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Miércoles, 10 de marzo 2021, 00:10

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El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus. Lola Flores cantaba de noche y jugaba de madrugada. Miguel Ángel Pastor, detrás, tenía que abrirle paso. «Con ella era imposible».

CASINO MONTE PICAYO
El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus. Lola Flores cantaba de noche y jugaba de madrugada. Miguel Ángel Pastor, detrás, tenía que abrirle paso. «Con ella era imposible».
El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus. Lola Flores cantaba de noche y jugaba de madrugada. Miguel Ángel Pastor, detrás, tenía que abrirle paso. «Con ella era imposible».

El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus. Carlos Ortenbach, Pichi Ferris, Norma Duval, Julio Tormo, Pepe Moreno, Maribel Verdú y José Miguel Aranda, director del hotel.

CASINO MONTE PICAYO
El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus. Carlos Ortenbach, Pichi Ferris, Norma Duval, Julio Tormo, Pepe Moreno, Maribel Verdú y José Miguel Aranda, director del hotel.
El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus. Carlos Ortenbach, Pichi Ferris, Norma Duval, Julio Tormo, Pepe Moreno, Maribel Verdú y José Miguel Aranda, director del hotel.

El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus. En imagen, María Jiménez durante una actuación.

CASINO MONTE PICAYO
El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus. En imagen, María Jiménez durante una actuación.
El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus. En imagen, María Jiménez durante una actuación.

El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus. La foto muestra a Javier Ormaechea, director de Promoción, Carmen Sevilla y Vicente Patuel.

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El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus. La foto muestra a Javier Ormaechea, director de Promoción, Carmen Sevilla y Vicente Patuel.
El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus. La foto muestra a Javier Ormaechea, director de Promoción, Carmen Sevilla y Vicente Patuel.

El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus. En la fotografía, la boda de El Soro con Suzette Limón y Miguel Ángel Pastor, relaciones públicas.

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El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus. En la fotografía, la boda de El Soro con Suzette Limón y Miguel Ángel Pastor, relaciones públicas.
El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus. En la fotografía, la boda de El Soro con Suzette Limón y Miguel Ángel Pastor, relaciones públicas.

El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus. Aquí, un jovencísimo Bertín Osborne, en el casino en una de sus primeras actuaciones.

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El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus. Aquí, un jovencísimo Bertín Osborne, en el casino en una de sus primeras actuaciones.
El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus. Aquí, un jovencísimo Bertín Osborne, en el casino en una de sus primeras actuaciones.

El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus. Francisco hizo su primera actuación tras ganar el festival de la OTI con Latino.

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El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus. Francisco hizo su primera actuación tras ganar el festival de la OTI con Latino.
El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus. Francisco hizo su primera actuación tras ganar el festival de la OTI con Latino.

El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus. En pantalla, Juan Pardo y su mujer, Emmy de la Cal.

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El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus. En pantalla, Juan Pardo y su mujer, Emmy de la Cal.
El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus. En pantalla, Juan Pardo y su mujer, Emmy de la Cal.

El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus. Romina Power, Albano y la periodista Mar Monsoriu.

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El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus. Romina Power, Albano y la periodista Mar Monsoriu.
El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus. Romina Power, Albano y la periodista Mar Monsoriu.

El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus. Mari Carmen y sus muñecos triunfaba en toda España y actuó también en Monte Picayo.

CASINO MONTE PICAYO
El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus. Mari Carmen y sus muñecos triunfaba en toda España y actuó también en Monte Picayo.
El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus. Mari Carmen y sus muñecos triunfaba en toda España y actuó también en Monte Picayo.

El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus. En imagen, Mayrén Beneyto con invitados a una gala. A la derecha, Ricardo Cerezo, director general.

CASINO MONTE PICAYO
El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus. En imagen, Mayrén Beneyto con invitados a una gala. A la derecha, Ricardo Cerezo, director general.
El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus. En imagen, Mayrén Beneyto con invitados a una gala. A la derecha, Ricardo Cerezo, director general.

El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus.

CASINO MONTE PICAYO
El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus.
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CASINO MONTE PICAYO
El casino Monte Picayo se convirtió en los años ochenta en el lugar de moda para la alta sociedad valenciana, donde lucían abultada billetera entre actuaciones de archifamosos artistas y apuestas a la ruleta, el póquer o el mus.
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CASINO MONTE PICAYO
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