Quién vive en Monte Picayo, la urbanización que renace tras las cenizas del casino

«La orografía de terreno es muy singular», explica la periodista Gloria Cardenal, cuya familia conserva una casa en Picayo desde los inicios de la urbanización. «Tiene un paisaje alpino y además está a pocos minutos de las playas de la Almardá o de la de Puçol. Desde ella se divisa la marjal del Moro». Esta ubicación privilegiada, unos metros sobre el nivel del mar, genera un microclima que protege en invierno del frío y del calor en verano. «Las viviendas están entre los pinos, lo que favorece la privacidad, pero aún así entre los antes veraneantes y ahora vecinos se han forjado amistades a prueba de todo», añade Cardenal.

Los primeros en llegar a la urbanización fueron profesionales liberales. Empresarios, farmacéuticos, constructores, notarios y directivos que trabajaban en los Altos Hornos de Sagunto antes de la reconversión industrial. Ellos ocuparon la primera fase de la urbanización junto a familias míticas como los Gómez-Cerezo, propietarios del Casino. Una segunda línea de chalets, los Refugios de Montaña, se construyeron poco después. La zona se llamó 'los Chumberales' por las chumberas de las montañas. Sus promotores pusieron a cada uno de los refugios de montaña un nombre singular: Pau-amics, las Ardillas, Casal del portalón... Todavía se conservan las señalizaciones originales de madera y de hecho ahora se están restaurando.

«Sus propietarios fueron arquitectos, diseñadores, médicos, abogados, comerciantes, incluso renombrados pintores como Tere Unsain y profesores dedicados a la política», recuerda Cardenal, que rememora su niñez con mucha libertad, ya que al ser una urbanización cerrada, podía salir con sus amigos a la piscina comunitaria, hacer excursiones a la montaña o a comer el bocata por la noche, mientras los padres se reunían en alguna casa en veladas veraniegas que comenzaban con la verbena del casino que se celebraba cada mes de junio.

Casi todas las viviendas de la urbanización tienen un estilo mediterráneo, pintadas de blanco, con madera y teca y piedra de rodeno. «Algunas recuerdan a las primeras casas del Tossalet de Xàbia, con estructuras de piedra de tosca», explica Gloria Cardenal. Su familia ha mantenido su casa sin apenas cambios, como la mayoría, aunque abren paso construcciones vanguardistas como la que Ramón Esteve ha proyectado con el nombre de Paz y Comedias, una espectacular casa con grandes muros de contención de piedra de excavación que funden el hogar y la montaña.

Desde comienzos de 2000, Monte Picayo es lugar de residencia de personas que buscan la privacidad, desde catedráticos de universidad a profesionales que trabajan en empresas de la zona.. Futbolistas del Villarreal o que en su día fueron del Valencia CF, como Lubo Penev, y otras personalidades vinculadas al fútbol valenciano, como Luis Calero, consejero del Levante UD, también tienen casa en la zona. Ahora la urbanización ha vuelto a tener interés por la proximidad de la futura planta de Volkswagen, y algunos ingenieros de la compañía ya han comprado casas en la urbanización de la Sierra Calderona.