El valenciano que trae el martillo de Thor

En 2017 falleció su padre, Fernando Peralt, el reputado historiador deportivo que logró atesorar unos de los archivos más importantes de España y que escribió once libros de historia del futbol. Tras pasar algún tiempo con su familia viajó a Estados Unidos para retomar algunos trabajos, pero su intención era volver para estar con su madre. «Una vez instalado en Valencia trato de seguir dedicándome a la comunicación y entro como director de marketing en la inmobiliaria Trece Casas. Coincide que ellos trabajan con muchos deportistas, así que podía seguir estando en contacto con ese mundo». Superado el parón de la pandemia funda su estudio creativo con base en Estados Unidos y se asocia con el que fue su jefe en Legacy Global Sports para gestionar distintos proyectos como el de Luca Vannella, estilista de Chris Hemsworth, con el que trabajaron su marca personal. Tiempo atrás había conocido al futbolista David Villa que, en ese momento, estaba en proceso de montar una academia de futbol en California y Alex le ayuda presentándole algunos contactos locales. «Cuando se retiró del futbol abrió su sede en Valencia y yo me instalé con su equipo para llevar proyectos de marketing creativo, de hecho, mi primer proyecto más grande fue con la Federación Española de futbol gracias al contacto que me proporcionaron ellos».

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Tras crear distintos eventos deportivos y dos veladas de boxeo solidarias, una en Valencia y una en Madrid, decide centrar su carrera en el sector inmobiliario como agente independiente empleando sus conocimientos de marketing con el objetivo de aportar una nueva visión al sector. ¿Sus claves? Escuchar al cliente, saber qué necesita, y aportarle seguridad honestidad y calidad. «Creo que hay cosas que se pueden mejorar, como el hecho de que algunos profesionales inmobiliarios no velan siempre por los intereses de los clientes sino por los suyos propios. No veo ninguna referencia estética en el sector que me inspire, por ello he decidido crear mi propio modelo», afirma.

Álex creció en un barrio fallero muy potente, que es Exposición y, aunque solo fue un año fallero, siempre ha estado conectado a las Fallas gracias al ambiente de una comisión muy abierta con los vecinos. Recuerda con cariño cuando su «familia» americana vino a Valencia en Fallas, se engancharon a las mascletás y se enamoraron de unas fiestas con tanta tradición que se viven en las calles. «Cuando estaba en Boston lo que mas envidia me daba eran las fotos de los grupos de amigos tomado el aperitivo antes de la mascletá, eso lo echaba mucho de menos. Lo que más me gusta es poder conectarme con la gente de mi barrio de una manera distinta a como lo haces en el día a día».