Hay una línea que separa dos mundos. Lo decía Bruno Fabra, el valenciano que representa a dos de las dos influencers valencianas más conocidas, Teresa Andrés Gonzalvo y Marta Lozano. Si te conviertes en una prescriptora de moda, si tu número de seguidores supera, como es el caso de ellas dos, el medio millón de seguidores, el mundo se abre a tus pies. Tras relajarse las restricciones, sobre todo a partir de este verano, el número de fiestas y citas sociales se han multiplicado, incluso más que antes de la pandemia. Y los influencers de moda son reclamados por las marcas para este tipo de eventos, cada vez más exclusivos. Sobre todo ellas, en un ambiente que se mueve entre la exposición a redes de la perfección y el hermetismo a la hora de mostrar algo más.
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Una de las fiestas más espectaculares tuvo lugar hace unos días en Madrid, en un restaurante muy cerca de La Moraleja llamado La Borda del Mentidero, que había sido inaugurado hace solo dos años. Corrió a cargo de la agencia de representación de influencers Soy Olivia, que tiene en cartera a personajes como Laura Escanes, Marta y María Pombo, Grace Villarreal o María García de Jaime, esta última amiga de Victoria de Marichalar, la sobrina de los Reyes de España.
Así que allí estaban todas ellas, y con el hashtag #SOSpectacular convirtieron el restaurante -e Instagram- en una fiesta temática inspirada en el circo. Victoria de Marichalar iba de majorette, con un estilismo muy cuidado, como todo lo que envuelve al mundo de las influencers e Instagram.
Victoria Federica recogió su melena en una trenza y llevaba un minivestido de tirantes con una capa de terciopelo rojo. Su novio, Jorge Bárcenas, se encargó de pinchar en la fiesta y también escogió un estilismo inspirado en el circo, con un frac de lentejuelas rojas y chistera.
Por su parte, Laura Escanes recreó un icónico vestido de Rihanna que llevó en 2014 y que en su momento dio la vuelta al mundo por no dejar nada a la imaginación. Si la cantante se atrevió con este vestido de transparencias en 2014, la 'influencer' ha lucido uno muy similar con motivo de una fiesta de disfraces de temática circense que ha reunido a muchos rostros conocidos. El diseño de Laura lo firmó Ze García, confeccionado con un tejido de red con cristales de Swarovski incrustados.
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María Fernández-Rubíes se atrevió con un diseño que lució la cantante Cher en 1974. También estaba confeccionado en tul transparente a la que se le había bordado a mano pedrería y mechones de plumas de avestruz. Hasta se puso una peluca negra lisa para evocar a la mítica artista. Dos 'naked dress' que no dejaban margen a la imaginación.
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