![Los protagonistas de la revolución del calzado valenciano](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2024/03/24/1446326189-k0j-U2101915082570NPI-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
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Dicen que en el País Vasco les encanta vestir por los pies. Es cierto. En el norte de la península, el gasto en calzado es superior al sur, aunque habría que analizar bien el caso de Ceuta y Melilla... De hecho, cada vasco se gasta ... 161 euros en calzado al año, una cifra que va disminuyendo por autonomías hasta llegar a Canarias, que invierte apenas cien euros, según un informe elaborado por la patronal del sector FICE, que preside la valenciana Rosana Perán. La Comunitat Valenciana, que es la autonomía donde se concentra gran parte de la industria del calzado española, se queda en mitad de la tabla. No somos profetas en nuestra tierra. A cambio, el carácter exportador de los valencianos ya permitió que esas pequeñas marcas que en los años sesenta y setenta se concentraban en el polo formado por Elche, Elda y Petrer se abrieran al mercado europeo para triunfar. Ahí está Pikolinos para demostrar que la internacionalización es el camino, aunque la progresión no sea lineal y el año 2023 y principios de 2024 no resulten muy halagüeños para el sector debido a la inflación y la contención del consumo.
La Comunitat Valenciana cuenta, según el informe, casi dos mil sociedades activas en la industria del calzado, lo que representa más del 65% del total español. Solamente Castilla-La Mancha, La Rioja y Murcia superan el centenar de empresas de fabricación de calzado, y de hecho en 2022 la Comunitat exportó zapatos por valor de 1.251 millones de euros. Pero, ¿quiénes están detrás de estos números? Hay ejemplos claros en cuanto a volumen de facturación, como la citada Pikolinos, que en su día compró Martinelli y se ha convertido en una multinacional que exporta a 60 países. De hecho, su vicepresidenta, Rosana Perán, hablaba en el informe de la importancia de seguir exportando, pero también de enfocarse en mejorar los procesos de producción, enfocados a la sostenibilidad y la ética. Que se lo digan a los chicos de Timpers, una pequeña empresa donde todos sus trabajadores tienen algún tipo de discapacidad, y en su marca trabajan para conseguir normalizar que estas personas estén en todos los ámbitos de la sociedad.
Decía Rosana Perán que muchas marcas están incorporando prácticas sostenibles en sus procesos de producción, «incorporando materiales ecológicos y reciclados, ecodiseño y minimizando el impacto ambiental». Jaime Antón, con su empresa Penta Shoes, fue de los primeros que en 1985 ya incorporó el corcho natural a una sandalia Bio que ahora triunfa en todo el mundo. Autenti ha incorporado ahora materiales como el Seaqual, material reciclado procedente de botellas de plástico del mar. De hecho, según el informe de la patronal del calzado, los zapatos que más se exportan son los que están hechos de caucho o plástico, seguido de textil, mientras se va reduciendo el porcentaje de zapatos hechos de piel por esa mayor concienciación.
En un momento en el que, además, se está viviendo un proceso de relocalización, muchas marcas hacen hincapié en que su producción está en Alicante. Varios ejemplos: Bryan Stepwise, Mimao, Lodi, Wonders o Magrit. Cada una enfocada a un público distinto, desde los zapatos asequibles de la primera hasta la sofisticación que luce incluso la Reina Letizia en el caso de Magrit.
Y, cada vez más, el calzado tiene que contar una historia y sus clientes identificarse con una marca por sus valores o porque, simplemente, se enfoca a un determinado tipo de público. Sucede por ejemplo con Hoff. O con Zapato Feroz, donde la filosofía 'slow fashion' tiene mucha importancia para la marca. De hecho, la mayoría de pares se venden en preventa, es decir, antes de que entren en producción, en un tipo de relación con el cliente en la que no importa esperar para disfrutar de la compra.
La presidenta de la Federación de la Industria del Calzado Español cree que además hay un reto importante en el uso de las nuevas tecnologías con los showrooms online, el metaverso o la inteligencia artificial en los procesos de producción, en un momento en el que la industria del calzado necesita atraer talento y que se produzca un relevo que incorpore esos nuevos códigos que entiende la generación Z.
Nuevos actores vienen pisando con firmeza para animar al sector. Por ejemplo, Laura García, una ingeniera canaria con amplia experiencia que decidió crear unas zapatillas que se adaptaran al movimiento de los niños. Zapato Feroz surgió a través de las preventas, en colecciones muy pequeñas, y ha llegado a vender 50.000 pares de zapatos en una hora. Ahora dan un paso más y en unos días inaugurarán un espacio en la Canyada que es mucho más que una tienda, donde habrá talleres, charlas y muchos juegos en un entorno que tiene que ver con la filosofía que defiende la marca.
Los números de Hoff son incontestables. Una firma que comenzó en 2016 y duplicó facturación en plena pandemia -de hecho, lo hace casi cada año-, ha encontrado en las zapatillas de colores y con personalidad su nicho de mercado. En 2023 vendieron más de un millón de pares, además de treinta tiendas y 1.300 puntos de venta en 45 países. Este año tienen previstas más aperturas, en una rápida progresión gracias a su habilidad para contar historias e involucrarse en proyectos sociales. Fran Marchena, CEO de Hoff, es el socio único de esta marca que ya ha diversificado negocio.
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