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Eran las diez de la noche y la galería Shiras seguía llena de gente. La inauguración de la nueva exposición comenzaba a las siete y ... media, pero los invitados no tenían ninguna intención de marcharse. «Tuvimos que cerrar las luces para que se fueran marchando y nos quedamos sin bebidas», explica la galerista, que no recuerda una inauguración tan animada como esta. «La gente tiene ganas de salir y creo que en invierno los eventos culturales atraen mucho más que en verano. Allí encuentran amigos e incluso hace amigos nuevos. En esta ocasión vinieron jueces, empresarios, políticos, artistas y también profesionales de la banca en una mezcla de gente de muchos ámbitos, y creo que eso aporta y lo hace interesante».
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Entre los invitados, estuvo el empresario Manuel Colonques -hijo del presidente de Porcelanosa- y su mujer, Cristina Babiloni, el asesor de la Fundación Hortensia Herrero, Javier Molins, Mayte Arener, Begoña Camboy, Dulce Herguido, Jose María Bordes, Marina Marcos, Jose María Vidal, José María Vidal y su mujer, Ana Ibáñez, el coleccionista Alejandro Bethencourt, Nuria Rodríguez, el artista Sanleón, el decano de la Facultad de Bellas Artes, José Galindo, el coleccionista Enrique Bausa, el artista Horacio Silva, el ex decano de Bellas Artes José Luis Cueto, Laura Barrachina y Sebastián Nicolau y Helena Calvillo, entre otros. También estuvo Julia Pérez Broseta, que esta semana participó en la tertulia Torino, que reúne a aficionados del VCF y donde no faltó el actor Enrique Arce.
La galería inauguraba las exposiciones de dos artistas: Nuria Rodríguez y Marina Marco. En la sala principal, Nuria Rodríguez presentaba su proyecto 'Escala uno es a mil', con un catálogo del crítico Álvaro de los Ángeles, quien explica que: «El título del proyecto se halla en la habilidad de cambiar el punto de mira y la escala, que se orienta de lo general a lo particular; de lo individual a lo colectivo; del paisaje como espacio natural, al paisaje como tema artístico; del detalle ampliadísimo de un material, a la segmentación de sus componentes y a la clasificación de sus cantidades según su apariencia y sus características». Hay que verlo para entenderlo y si no, preguntarle a Sara que es un encanto y seguro que lo explica fenomenal.
En el Mercado de Colón también inauguró exposición la artista Inma Palmero, que estuvo acompañada por Begoña Lluch y Luz Marina Lopera. En esta ocasión se trata de arte digital acabado a mano con una técnica mixta, «que se basa en grandes obras universales o en grandes genios, con los que se une para lanzar mensajes globales y profundos».
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