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Sábado, 24 de agosto 2019, 01:19
Se convirtió, recién acabada la carrera, en médica rural; aquella «morena guapita» tuvo que hacer muchas autopsias. Pero sólo era la primera estación en un camino largo y lleno de éxitos, con un padre orgulloso y la sensación de no haber renunciado a nada, #ni siquiera al hecho de no tener hijos.
IRENE MARSILLASe convirtió, recién acabada la carrera, en médica rural; aquella «morena guapita» tuvo que hacer muchas autopsias. Pero sólo era la primera estación en un camino largo y lleno de éxitos, con un padre orgulloso y la sensación de no haber renunciado a nada, #ni siquiera al hecho de no tener hijos.
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