El recuerdo emocionado en la boda de Paula Alcón y Álvaro Segura

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Begoña Clérigues

La pareja estuvo acompañada por más de 250 personas, entre amigos íntimos y familiares. La entrada de los novios fue muy especial. El novio entró en la Iglesia con el hijo de la pareja, Carlitos Segura, y con su hermana Irene. «En el altar me esperaban Álvaro y Carlitos, no pudo ser más emocionante», cuenta Paula. La ceremonia religiosa tuvo música de coro, violín, piano y violonchelo.

La novia llevó un vestido y velo de la firma Cherubina de Tousette que eligió con su amiga Pilar Saus. El vestido, en crepe de seda, era de líneas clásicas con cuello caja, espalda abotonada y manga larga, con una falda encolada con raja delantera y una gasa de seda a modo de velo que le salía desde los hombros.

El peinado fue una melena con un semirrecogido de estilo romántico que Bigudíes peinó y maquilló en casa de su padre, «entre emociones y champán», recuerda Paula. Ella quería que su boda fuese como un cuento de hadas y que la decoración recordase a un bosque. Así lo entendió y plasmó su buena amiga Claudia Bonet, que desde su Taller de Clo recreó un bosque otoñal con olivos, hoja verde con flor frambuesa, melocotón y tonos rosados. La celebración fue en el Telar de Miquel Martí y tuvo momentos tan emotivos como la entrega de ramos de novia. «Uno fue para mi cuñada Irene y el otro para mi amiga Elena Blasco; además regalé uno a las amigas de mi madre Pilar Saus, Amparo Galiana y Pepa Martínez».

El cóctel fue amenizado al piano de cola por Juanjo Catalá y la fiesta comenzó después con un directo del grupo Los Guapos. Los novios regalaron pashminas y bailarinas y mocasines para que los invitados bailasen cómodos. «Todo en tonos verde Gucci, como el resto de la boda». Además, parte de los regalos se destinaron a la Fundación Senegal.