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Volante de encaje de Alençon de la manufactura de Huignard-Besnard en 1850 utilizado por la emperatriz Eugenia de Montijo. DAMIÁN TORRES

El valenciano que atesora la más fabulosa colección de encajes del mundo

Juan Manuel Fernández está al frente de Antigüedades Me Encanta, una tienda que es a su vez una de las mejores colecciones de encajes del mundo. Cuenta con piezas únicas que son patrimonio de la humanidad y que han usado reinas y princesas a lo largo de la historia

Sábado, 16 de diciembre 2023, 01:28

¿Hasta qué punto lo que vemos en casa influye en nuestras decisiones futuras? ¿De qué manera se adhiere a nuestra esencia para surgir años ... más tarde? Y esta cuestión no solamente se refiere a un hijo que estudia Medicina porque su padre es médico, sino a herencias más sutiles, como le pasó a Juan Manuel Fernández Déniz, un anticuario textil que se ha convertido en uno de los mayores coleccionistas de encajes del mundo. Un profesional que acaba de cumplir cinco años con su tienda abierta en la calle Comedias, un lugar maravilloso que se llama Antigüedades Me Encanta, y donde guarda piezas únicas que son historia de la indumentaria.

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Pero, ¿qué sucedió con Juan Manuel Fernández para que se convirtiera en coleccionista? La clave está en la madre de Juan Manuel, Victoria Déniz, que tenía una tienda de indumentaria valenciana en Puerto de Sagunto, y fue allí donde comenzó a germinar su pasión desde joven, pero también la de su hermana, cada uno desarrollada de una manera distinta. Mientras Patricia Fernández se decantó por seguir los pasos de su madre, ahora convertida en diseñadora de trajes de novia con su firma Victoria Worth, Juan Manuel comenzó a fijarse en aquellas telas y encajes, en su origen y en su historia, y se convirtió en coleccionista.

Cuenta Juan Manuel Fernández que eligió cuidadosamente el día en que inauguró la tienda, un 16 de noviembre de hace ya cinco años, después de un tiempo ejerciendo como mayorista. La fecha recuerda al día en que el encaje de Alençon, el que cuentan que es el más laborioso que ha existido nunca, se convertía en Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. También el nombre de la tienda tiene su porqué, y se refiere a la exclamación, 'me encanta' que escucha muy frecuentemente al observar cada una de estas maravillas que llegan a sus manos en forma de encajes, tejidos, botones, chalecos e incluso tapicería, siempre con tejidos nobles. El coleccionista se va emocionando mientras va descubriendo las piezas más valiosas que ha conseguido durante años de búsqueda. Por ejemplo, «la mejor pieza de nuestra colección es el mejor encaje que se ha hecho en la historia de la moda, un vestido que estuvo en proceso de elaboración durante siete años, y en el que participaron cuarenta mujeres». Es la pieza más laboriosa que ha existido nunca, y si hay que ponerle un valor, Juan Manuel Fernández sonríe. «Esto es incalculable». Así que no, no está a la venta. Porque este valenciano amante de las tradiciones es coleccionista antes que vendedor.

La tienda que vende los encajes

Juan Manuel Fernández decidió abrir la tienda después de unos años como mayorista porque se dio cuenta de que su trabajo no estaba suficientemente valorado, que era la parte oscura de las indumentaristas, de los diseñadores, que nunca citaban el origen de piezas que han salido de su colección. Piezas que, además, no estaban valoradas como merecían. Ahora Juan Manuel tiene la oportunidad de explicar a cada cliente por qué ese encaje vale lo que vale, cuál es su historia, y poner en valor el trabajo manual que durante siglos hicieron mujeres que dominaban técnicas artesanales únicas, y que nunca podrán igualar las máquinas. «Lucho porque los dibujos no sean copiados, porque haya un respeto por el trabajo manual», dice el coleccionista, que muestra encajes, abanicos, volantes, camisas, velos y un sinfín de piezas, todas hechas a mano y con más de un siglo de antigüedad. Esa es su premisa.

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El papel de Eugenia de Montijo en la moda

Entre las piezas que ha acumulado durante todos estos años, unos encajes de María Antonieta, un pañuelo que perteneció a Napoleón, o un volante de encaje de Alençon que fue utilizado por la emperatriz Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III. Esta noble fue la primera mujer 'influencer' de la historia, porque gracias a ella, diseñadores como Charles Frederick Worth, considerado el padre de la alta costura, pudieron crear piezas únicas que iban destinadas a la emperatriz. De hecho, los velos que utilizó la influencer Teresa Andrés Gonzalvo en su boda hace un año en el monasterio de Santa María del Puig salieron de la colección de Antigüedades Me Encanta. El que uso para el rito de la velación ha sido creado a partir del que llevó la última emperatriz de Francia el 26 de enero de 1853, cuando se casó con Napoleón III en la Catedral de Nôtre Dame de París. Los encajes del vestido y el velo debían de ser de Alençon, pero, al no haber tiempo suficiente para realizarlo, se confeccionó en encaje de Aplicación de Bruselas. De hecho, este velo está expuesto en Madrid en una muestra en el Palacio de Liria que ha organizado el diseñador Lorenzo Caprile.

Arriba, pañuelo que perteneció a Napoleón. A la izquierda, volante de encaje para falda de Punto de Aguja de Bruselas, de 1860. A la derecha, camisa original para un niño Jesús hecho de Punto de Aguja de Bruselas. DAMIÁN TORRES

Además, sobre un pañuelo de Napoleón descansaban las arras de Teresa Andrés e Ignacio Ayllón, y que también es propiedad de Antigüedades Me Encanta. Una que destaca por sus águilas imperiales, símbolo del Imperio francés, y de las abejas, que también hacían referencia a Napoleón. Además de Teresa Andrés, ha habido otras novias que han elegido los encajes de Antigüedades Me Encanta, incluso para confeccionar su traje. Por ejemplo, Mireia Gimeno, que se casó el pasado mes de octubre con el concejal del Ayuntamiento de Valencia Borja Sanjuán, llevaba un vestido que había sido en su origen una colcha del siglo XIX, diseñada por la hermana de Juan Manuel, Patricia, bajo la firma Victoria Worth (Worth por el padre de la alta costura, Victoria por su madre). Patricia, que ha sido recientemente mamá, explica que cada uno de los diseños es una pieza única y de gran valor, de la misma manera que lo son los tejidos que utiliza como materias primas, salidos de la tienda de su hermano.

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El velo de Antigüedades Me Encanta que lució Teresa Andrés en su boda en El Puig. CLICK10

La indumentaria valenciana es el mayor mercado de Antigüedades Me Encanta, y en este sentido, Juan Manuel Fernández explica que «tener las Fallas en Valencia es una suerte, porque nos permite vestir como lo hacían antiguamente». Mantillas, delantales, mangas... Las piezas salen de las cajas que esconde en su trastienda son como tesoros escondidos que Juan Manuel va sacando con devoción.

Juan Manuel Fernández ha vestido a decenas de falleras mayores en todos estos años con piezas únicas. Su cuenta de Instagram da cuenta de todas estas mujeres que han desfilado ante la Virgen en la Ofrenda con las piezas que salen de esas cajas que Juan Manuel abre con devoción. Pero no es el único destino de sus encajes. Los cofrades conocen bien al indumentarista, que ha vestido a vírgenes y pasos, sobre todo en Andalucía.

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