El viaje inolvidable de la diseñadora Adriana Iglesias

La vida de Adriana Iglesias se divide en dos actos. El primero se corresponde con los años en que trabajó como ingeniera de telecomunicaciones en una multinacional, mientras que el segundo llegó tras un cambio de rumbo que la convirtió en diseñadora de moda de éxito. Su relación con Los Ángeles también tiene dos etapas. La primera toma de contacto con la ciudad consistió en un viaje de trabajo a Silicon Valley. En ese momento ya se enamoró de la costa de California, de su intensa luz que parece inyectar energía y de las filas de palmeras infinitas. Pero fue en el siguiente round con el lugar cuando Adriana, ya convertida en diseñadora y empresaria, descubrió facetas de esta urbe que la ataron definitivamente a ella. «He viajado por lo menos seis veces, la última hace dos semanas -cuenta-. Me hospedo en el hotel Montage de Beverly Hills. Tengo que escoger un sitio especial y bien ubicado porque los clientes vienen a ver las colecciones al hotel». Y en efecto es un enclave singular; la primera vez que fue con sus dos hijas coincidió que estaba alojado Justin Bieber, pues el cantante tiene un apartamento en el hotel. «Nos lo encontramos varias veces, a las niñas casi les da algo», recuerda.

Un día de Adriana en Los Ángeles empieza con un desayuno de estilo americano en un pequeño local cerca del hotel. ¿El menú? Capuchino y bagel con huevo frito y queso para untar. El local donde más le gusta reunirse, al que sólo se puede accederse por invitación, es el Soho House. Se trata de un club privado que frecuenta mucha gente del cine. Tiene una gran terraza de madera montada sobre pilares en el agua. «Cuando estoy allí uno de mis grandes placeres es escaparme a dar un paseo por la playa de Malibú. Las casas son preciosas y no ves a nadie caminando, es un sitio maravilloso. Me baño siempre que puedo pese a que el agua está más fría que aquí y hay muchas olas y corriente». Su sitio favorito para comer es un restaurante llamado Zinqué, lugar con un punto hippy pero muy cuidado, dotado de un acogedor patio decorado con mesas de madera y bombillas colgadas de un cable. Sus platos favoritos son las tostadas con aguacate y atún, el ratatouille y el salmón fumé sobre base de arroz con pasas.«El noventa por ciento de los camareros y trabajadores de servicios que hay allí son personas que quieren dedicarse a la interpretación. Percibes un entorno positivo todo el tiempo, la gente va detrás del sueño americano. Hay una energía muy potente en la ciudad».

Un momento para recordar tuvo lugar la noche en que se fue con sus hijas al cine para ver la película 'The Layover'. Cuando terminó se encendieron las luces de la sala y entró William H. Macy, actor y director del film, conocido en nuestro país por la serie 'Fargo', entre otras. «Se sentó junto a la pantalla y nos preguntó qué nos había parecido la película. Hubo gente del público muy crítica y él lo agradeció». Como las tres son muy cinéfilas, disfrutaron mucho en el Observatorio Griffith, pues recientemente habían visto 'La La Land', el aclamado musical cuya secuencia principal está rodada en el lugar. Cuando cae el sol le gusta cenar en The Ivy, restaurante lleno de encanto donde se puede degustar recetas caseras y cuyas mesas están decoradas con bonitas rosas naturales. «Me gusta mucho Los Ángeles. Está lleno de cosas bonitas y para mi trabajo es el mejor lugar, pero nunca viviría allí. Parece un decorado y la gente vivir de puertas para fuera. Es un lugar perfecto para ir de viaje y disfrutar unos días del ambiente y las playas increíbles».