Dani Arjones se ha hecho un hueco en el mundo de la fotografía de bodas. DANI ARJONES

El mago detrás de la cámara

Nacido en Brasil, Dani Arjones se instaló en España para acabar la carrera de Turismo, y la pasión que le inculcó su padre, director de fotografía, se fue materializando hasta convertirle en uno de los cámaras más reconocidos en el mundo de las bodas

Jueves, 9 de noviembre 2023, 01:08

Cuando Dani Arjones estudiaba Turismo en su Salvador de Bahía natal, tenía un sueño: acabar la carrera en el país de donde salía toda la ... bibliografía que manejaba. Dicho y hecho. Primero Barcelona, luego llegó Valencia. Junto a sus estudios viajaba con él una afición, la de la capoeira, un deporte que se mueve entre el baile, la danza y el arte marcial, y que se convirtió en una profesión. Al mismo tiempo, la fotografía comenzó a llenar cada vez más tiempo en su vida, una pasión que le venía por familia: su padre es director de fotografía y «cuando tenía catorce años me regaló mi primera cámara reflex».

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Así, poco a poco, y con ayuda de profesionales del sector, fue Dani Arjones haciéndose un hueco en el mundo de la fotografía de bodas, donde se siente a gusto porque siempre le fascinó hacer retratos, pero también captar la belleza de la naturaleza.

El ejemplo

Cuando habla de sus hijas, Dani Arjones quiere que de mayores tengan pasión por lo que hagan, y que conserven una visión fotográfica de lo que les rodea. «Las dos tienen ya una cámara», asegura.

Dani Arjones cree que la constancia, la continua formación o la búsqueda de la excelencia son claves para haber alcanzado el éxito en un mundo donde hay mucha competencia y también intrusismo. «¿Quién no tiene un amigo aficionado a la fotografía?», ironiza este brasileño, que destaca además la importancia del trato humano en su profesión.

Con dos hijas nacidas en España, Dani Arjones ha querido que mantuvieran presentes sus raíces, no solo las brasileñas, también las italianas de su mujer, e incluso la jerga que se habla en la región de donde procede. «Yo también me considero español, pero lo vivo de una manera distinta, desde la multiculturalidad», explica el fotógrafo, que siempre se ha sentido muy bien acogido en Valencia, y que ha encontrado aquí el mejor lugar donde formar una familia.

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En su profesión, cree que todavía le queda mucho por crecer. «Soy consciente de que esto es una escalera infinita, y quiero, desde la humildad, seguir buscando la excelencia», explica Dani, que lleva tiempo viajando para fotografiar bodas dentro y fuera de España.

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