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Pocos tejidos hay tan especiales como el de la indumentaria valenciana. No sólo por su riqueza y su tradición artesanal, sino porque muchas falleras tienen ... un vínculo afectivo con una tela que han elegido con mimo y que las va a acompañar en momentos tan especiales como la ofrenda a la Virgen. Así, no es extraño que más de una guarde un recorte de la tela o se confeccione algún complemento de recuerdo.
La artista Cristina Vélez sentía esa misma pasión por los tejidos de seda y un día se le ocurrió que sería una buena idea plasmar en un plato o bandeja un trocito de tela de un traje de valenciana. «En mi familia siempre ha habido tradición fallera, de la que siempre hemos disfrutado muchísimo. Ya había empezado a trabajar la técnica del 'decoupage' (platos de cristal con papeles y telas) y se me ocurrió hacerlo con reproducciones de telas de valenciana, creando así un recuerdo para toda la vida o un regalo muy especial».
Cristina empezó a hacerlos casi como un hobby, los primeros encargos llegaron de familiares y amigos muy cercanos. «Fueron ellos los que me animaron a seguir adelante y el proyecto fue tomando forma gracias al apoyo de mi entorno».
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Cada plato está hecho con reproducciones de la tela original del traje de esos tejidos emblemáticos. «Las piezas son únicas y están hechas a mano con mucho cariño y dedicación, para mí es un honor poder aportar mi granito de arena a una tradición tan bonita», explica la creativa.
La técnica 'decoupage' no permite trabajar con la tela de valenciana directamente ya que su gramaje es excesivo, por eso la artista utiliza reproducciones de los tejidos en una fotografía de alta calidad que luego aplica al plato.
Las falleras pueden encargarlos con las telas de sus vestidos o bien con cualquier espolín, como el que lució la fallera mayor de Valencia, Berta Peiró en su exaltación, un espolín en color 'melanzane'.
«Los platos son perfectos para dejar tu aderezo, para regalar, sacar unos dulces o como pieza decorativa», explica Cristina Vélez, que se lanzó a este proyecto hace poco más de un año, después de una larga trayectoria profesional dedicada al mundo de la empresa.
«Siempre he tenido una gran inquietud artística y me han apasionado las artes plásticas, pero no ha sido hasta ahora cuando he decidido reinventarme y dedicarme de lleno a lo que realmente me gusta. Me encanta este trabajo, disfruto muchísimo con el proceso creativo y es muy gratificante ver cómo a la gente le emociona lo que hago».
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