Cinco modelos valencianas que triunfaron sobre las pasarelas

También Esther Cañadas asaltó con fuerza las pasarelas internacionales y su nombre se dio a conocer en una época en que las modelos eran mundialmente conocidas. Ella decía que siempre había querido ser modelo, y lo consiguió. Diseñadores como Chloé, Gucci, Versace, Chanel, Michael Kors, Calvin Klein, Yves Saint Laurent, Valentino o Victoria's Secret la buscaron, fue musa de Donna Karan y su rostro, tan característico y a la vez tan distinto a las caras de rasgos armónicos que habían copado las portadas hasta entonces dio la vuelta al mundo.

Algo similar ocurrió con Minerva Portillo, que en su adolescencia se dedicaba a pegar en su cuarto posters de Claudia Schiffer o, posteriormente, de Kate Moss. Cuando ella llegó al mundo de la moda, triunfaban aquellas que tenían actitud, descaro y personalidad, y ahí Minerva Portillo se sintió muy a gusto; llegó a posar para la cámara del genial Helmut Newton antes de morir y se convirtió en imagen de marcas como Levi's, Fornarina o Cacharel.

Más recientemente, Mayte de la Iglesia ha sido otra de las valencianas que han llegado alto en el mundo de la moda. Ella triunfó en las pasarelas Cibeles y Gaudí, desfiló para Tom Ford e Yves Saint Laurent y fue imagen en el calendario Larios 2002.

Todavía recuerda Marta Ortiz cuando se subía a los tacones de su madre y se paseaba por la casa, convencida de que iba a ser modelo, que algún día desfilaría para Chanel. Cumplió ese sueño, aunque en 2020 decidió dar un giro a su vida y se convirtió en diseñadora y emprendedora. Creó su propia marca, Matiz, que defiende la sostenibilidad, y al mismo tiempo da voz a otros diseñadores que intentan hacerse un hueco en el complicado mundo de la moda con esos mismos valores que ella defiende.

Minerva Portillo y Mayte de la Iglesia también siguen vinculadas al mundo de la moda, aunque en su caso como estilistas. Estar detrás de las cámaras es, para Minerva Portillo, muy gratificante, porque no deja de ser una forma de hacer brillar a otros. En el caso de Celia Forner, su presente está vinculado al mundo de la cosmética, después de dedicarse al mundo del arte y también al diseño de joyas. Ahora triunfa con su marca Alleven, que ha sacado al mercado un maquillaje con pulverizador para el cuerpo que celebridades como Beyoncé, Laura Dern o Naomi Watts han confesado que usan habitualmente.

El caso de Esther Cañadas es distinto. Después de tantos años de fama, con parejas como el modelo Mark Vanderloo o el motorista Sete Gibernau, decidió durante una década alejarse de los focos. En este tiempo tuvo una hija -nunca dijo quién era el padre-, se curó de una enfermedad autoinmune, vivió en México y disfrutó de la vida tranquila que el éxito le había quitado. Hace un año volvió a posar para las cámaras.