elegancia como una cualidad unida estrechamente a la sencillez, en la que sobra lo puramente ornamental y que nunca agrede. «La persona elegante lo es por su conversación, por cómo se expresa, cómo se mueve y hasta por su tono de voz, también por su indumentaria, pero sobre todo por su forma de comportarse, su cultura y su humildad». Su fondo de armario responde exactamente a esta forma de concebir la elegancia: no hay estridencias y abundan las prendas intemporales de color beige y negro. «Tengo ropa de hace tiempo que sigo utilizando. Con los años sigo poco las tendencias, me divierte ver cómo la industria de la moda nos maneja para que cada temporada cambiemos la pernera del vaquero. Yo selecciono lo que me favorece y va con mi estilo, aunque debo decir que detesto verme rancia». Laura Gallego trabajó como ejecutiva financiera durante quince años. Quizá de ahí le viene su predilección por las chaquetas blazer. «Me gusta transmitir una imagen de mujer luchadora. Estoy convencida de que la ropa comunica, sobre todo la ilusión o la falta de ella».

Laura Gallego entiende la elegancia como una cualidad unida estrechamente a la sencillez, en la que sobra lo puramente ornamental y que nunca agrede. «La persona elegante lo es por su conversación, por cómo se expresa, cómo se mueve y hasta por su tono de voz, también por su indumentaria, pero sobre todo por su forma de comportarse, su cultura y su humildad». Su fondo de armario responde exactamente a esta forma de concebir la elegancia: no hay estridencias y abundan las prendas intemporales de color beige y negro. «Tengo ropa de hace tiempo que sigo utilizando. Con los años sigo poco las tendencias, me divierte ver cómo la industria de la moda nos maneja para que cada temporada cambiemos la pernera del vaquero. Yo selecciono lo que me favorece y va con mi estilo, aunque debo decir que detesto verme rancia». Laura Gallego trabajó como ejecutiva financiera durante quince años. Quizá de ahí le viene su predilección por las chaquetas blazer. «Me gusta transmitir una imagen de mujer luchadora. Estoy convencida de que la ropa comunica, sobre todo la ilusión o la falta de ella».

Jesús Signes
Laura Gallego entiende la elegancia como una cualidad unida estrechamente a la sencillez, en la que sobra lo puramente ornamental y que nunca agrede. «La persona elegante lo es por su conversación, por cómo se expresa, cómo se mueve y hasta por su tono de voz, también por su indumentaria, pero sobre todo por su forma de comportarse, su cultura y su humildad». Su fondo de armario responde exactamente a esta forma de concebir la elegancia: no hay estridencias y abundan las prendas intemporales de color beige y negro. «Tengo ropa de hace tiempo que sigo utilizando. Con los años sigo poco las tendencias, me divierte ver cómo la industria de la moda nos maneja para que cada temporada cambiemos la pernera del vaquero. Yo selecciono lo que me favorece y va con mi estilo, aunque debo decir que detesto verme rancia». Laura Gallego trabajó como ejecutiva financiera durante quince años. Quizá de ahí le viene su predilección por las chaquetas blazer. «Me gusta transmitir una imagen de mujer luchadora. Estoy convencida de que la ropa comunica, sobre todo la ilusión o la falta de ella».
Laura Gallego entiende la elegancia como una cualidad unida estrechamente a la sencillez, en la que sobra lo puramente ornamental y que nunca agrede. «La persona elegante lo es por su conversación, por cómo se expresa, cómo se mueve y hasta por su tono de voz, también por su indumentaria, pero sobre todo por su forma de comportarse, su cultura y su humildad». Su fondo de armario responde exactamente a esta forma de concebir la elegancia: no hay estridencias y abundan las prendas intemporales de color beige y negro. «Tengo ropa de hace tiempo que sigo utilizando. Con los años sigo poco las tendencias, me divierte ver cómo la industria de la moda nos maneja para que cada temporada cambiemos la pernera del vaquero. Yo selecciono lo que me favorece y va con mi estilo, aunque debo decir que detesto verme rancia». Laura Gallego trabajó como ejecutiva financiera durante quince años. Quizá de ahí le viene su predilección por las chaquetas blazer. «Me gusta transmitir una imagen de mujer luchadora. Estoy convencida de que la ropa comunica, sobre todo la ilusión o la falta de ella».

Laura Gallego entiende la elegancia como una cualidad unida estrechamente a la sencillez, en la que sobra lo puramente ornamental y que nunca agrede. «La persona elegante lo es por su conversación, por cómo se expresa, cómo se mueve y hasta por su tono de voz, también por su indumentaria, pero sobre todo por su forma de comportarse, su cultura y su humildad». Su fondo de armario responde exactamente a esta forma de concebir la elegancia: no hay estridencias y abundan las prendas intemporales de color beige y negro. «Tengo ropa de hace tiempo que sigo utilizando. Con los años sigo poco las tendencias, me divierte ver cómo la industria de la moda nos maneja para que cada temporada cambiemos la pernera del vaquero. Yo selecciono lo que me favorece y va con mi estilo, aunque debo decir que detesto verme rancia». Laura Gallego trabajó como ejecutiva financiera durante quince años. Quizá de ahí le viene su predilección por las chaquetas blazer. «Me gusta transmitir una imagen de mujer luchadora. Estoy convencida de que la ropa comunica, sobre todo la ilusión o la falta de ella».

Jesús Signes
Laura Gallego entiende la elegancia como una cualidad unida estrechamente a la sencillez, en la que sobra lo puramente ornamental y que nunca agrede. «La persona elegante lo es por su conversación, por cómo se expresa, cómo se mueve y hasta por su tono de voz, también por su indumentaria, pero sobre todo por su forma de comportarse, su cultura y su humildad». Su fondo de armario responde exactamente a esta forma de concebir la elegancia: no hay estridencias y abundan las prendas intemporales de color beige y negro. «Tengo ropa de hace tiempo que sigo utilizando. Con los años sigo poco las tendencias, me divierte ver cómo la industria de la moda nos maneja para que cada temporada cambiemos la pernera del vaquero. Yo selecciono lo que me favorece y va con mi estilo, aunque debo decir que detesto verme rancia». Laura Gallego trabajó como ejecutiva financiera durante quince años. Quizá de ahí le viene su predilección por las chaquetas blazer. «Me gusta transmitir una imagen de mujer luchadora. Estoy convencida de que la ropa comunica, sobre todo la ilusión o la falta de ella».
Laura Gallego entiende la elegancia como una cualidad unida estrechamente a la sencillez, en la que sobra lo puramente ornamental y que nunca agrede. «La persona elegante lo es por su conversación, por cómo se expresa, cómo se mueve y hasta por su tono de voz, también por su indumentaria, pero sobre todo por su forma de comportarse, su cultura y su humildad». Su fondo de armario responde exactamente a esta forma de concebir la elegancia: no hay estridencias y abundan las prendas intemporales de color beige y negro. «Tengo ropa de hace tiempo que sigo utilizando. Con los años sigo poco las tendencias, me divierte ver cómo la industria de la moda nos maneja para que cada temporada cambiemos la pernera del vaquero. Yo selecciono lo que me favorece y va con mi estilo, aunque debo decir que detesto verme rancia». Laura Gallego trabajó como ejecutiva financiera durante quince años. Quizá de ahí le viene su predilección por las chaquetas blazer. «Me gusta transmitir una imagen de mujer luchadora. Estoy convencida de que la ropa comunica, sobre todo la ilusión o la falta de ella».

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Laura Gallego entiende la elegancia como una cualidad unida estrechamente a la sencillez, en la que sobra lo puramente ornamental y que nunca agrede. «La persona elegante lo es por su conversación, por cómo se expresa, cómo se mueve y hasta por su tono de voz, también por su indumentaria, pero sobre todo por su forma de comportarse, su cultura y su humildad». Su fondo de armario responde exactamente a esta forma de concebir la elegancia: no hay estridencias y abundan las prendas intemporales de color beige y negro. «Tengo ropa de hace tiempo que sigo utilizando. Con los años sigo poco las tendencias, me divierte ver cómo la industria de la moda nos maneja para que cada temporada cambiemos la pernera del vaquero. Yo selecciono lo que me favorece y va con mi estilo, aunque debo decir que detesto verme rancia». Laura Gallego trabajó como ejecutiva financiera durante quince años. Quizá de ahí le viene su predilección por las chaquetas blazer. «Me gusta transmitir una imagen de mujer luchadora. Estoy convencida de que la ropa comunica, sobre todo la ilusión o la falta de ella».
Laura Gallego entiende la elegancia como una cualidad unida estrechamente a la sencillez, en la que sobra lo puramente ornamental y que nunca agrede. «La persona elegante lo es por su conversación, por cómo se expresa, cómo se mueve y hasta por su tono de voz, también por su indumentaria, pero sobre todo por su forma de comportarse, su cultura y su humildad». Su fondo de armario responde exactamente a esta forma de concebir la elegancia: no hay estridencias y abundan las prendas intemporales de color beige y negro. «Tengo ropa de hace tiempo que sigo utilizando. Con los años sigo poco las tendencias, me divierte ver cómo la industria de la moda nos maneja para que cada temporada cambiemos la pernera del vaquero. Yo selecciono lo que me favorece y va con mi estilo, aunque debo decir que detesto verme rancia». Laura Gallego trabajó como ejecutiva financiera durante quince años. Quizá de ahí le viene su predilección por las chaquetas blazer. «Me gusta transmitir una imagen de mujer luchadora. Estoy convencida de que la ropa comunica, sobre todo la ilusión o la falta de ella».

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