En la diana: Anna Gómez

Anna Gómez sabe que está a punto de hacer historia. Hoy es su día, y el día de todo un equipo que se ha convertido en la revelación del básket femenino español y también europeo. Que puede dar el punto definitivo en la final de la Liga Endesa femenina al Valencia Basket contra un rival, el Perfumerías Avenida, con un palmarés abrumador. Pero Anna Gómez lucha a lo grande para conseguir grandes títulos. Con ella como capitana, como líder. Lo vimos en el triunfo en la Eurocup, incluso en su cara de frustración al recoger el trofeo por el subcampeonato de la Copa de la Reina, porque Anna Gómez es una ganadora.

Lo es desde pequeña. Una mujer que ama el básket y que no lo ha tenido fácil para llegar a estar en un equipo, el de su ciudad, que gana títulos, a sus treinta y cuatro años y en el cénit de su carrera deportiva. Se ha visto obligada a cambiar muchísimas veces de equipo, ha recorrido España buscando su oportunidad. Ibiza, Ferrol, Burgos, León, Gernika, incluso Bélgica. La define muy bien la que fuera las dos últimas temporadas su compañera Irene Garí, ahora en Ferrol. «Es una jugadora muy constante, siempre ha tenido claras sus fortalezas».

Según Irene, no es fácil encontrar una base española con sus características de líder, de saber sacar partido a los puntos fuertes de cada jugadora, de ser capitana no solo dentro, sino también fuera del campo. «Se preocupa por ti, es una persona que ayuda a las jugadoras que llegan de fuera a sentirse acompañadas y que se adapten a la ciudad y al equipo».

Irene Garí estará muy pendiente hoy del partido porque, como Anna Gómez, las dos son valencianas, una procedencia que Irene cree fundamental en el éxito conseguido por Anna como capitana. «Ha sido la clave», explica Irene. Jugar en casa, con el equipo de su tierra, le ha dado un extra de motivación que ha hecho brillar su juego y su liderazgo. Volver a su Alfara del Patriarca natal, estar cerca de su familia, es para ella muy importante. «Es una persona muy familiar», dice de ella Irene, que confiesa que sus familias se conocen y que siempre se preocupa mucho por los temas personales de las jugadores con las que comparte equipo. En Instagram presume de sobrino, Marc, y de hermana, del orgullo de tenerles cerca por fin, después de haber estado, incluso, fuera de España, jugando en Bélgica durante una temporada.

Anna Gómez está a punto de conseguir un sueño que ha perseguido desde que empezó en las categorías inferiores de un club mítico, el Ros Casares. Porque Valencia ha sido pionera en el básket femenino desde aquel mítico Dorna Godella, o el Ros Casares, y que ahora vuelve a brillar gracias al proyecto del Valencia Basket. Hace solo dos años que el club ascendía de categoría con el objetivo, como sus compañeros de la ACB, de estar en lo más alto, pero sobre todo de pertenecer a un club donde se cuida mucho la base, gracias al proyecto de l'Alqueria. Lo contaba Anna Gómez en una entrevista. «Es maravilloso ver que vivimos como una gran familia, que los niños nos conocen, que tienen ese ambiente positivo para crecer».

La jugadora de Alfara pensaba que no volvería a Valencia. Cuando desapareció el Ros Casares, creía que nunca podría regresar a jugar en su tierra, ella, que es una persona tan familiar. «Salí a los diecisiete años», cuenta, y pensaba que solo podría volver ya como jugadora retirada. Pero el Valencia Basket ha sido la oportunidad que ya no esperaba, y por ese motivo su motivación es extra. «Volver a casa, tener a mi familia y mis amigos cerca, es un sueño hecho realidad».

En su presentación, hace ya tres años, el presidente del Valencia Basket, Vicente Solá, hablaba de ella como no solo una gran aportación para el equipo, sino también como una referencia para niñas y niños de l'Alqueria. Aquel día Anna recordaba que desde que tuvo diecisiete años «siempre tuvo que jugar fuera y ver la camiseta de Valencia Basket con mi nombre es algo emotivo y espectacular. Pensaba que me tenía que buscar la vida fuera y ahora estoy inmensamente agradecida, preparada y con muchas ganas», comentaba aquel día.

Como María Pina, Anna Gómez sabía que volvería solo a su tierra para retirarse en este equipo y eso es un plus de compromiso. Anna le dedicaba en su Instagram un bonito mensaje a su compañera: «Gracias por tener siempre las palabras apropiadas, gracias por empujarme y ayudarme a dar lo mejor de mí... Qué suerte la mía encontrarme contigo», y el hashtag #pinaseleccion. La respuesta de María no se quedaba atrás: «Contigo es siempre fácil, te quiero muchísimo». Y los comentarios de sus seguidores: #gomezypinaseleccion. Todavía queda mucha guerra que dar.