El periplo gastronómico veraniego de Juan Echanove y Cuchita Lluch

Cuchita no desaprovecha su envidiable metabolismo y se ha pasado el verano de restaurante en restaurante con su marido, Juan Echanove, con el que comparte la pasión por la buena comida. «A Juan le gusta mucho la gastronomía de la Comunitat y su marcada personalidad: se come de todo y de todo tipo de producto y todo es de primer nivel, tenemos una gastronomía mediterránea muy rica». Después de que durante la pandemia tuvieran que estar separados, que él se encerrara en Madrid para poder cuidarse y actuar en el teatro sin riesgos de contagios, ahora están disfrutando de planes juntos.

Ha sido un verano algo atípico para Cuchita. «Me he pasado estos meses trabajando en un nuevo proyecto, Begoistas, y los planes que hemos hecho han sido gastronómicos, además de navegar, paseos por la playa y baños en el mar y con amigos. Nos hemos movido a Palma de Mallorca porque me hacía mucha ilusión conocer la cocina de Maca de Castro -donde Juan dice que comió la mejor raya que había tomado nunca- y la de María, de Ca Na Toneta; nos hemos movido a Castellón, donde me ha gustado mucho Boga Tasca, en el club náutico de Oropesa y, por supuesto, la barbaridad de Quique Dacosta, la barbaridad de Ricard Camarena, la barbaridad de Bon Amb o la maravilla de Tula. Además, a Juan le hacía mucha ilusión volver a Rausell, que hacía mucho que no iba». Con Ricard Camarena compartió además comida en el restaurante Puigmola, en Barx, su pueblo, «probando la deliciosa paella valenciana que hacen allí con pimiento y pelota, ¡nos encantó el sitio!»

El periplo culinario de la integrante de la Real Academia de Gastronomía ha incluido visitas a José Manuel Miguel -estrella Michelin al frente de los restaurantes Beat y Komfort del hotel gastronómico The Cookbook, en Calpe-, Casa Bernardi en Benissa -recién abierto- y La Finca, de Susi Díaz, «nos hacía mucha ilusión ya que hacía tiempo que no pasábamos».

El balance no ha podido ser mejor. «Ha sido un verano intenso», que empezó en el bar Trinquet de Xàbia y acabó en el restaurante Puigmola en Barx, pasando por La Perla, de Sergio Box -también en Xàbia- y el restaurante Atalaya en Alcossebre.