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Andrea Villafañe y Mónica Duart en Tailandia, donde han viajado para visitar a su amiga Ana García Rivera.

El reencuentro en Tailandia de Ana García Rivera con sus amigas

Mónica Duart y Andrea Villafañe se han cruzado medio planeta para poder estar tres días con su amiga, que lleva ocho meses en Asia. Las tres protagonizan uno de los viajes más espectaculares de estos días de fiesta

Domingo, 16 de abril 2023, 01:11

Mónica Duart y Andrea Villafañe llevaban ocho meses sin ver a su amiga Ana García Rivera. Y eso que en Valencia eran inseparables. Las alejaban nada menos que 10.000 kilómetros de distancia, los que separan la isla de Kho Samui, en Thailandia, de ... Valencia. Es la isla que eligieron Ana García Rivera y su marido, Iván Martínez Colomer para vivir un año sabático. Y claro, si tu amiga se va un año a Madrid o incluso a Londres o París, reservas con tiempo un vuelo barato y pasáis un fin de semana juntas. Pero si para verla tienes que coger varios vuelos, con suerte dos, uno a Madrid y otro a Kho Samui, y pasar casi veinte horas entre aeropuertos y aviones donde es casi imposible dormir y encima llegas agotada por el jet lag y apenas tienes tres días de vacaciones para estar con ella, pues tiene bastante mérito que vayas a verla. Vamos, que es una prueba de amistad.

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Y precisamente eso es lo que hicieron Mónica Duart y Andrea Villafañe. Ni cortas ni perezosas, se fueron con su familia a ver a Ana, que las esperaba en el aeropuerto con los brazos abiertos. «Hemos disfrutado mucho y hemos tenido un tiempo juntas increíble para contarnos y compartir. Y para mí, después de ocho meses fuera de España, tenerlas aquí ha sido un soplo de aire fresco», cuenta Ana.

La anfitriona les preparó a sus amigas un plan súper completo, con snorkel, visita a un santuario de elefantes y días de playa. «Hemos tomado el sol en 'beach clubs', hemos comida típica tailandesa y nos hemos hecho masajes de aceite de coco».

Ana García y su marido no han perdido el tiempo estos ocho meses en Tailandia. Llegaron en agosto del año pasado, comenzaron aprendiendo el idioma, conociendo la cultura y buscando una casa para alquilar. Al moverse en el sector inmobiliario se dieron cuenta de que había una oportunidad y crearon una inmobiliaria de casas de lujo; más tarde compraron el cincuenta de otra empresa inmobiliaria. «Buscamos casas a partir de un millón de dólares. Ha sido una gran experiencia porque el país tiene muchas oportunidades». Les ha ido tan bien que la idea es mantener las empresas y vivir a caballo entre Valencia y Tailandia.

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Quienes también se fueron de viaje durante estas Pascuas fueron Carmen de Rosa y Mayrén Beneyto. Carmen viajó a Emiratos Árabes y quedó encantada con Dubai. «Es otro mundo. Cuando los visitas entiendes muchas cosas», explicó. Por su parte, Mayrén se fue a su adorada París. Que su marido, Ramón Almazán, vaya en silla de ruedas no fue obstáculo para ir juntos de viaje. «Soy muy atrevida pero a Ramón le hacía ilusión ir con mi nieta Irene, así que nos fuimos los tres con el cuidador del 10 al 14 de abril. Si la gente va a Lourdes, ¿por qué no podíamos ir a París?» Y claro que fueron, y se sacaron fotos en la torre Eiffel, y visitaron el Louvre, y tomaron café en la pastelería de la serie 'Emily en París', pasearon por las avenidas y la Place Vendôme, salieron por la noche a cenar a Langostería y al día siguiente visitaron la tienda de Vuitton en los Campos Elíseos, decorada por la artista Yayoi Kusama, que ha colaborado esta temporada con una colección especial. Vamos, que no se perdieron ni un plan.

Los destinos de viajes han sido de lo más variados. La diseñadora Bárbara Torrijos estuvo en Egipto, visitando las impresionantes ruinas de la ciudad de Luxor, la ciudad de Edfu, en la orilla del río Nilo, el templo de Kom Ombo y el templo de Ramsés II en Abu Simbel. Un planazo.

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Joan Soldevila también cogió un avión a Canadá aunque en su caso había una razón de peso, más allá del turismo. Su hijo Pol está pasando un año estudiando Hospitality & Tourism en Tamwood International College. Juntos pasaron unos días en Vancouver para luego ir a Whistler donde Pol está estudiando y donde aprovecharon un día para esquiar.

Hasta Kenia se fue Bisila Bokoko, emprendedora, líder y una de las mujeres más influyentes en Estados Unidos. Estuvo con su marido, Ulrich Schulte, visitando escuelas, poblados y mercados. Con su proyecto 'African Literacy Project' promueve bibliotecas en zonas rurales y escuelas de alfabetización. ¡Qué mujer!

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