Fran Silvestre hablaba de sus inicios como de aquella oposición invisible en la que, a pesar de haber salido con honores de la Escuela de Arquitectura, tenía que demostrar, durante unos años, que él merecía estar entre los grandes nombres de la arquitectura valenciana, española ... y quién sabe si también mundial. Han pasado más de veinte años desde aquellos primeros momentos de renuncias, de trabajar sin ver inmediatos resultados, y todavía con una larga trayectoria por delante. En este tiempo, Fran Silvestre no sólo se ha hecho un hueco con proyectos emblemáticos que han conseguido premios y reconocimientos; además, su nombre suena con fuerza en el mundo de la edificación con NIU Houses, que pretende ir un paso más allá de la prefabricación de viviendas, con unas características de innovación, diseño y sostenibilidad nunca vistas hasta ahora. Además, tiene en marcha, entre otras, una vivienda en Egipto que grabará su nombre en letras de oro en el mundo de la arquitectura cuando esté terminada en 2024.
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María José Carchano
Si echamos la vista atrás, este arquitecto tenía los mimbres para desarrollar todo su talento. Su bisabuelo fue Valentín Silvestre, un inventor muy famoso que en la segunda mitad del siglo XIX acumulaba más patentes que cualquier otra persona en Europa, y suya fue, por ejemplo, la primera máquina de vapor que no iba sobre raíles o la primera máquina de liar cigarrillos. En una familia de ingenieros, Fran Silvestre fue un niño al que le gustaba mucho el arte, así que le pareció que la arquitectura podía unir lo mejor de los dos mundos, la ingeniería y el arte. Su trabajo tiene que ver con esa herencia, y también con la influencia del escultor Alfaro Hoffmann, con quien lleva ya unos cuantos años de estrecha colaboración.
Decía en una entrevista en LAS PROVINCIAS cuando todavía estábamos enmedio de la pandemia que entre las renuncias había una evidente, la de haberse casado tarde. Padre de una hija pequeña, Fran Silvestre asegura que esta nueva faceta de su vida le ha llevado a completarse no sólo como persona, también como profesional. «Cuantos más afectos conoces, más eres capaz de empatizar», decía entonces. Más sabe qué necesita una familia en su casa, porque él mismo ha vivido en sus carnes esa situación. Y con unos padres arquitectos, estaba claro que la pequeña iba a coger unos lápices y se iba a poner a dibujar.
Fran Silvestre se considera una persona muy perfeccionista, el arquitecto de los volúmenes, de los blancos, de las líneas puras. Pero en estos años de experiencia ha aprendido la diferencia entre buscar la perfección y estar satisfecho. Y se apunta a esta satisfacción como motor de lo que hace. «No todo ha sido perfecto pero estoy contento porque ha habido un esfuerzo muy grande y también ha habido recompensa». Tanto que acumula ya decenas de premios, menciones, exposiciones...
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Su cabeza no se detiene, y añora los fines de semana o los días libres para poder crear. «El resto de la semana se va en gestión», asegura el arquitecto, que ha encontrado una metodología de trabajo que tiene que ver con hacer primero y pensar después. «Y lo que surge es distinto, porque desactivas un poco el hemisferio izquierdo».
Obras como la Casa del Silencio o la Casa del Acantilado se han convertido en diseños que ya son una referencia en el mundo de la arquitectura más innovadora y vanguardista, con premios como el MHK obtenido en Berlín en 2009 o el IFCC de Nueva York (2016). Recientemente se anunció además que se había aliado con una promotora para un nuevo proyecto en Campolivar, donde tiene previsto construir cuatro villas de lujo que van a ser un espacio con el sello del prestigioso arquitecto.
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En estos años, Fran Silvestre ha querido ir más allá del trabajo como arquitecto y ha desarrollado su faceta de diseñador de producto. Algunas de sus obras, como la silla Alis o la colección de mobiliario exterior Blau, que beben de su influencia escultórica, pero también de su afán por la sostenibilidad.
Seguro que quien lea estas líneas se acordará de aquello del piso piloto que visitábamos antes de comprar una vivienda. Fran Silvestre ha elevado al lujo y a la innovación este concepto con NIU Houses, que permite visitar edificaciones a escala real, diseñadas por su estudio. Además de en Valencia, a partir de esta semana se podrán ver las ocho tipologías de vivienda en el flagship de Gandia Blasco Group de Madrid.
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