Paloma Tárrega, Elena Meléndez, Ángela Pla, Eva Marcellán y Ana Varela. LP

Los lugares de moda para visitar en Marrakech

Marrakech es un destino colorido, exótico, bello y cercano donde hay posibilidad de alojarse en un 'riad', visitar 'madrasas' y palacios, ver exposiciones de moda como la de Yves Saint Laurent y comer cus cus y tajine de cordero bien especiado

Elena Meléndez

Valencia

Viernes, 2 de febrero 2024, 01:53

Las autoridades sanitarias informan (y yo lo confirmo con total seguridad) que las escapadas con amigas impactan muy positivamente en la salud, relajan, divierten y hacen que te sumerjas, aunque sea por un par de días, en el océano de la camaradería y complicidad que ... te aportan tus incondicionales. Con la idea de festejar el cumpleaños de nuestra querida amiga Eva escogimos Marrakech por ser un destino colorido, exótico, bello y cercano, igual que ella.

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Decidimos alojarnos en un riad decorado con gusto y salpicado de plantas en el centro de la Medina, el antiguo núcleo de la ciudad famoso por sus estrechos callejones, los zocos y palacios en ruinas. Por delante teníamos tres días con sus correspondientes noches que habíamos organizado para sacarles el máximo partido. Durante la primera jornada un guía con acompañó por algunos de los lugares más emblemáticos de Marrakech como el Palacio Bahía, la madrasa Ben Youssef y el Palacio Real. Tras una parada para comer en la azotea de Nomad, restaurante cool ubicado dentro de la Medina, disfrutamos del ritual del 'hamman' en el riad y esa noche fuimos a Jad Mahal Palace.

Vista nocturna de la plaza plaza Jemma el-Fna. Abajo, tejidos recién teñidos en el zoco de los tintoreros y a la izquierda, los jardines de Majorelle cumplieron 75 años en el año 2022. LP

Al día siguiente nos perdimos por las calles del zoco y tomamos un té en una terraza con vistas a la plaza Jemma el-Fna, un lugar plagado de puestos callejeros, puestos de comida y encantadores de serpientes. La tercera jornada pasamos la mañana en el museo Yves Saint Laurent y recorrimos los exuberantes Jardines Majorelle, que también fueron propiedad del diseñador. Esa noche tomamos tajine de cordero y cuscús en Dar Yacout. La velada se alargó hasta la madrugada y brindamos al son de las canciones tradicionales que entonaban unos músicos locales. Lo hicimos con calma porque, tal y como exclaman los vendedores de los puestos del zoco en cada interacción: 'la prisa mata'.

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