El verano de Vicente Barrera: de Sudamérica a la Toscana valenciana

El torero recuerda sus estancias en países como Perú. La feria de Lima, donde podía torear un día y hasta 15 más tarde no tenía que volver al trabajo. Podía disfrutar y visitar distintas partes del país. En un par de ocasiones el torero reconoce que pudo hacerse un hueco para escapar a Cuzco y a Machu Pichu. Visitar las zonas coloniales de las ciudades, preciosas para Barrera.

Nada que ver con sus viajes por trabajo en España, donde cuando tenía que ir a un sitio, en la mayor parte de los casos era del hotel a la plaza y viceversa. Ni siquiera probaba la gastronomía típica de la zona. El histórico torero reconoce que por desgracia en sus viajes profesionales no ha podido disfrutar tanto España como lo ha hecho con América.

Recuerda su viaje al ecuador del planeta que, sí, pasa por Ecuador. «Pude visitar lo que se conoce como la mitad del mundo, donde supuestamente se divide el globo en dos partes. Allí me pude hacer la foto con un pie en el hemisferio norte y otra en el sur. Una riqueza bárbara», recuerda. Eso sí, fuera de lo profesional, cuando le es posible, ha podido disfrutar de las ciudades y países más importantes de Europa.

Pero por mucho que le guste Italia, la Toscana que tiene más presente es la que denomina 'Toscana Valenciana': la zona de Ontinyent, donde tiene su casa, y Fontanars dels Alforins. También Morella, para él, una joya. «Además, aunque prefiera el campo, sin titubear puedo asegurar que la costa mediterránea es de las mejores del mundo. Jávea, Gandia… Aunque reconozco que la naturaleza más terrestre es mi debilidad», asegura Barrera.

La asignatura pendiente del torero es África. «Pero no en general, hablo del África salvaje. Visitar Zambia, Kenia, Sudáfrica, con seguridad por supuesto, un turismo de naturaleza. Poder ver elefantes, jirafas, cebras, felinos de todo tipo y, en general, esa fauna que no tenemos en España». Y, en caso de no poder hacerlo, el torero viajaría al Amazonas. Conocer aquella zona en profundidad, visitar el río Amazonas, profundizar en aquel ecosistema.