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Juan Antonio y Silvia. Elena Meléndez
El doctor Juan Antonio Mira: El viaje inolvidable de Juan Antonio Mira: Un cóctel de lujo y aventura

El viaje inolvidable de... Juan Antonio Mira: un cóctel de lujo y aventura

Al doctor y su esposa les gustó tanto Dubái que han decidido volver con su hija Paula

Elena Meléndez

Valencia

Miércoles, 2 de mayo 2018

El doctor Juan Antonio Mira y su esposa, Silvia Pardo, visitaron Dubái por primera vez hace cinco años. A ambos les encanta la cultura árabe y tras varios viajes a Marruecos quisieron conocer los Emiratos en una experiencia que a ambos les fascinó. «En Dubái encuentras la riqueza cultural de Marrakech y una espectacularidad que no conoces. El trato al turista es exquisito, así como la educación de la gente. A mí me interesa la arquitectura y los edificios que vi allí son increíbles», asegura Silvia. Tanto les gustó el destino que hace unos meses decidieron volver. En esta ocasión en compañía de su hija Paula y a modo de celebración. «Le hablamos con tanto entusiasmo del viaje que nos pidió que la lleváramos allí cuando cumpliera dieciocho años».

Aprovechando las vacaciones de Pascua de este año la familia inició su viaje, vía Estambul, con intención de recorrer dos ciudades que a sus ojos se encuentran en una sola: Dubái tradicional y Dubái como un espectáculo de arquitectura moderna y lujo incomparable. Empezaron por la zona con mayor carga histórica, situada en el barrio de Bastakiya. Visitaron el museo de Dubái, ubicado en el fuerte Al Fahidi, construido en 1787 y considerado el edificio más antiguo de la ciudad. A continuación siguieron por el Zoco de las Telas hasta llegar al muelle para tomar una barcaza tradicional llamada abra, y así acceder al otro lado de la cala, travesía que para ellos es toda una experiencia obligada. «En el Zoco de las Especias se aprecian y confunden aromas, olores, sabores y sensaciones de una mezcla de culturas provenientes de países como Irán, India, Siria y Líbano. Es todo un estímulo para los sentidos», relatan. Luego caminaron por el Zoco del Oro, donde se encuentran piezas de joyería voluminosas y pesadas. En este lugar empiezan las mujeres a recopilar la dote que aportarán a su matrimonio. «Allí dicen: 'El oro no se divide y siempre pertenece a la mujer'. Vimos el anillo de oro más grande del mundo y algunas piezas difíciles de lucir».

La Mezquita del Jeque Zayed; Paula, con la ropa típica y la Torre Cayan.
Imagen principal - La Mezquita del Jeque Zayed; Paula, con la ropa típica y la Torre Cayan.
Imagen secundaria 1 - La Mezquita del Jeque Zayed; Paula, con la ropa típica y la Torre Cayan.
Imagen secundaria 2 - La Mezquita del Jeque Zayed; Paula, con la ropa típica y la Torre Cayan.

La parte moderna de la ciudad vino después con la impresionante visita a Burl Al Arab, famoso hotel de siete estrellas construido sobre el mar que representa una vela. También atravesaron Palm Jumeirah, isla artificial en forma de palmera y fastuosa obra de ingeniería. De allí fueron a Dubai Marina, donde contemplaron la Torre Cayan, con su diseño espiral, y Burj Kalhifa, el edificio más alto del planeta, en cuyos pies baila el agua al ritmo de la música en un lago artificial.

Otro día decidieron conocer Abu Dhabi, capital política de los Emiratos Árabes Unidos. Visitaron la Mezquita del Jeque Zayed. «Es un edificio de mármol blanco de belleza extrema. Tiene ochenta y dos cúpulas y cuatro minaretes. Allí se alberga la alfombra persa más grande del mundo. Parece una mezcla entre el Taj Mahal y un palacio de estilo otomano».

SIlvia se trajo de recuerdo este 'kibrs', la chaqueta abierta al frente tradicional de la vestimenta beduina, pero con formas adaptadas al estilo occidental. z

La parte de aventura del viaje consistió en un safari por el desierto. Al caer el sol alquilaron un jeep con un experto conductor que les llevó en travesía por las dunas. La arena rojiza, la inmensidad del desierto y la calma que allí se respira les sumió en una paz absoluta. Antes de volver al hotel disfrutaron de una cena en un local acondicionado sobre la arena. «Los tatuajes de henna, la convivencia con los halcones, los camellos, las pipas de agua, los bailes tradicionales como la danza del vientre... Todo ello al aire libre bajo las estrellas te aporta una visión única de la vida tradicional de los beduinos».

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