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El viaje de Emi López Pardo tuvo desde el principio una motivación familiar.

El viaje inolvidable de... Emi López Pardo

La especialista en nutrición quería conocer nuevos sabores y encontró la ventana a otro mundo. Bangalore, el Silicon Valley indio, fue el eje de un viaje que la llevó a navegar sobre una casa barco o salir en busca de tigres de bengala

elena meléndez

Martes, 27 de febrero 2018, 22:33

El viaje de Emi López Pardo por India tuvo desde el principio una motivación familiar, pues se desplazó junto con sus dos hijos para pasar una temporada con su marido, que trabajaba en un proyecto en el país. Además, existía otro móvil de carácter personal, ya que su trabajo como ‘food personal shopper’ la obligaba a probar otros sabores y recetas, conocer cosas diferentes, aprender a mezclar especias nuevas y dar la vuelta a todo. «Allí es muy difícil comer para un occidental con niños pequeños, porque todo pica, pero en cuanto te acostumbras empiezas a descubrir sabores nuevos que no has probado en tu vida y no tienes en tu registro».

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Así es Bangalore

  • Situación Kamataka (India)

  • Extensión 741 kilómetros cuadrados

  • Población 8,4 millones de habitantes

  • Distancia Situada a 8.057 kilómetros de Valencia

Su base estaba en Bangalore, ciudad que los locales han bautizado como la Silicon Valley de India, pues reúne muchas de las empresas tecnológicas. Emi destaca del lugar la temperatura constante, de entre 20 y 25 grados todo el año, los espectaculares mercados de flores, en los que te van llenando de collares y adornos, o los mercados, caóticos, frondosos y eminentemente vegetales. Desde allí volaron a Fort Kochi, en Kerala, enclave lleno de historia por haber sido uno de los primeros lugares a los que llegaron los portugueses. La familia se instaló en un pequeño hotel junto a la zona del puerto. «Cuando llegas el bofetón de humedad es impresionante. Todavía tienen arraigado un método de pesca chino en el que utilizan grandes redes que lanzan al mar desde la orilla. Los pescadores colocan las capturas sobre el suelo del paseo para venderlas». Una vez seleccionado el pescado que querían, lo compraron y lo llevaron para que se lo cocinaran en unos chiringuitos donde, además de prepararlo, se ofrece servicio de bebida. «Desde luego no es la higiene a la que estamos acostumbrados aquí, pero pensábamos: ‘El fuego lo matará todo’».

Desde allí les llevaron a los ‘backwaters’, canales donde tomaron una casa barco sobre la que surcaron el paisaje de arrozales. Durante el trayecto paraban junto a la orilla para dormir y disfrutar del exótico paisaje. Cuando dejaron los canales llegaron a Mararikulam, playa paradisíaca que les proporcionó unos días de relax. «La arena entraba hasta la habitación y dentro había una piscina pequeña. La ducha no tenía techo, te aseabas viendo las estrellas si era de noche o con la luz del sol durante el día».

1. María, la hija de Emi, escoge un coco en un mercado. 2. Una de sus recetas favoritas son las doshas, una especie de crep cuya masa no es de harina de trigo, sino de arroz y lentejas. 3. Los animales fueron parte del viaje.

Emi reconoce que les encanta comer en los puestos de la calle y que su receta favorita son las doshas, especie de crep cuya masa no es de harina de trigo, sino de arroz y lentejas dejadas en remojo y fermentadas. Lo que más le gustaba a su hija María era comprar unos cocos grandes para beberse el agua con una pajita. De todos ellos escogía un tipo de coco que cuando empieza a madurar tiene la carne muy blanda. «Esa textura gelatinosa se llama ‘gangi’. Ella llegaba al puesto y señalaba al vendedor el que quería».

La parte de aventura aconteció en una reserva nacional del tigre de bengala en Bandipur. Allí hicieron un safari al amanecer y otro vespertino. «Nos llevaron al punto de encuentro y salimos en un jeep a buscar los animales. Vimos mucho elefantes, jabalíes, ciervos y aves muy exóticas, pero tigres no pudo ser». Emi asegura que viajar con niños pequeños es un gran experiencia y reconoce que su único miedo era que uno de sus hijos enfermara de gravedad en otro país. «Por lo demás nos sentimos muy seguros todo el viaje y ellos lo disfrutaron muchísimo. Me gusta la forma de vivir de allí. Pese a ser muy humildes, valoran lo que tienen, las cosas buenas que les da la naturaleza».

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1. Mercado de flores. 2. Entorno natural disfrutado en familia. 3. Un safari les permitió observar elefantes, jabalíes o ciervos.

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