Mónica Motes, la voz revelación

A Mónica Motes le ha gustado cantar desde pequeña, lo que la llevó a apuntarse a clases de canto durante la etapa de primaria y, con sólo siete años, a componer su primera canción. Siendo una adolescente, su profesor de música, que formaba parte de una banda, le propuso participar en una actuación junto a unos compañeros de clase. «Fue en Loco Club, era la primera vez que cantaba en público. Estaba toda mi familia y mis amigos, fue muy emocionante», recuerda. Al terminar el colegio decidió estudiar Publicidad y Relaciones Públicas con ADE en Madrid. Se fue allí en parte por la universidad, pero sobre todo motivada por las oportunidades que la ciudad le iba a ofrecer en la música. «Durante años estuve componiendo, pero no enseñaba las canciones. De vez en cuando me llamaba algún amigo de mis padres para actuar en cumpleaños o eventos privados. El primer concierto tras la pandemia fue en Azul, en el puerto, ante unas 150 personas. Canté versiones junto a un guitarrista», explica.

Nada más instalarse en Madrid los acontecimientos se sucedieron muy rápido para Mónica. A través de una amiga la llamaron para cantar en un 'market' de moda que organizaban unas influencers. Como en Madrid no tenía guitarrista, un amigo le puso en contacto con su primo, que también estudia producción musical. «Ahora Álvaro es mi guitarrista y productor; él es el 50 % de todo el proyecto. Me dijo que quería trabajar en unas canciones, nos metimos en un estudio y compusimos el tema 'Tan desconocidos'. La subí a Spotify y a Tik Tok, a los tres meses tenía 400.000 reproducciones. Gustó mucho, no esperábamos que fuera a ir tan bien», detalla Mónica. Tres este estreno tan exitoso fichó por el sello Aster, donde Sandra García-Sanjuán y Javier Valiño le ofrecieron participar como telonera de Álvaro de Luna y de Marlon en el festival Starlite de Marbella. Allí actuó delante de más de 3.000 personas y presentó el tema 'La canción de los dos'. «No me lo podía creer, son dos artistas que me encantan y a los que admiro. Estaba muy nerviosa y no sabía cómo iba a sentirme cantando delante de tanta gente. Ese día me transformé, lo disfruté y me metí de lleno en el escenario», relata la solista. La actuación resultó un éxito pero la sorpresa más especial fue que había niñas en el concierto cantando su primera canción que luego la esperaron para hacerse fotos con ella.

El objetivo de Mónica es seguir componiendo y sacando canciones que van a ser como capítulos de una misma historia. En las distancias cortas exhibe una personalidad extrovertida y una soltura a la hora de interactuar con el público que afirma haber heredado de su padre, el periodista Lluís Motes. Él la apoya incondicionalmente en su carrera musical, pero le aconseja que tenga los pies en la tierra, que trabaje cada día y que sea constante. «Las canciones nacen de cosas que siento, de mis experiencias. Creo que se nota que me gusta lo que hago, soy sincera y me abro mucho. Hay personas que se sienten identificadas con ellas, mucha gente me da las gracias por decir cosas a las que les cuesta poner nombre», concluye.

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